Según un estudio del Foro Económico Mundial (WEF) la brecha de género en el mundo se igualará en 132 años más, muy por lejos de terminar con las diferencias de género y responder a las necesidades que hoy tienen millones de mujeres trabajadoras y pobres.
Jueves 14 de julio de 2022
El informe sobre la Brecha Global de Género 2022 del Foro Económico mundial (WEF) planteó que para acabar con la brecha de género y alcanzar la paridad se necesitarán más de un siglo, planteando un cambio en 132 años mas, un dato preocupante, por que si bien se ha avanzado en ciertos derechos mínimos hacia las mujeres significa que aún es insuficiente para acabar con la opresion y explotacion de millones de mujeres trabajadoras y pobres.
Este estudio se basa en diversos índices, como en la participación política, la alfabetización y escolarización, la salud y supervivencia, como también diferencias salariales, acceso a trabajos calificados o de cualquier índole.
La realidad de las mujeres trabajadoras y pobres en Chile
Hoy la brecha de género se vive en muchos aspectos, afectando tanto la vida como la economía de millones de familias trabajadoras que son encabezadas por mujeres. Uno de los grandes ejemplos de esta brecha son las diferencias de salarios, siendo las mujeres quienes lideran el sueldo mínimo que no supera los 350 mil, por otro lado tenemos la inestabilidad laboral, encabezando los trabajos subcontratados y a honorarios, como también los de media jornada para poder compatibilizar la crianza y el cuidado del hogar con el trabajo, muchos de esos empleos en los sectores de servicios como aseo y alimentación, en la salud y educación o el retail en las tiendas comerciales.
Las mujeres son quienes encabezan la pobreza en la vejez, teniendo las pensiones más bajas, producto no solo de sus bajos salarios sino que también por los trabajos informales, las lagunas en su historial de empleo producto de la crianza de niños y el cuidado de enfermos. Muchas mujeres no reciben una pensión en su vejez por haberse dedicado toda su vida a las labores domésticas.
Otro factor que además afecta en las vidas de las mujeres pobres es el poco acceso a anticonceptivos, educación sexual, los derechos sexuales y reproductivos de manera oportuna, mientras un sector que puede pagarlo accede, son las mujeres trabajadoras y pobres quienes deben lidiar con las enormes esperas por una atención, que les nieguen el derecho al aborto si no quieren ser madres, que se les niegue incluso operarse por que no pueden mantener mas hijes.
La pandemia del COVID-19 y las diferentes crisis económicas mundiales han sido un factor que ha golpeado esta brecha en las mujeres y hombres, siendo los hogares encabezados por mujeres los más golpeados, ya que los empleos de las mujeres fueron más vulnerables en la pandemia y por las diferentes crisis, con despidos, reducción de personal, baja de salarios y recortes. Al mismo tiempo que los sectores sometidos a mayor presión son los trabajos feminizados como los de salud, educación y otros trabajos esenciales, agravando la salud mental de este sector. La carga de los cuidados y el peso creciente de la crisis del coste de la vida recaen de forma desproporcionada en las mujeres.
El estrés económico producto de la inflación, el alza de los precios de los alimentos, combustibles, etc, los despidos y bajos sueldos que viven las mujeres también contribuye a aumentar los niveles de estrés mental y físico.
No podemos esperar 132 años, ¡acabemos con la vida de miseria a la que somos arrojadas millones de mujeres trabajadoras y pobres!
Como feministas socialistas entendemos que esta brecha o las desigualdades ante la vida no se acabaran de la nada, ni mucho menos se solucionaran con mas accesos a puestos de poder como lo quiere mostrar el gobierno de Boric con su “gobierno feminista”, con muchas ministras, policias conductoras o con cargo altos, sin cuestionar el capitalismo ni el sistema neoliberal que dejo la dictadura de Pinochet, con privatizaciones y mas precarizacion laboral, que como dijimos mas arriba encabezan las mujeres trabajadoras y pobres.
Nosotras al contrario del gobierno de Boric y quienes se dicen feministas pero no cuestionan el problema de fondo, entendemos que para acabar con la brecha de género debemos proponernos acabar con este sistema de miserias, donde somos las y los trabajadores quienes nos llevamos la peor parte, generamos las riquezas para unos pocos, mientras a nosotras nos tienen en la pobreza, negandonos derechos tan básicos como a decidir sobre nuestros cuerpos y sexualidad, el acceso a un trabajo estable y con un sueldo acorde a nuestras necesidades.
Por ello es necesario que nos organicemos en nuestros lugares de trabajo, estudio y en las poblaciones, junto a las disidencias sexuales y nuestros compañeros donde podamos discutir cuáles son nuestras necesidades y como conquistarlas. No esperemos 132 años, conquistemos una vida que merezca ser vivida.
Gidget Guardiola
Trabajadora de la APS, Agrupación de mujeres y diversidad sexual "Pan y Rosas", Agrupación de trabajadores de la salud "Abran Paso"