El 1° de Mayo a fines de la dictadura: conmemoraciones obreras, los sindicatos, los partidos de izquierda.
Miércoles 22 de marzo de 2017 10:30
Fin de la dictadura y muchos actos
Luego de la derrota en Malvinas, el régimen militar se desfondó y Leopoldo Galtieri fue rápidamente reemplazado por el Gral. Reynaldo Bignone, quien se limitó a abrir el proceso electoral, tratando de obtener para las Fuerzas Armadas algunos resguardos para el futuro. Había llegado la hora de la democracia y de los partidos políticos. Llevó todavía algo más de un año desempolvar las urnas, que según una célebre declaración de Galtieri estaban “muy bien guardadas”. Un nuevo Estatuto de los Partidos Políticos dio pautas para la organización de esas asociaciones, estableciendo normas para la afiliación y las elecciones internas.
Propio de la situación que se vivía en el país -con la retirada de los militares, la apertura democrática, la movilización social y política, las elecciones en octubre- para la conmemoración de 1983 se dieron varios actos, conferencias, reuniones, hasta las más variadas manifestaciones.
Las declaraciones y comunicados fueron numerosos. Por su parte la UOM seccional Rosario expresó que “seguirá bregando por consolidar los principios de la justicia social, tan caras a los anhelos de la clase obrera”. Se hizo un racconto de lo realizado a través del sanatorio Rosendo García, de la entrega de viviendas y de una escuela para el barrio obrero y de la construcción de una escuela secundaria. Finalizando con estos conceptos: “que nadie dude que esta seccional no ha de dudar a través de sus estamentos de la política gremial en buscar coincidencias con los dirigentes nacionales de nuestro gremio y con todas las organizaciones hermanas, a los objetivos de plasmar la unidad en una sola CGT, terminando con los enfrentamientos estériles que tanto daño hacen a la clase trabajadora”. A su vez, el SMATA saludó a los trabajadores, y las 62 Organizaciones Peronistas (Línea Azopardo) instó “a los compañeros trabajadores a mantenerse unidos a sus organizaciones en la seguridad de que el triunfo será del pueblo, como lo fue en aquel lejano 1º de mayo de 1886 en que, no obstante las muertes y encarcelamiento que sufrió el pueblo trabajador, se consiguió el objetivo de ese momento: las ocho horas de trabajo”. (21)
Por su parte, la Comisión Directiva de la Agrupación Lista Marrón del Sindicato de Trabajadores Municipales organizó un acto en el Planetario Municipal, que consistió en la colocación de una ofrenda floral, minuto de silencio y palabras de los dirigentes. El “Centro de Trabajo para el Modelo Argentino”, adherido a la línea del MUSO del PJ, brindó un almuerzo “por la lealtad del trabajador peronista”.
Los otros comunicados fueron del Movimiento Nacional de trabajadores radicales “Juan Capillo”, Coordinadora de Acción Justicialista, Partido Intransigente, Sociedad Obreros Panaderos, Sindicatos de Obreros Marítimos Unidos (SOMU), Movimiento de Unidad de los Trabajadores de la Educación (MUTE), Comisión de Mujeres Bancarias, PTP, Juventud Sindical Peronista de la UOCRA, Movimiento Nacional Judicial Seccional Rosario, Ateneo Crisologo Larralde del Movimiento Renovación y Cambio, y la Línea de Apertura Santafesina del PDC.
El acto más importante fue el organizado por el MAS y se realizó el 29 de abril en Plaza Pinasco “para recordar la fecha que es un símbolo de las luchas de la clase obrera por sus reivindicaciones contra la explotación capitalista”, planteaba la convocatoria. Los oradores destacaron que el 1º de mayo no es un día festivo sino un “símbolo de trabajo, movilización y lucha” y la necesidad de terminar con el imperialismo y reemplazarlo por un sistema justo y nuevo, como el socialismo, ya que “su principio fundamental es la independencia política de la clase trabajadora”, señalo un integrante del centro de Estudiantes de Ingeniería. Luego habló como invitada María Rosa de White de la APDH, quien se refirió al documento sobre la subversión de la Junta Militar y dijo “que está muy lejos de constituirse en un aporte y que el gobierno no asume ante la nación ni el mundo sus responsabilidades”. Posteriormente Anita Labat de Magistral, del gremio textil, afirmó que “ya no podemos quedarnos en nuestras casas a esperar, porque corremos el riesgo de no poder defender nuestros derechos, hacerse socialista es querer una vida mejor”. A su turno, Alberto Pujals, integrante del Comité de huelga de Villa Constitución de 1975, informó que “el socialismo reunió los 7000 afiliados requeridos en esta provincia”, para luego expresar que “nuestro país necesita hacer una segunda lucha por nuestra independencia, la primera fue contra las tropas españolas, la segunda contra el imperialismo y los monopolios, que la van hacer los trabajadores”. Cerró el acto Rubén Visconti, integrante de la Junta Promotora Nacional del MAS, quien criticó el documento dado a conocer por el gobierno sobre la lucha contra la subversión y puntualizó “la necesidad de desapoderar a los que poseen la riqueza nacional, para supuestos beneficios futuros y ponerlos al servicio del pueblo. La tierra debe ser de los hombres que la trabajan. Debemos terminar con la especulación financiera, hay que sancionar a los que estafan y poner el comercio exterior en manos del pueblo. No pretendemos representar a toda la Nación argentina, donde unos tienen privilegios y otros sufren hambre, sino que queremos ser el partido de los desposeídos y de los que luchan por sus derechos. No queremos enemigos dentro del movimiento, ni traidores que rompan nuestros programas. A la fuerza del pueblo en marcha no hay Ejército que la derrote”. (22)
A su vez, la CGTRA de calle Italia, junto con las 62 Organizaciones y la Mesa de Agrupaciones Gremiales Peronistas, convocaron a una misa en la Iglesia San Antonio de Padua, de San Martín y Ayolas, y una concentración en el Cristo Redentor, depositándose ofrendas florales por los mártires del movimiento obrero. La CGT de calle Córdoba se manifestó reafirmando la decisión irrevocable de profundizar la acción en la defensa integral de los derechos adquiridos por la clase trabajadora, insistiendo en la inmediata normalización sindical, devolución de las obras sociales, la corrección de las políticas socioeconómicas que determinan la insuficiencia salarial y la reactivación del aparato productivo para reducir el alto índice de desocupación y subocupación existente. (23)
Entre los dirigentes que hicieron declaraciones estuvo Hugo Ortolan quien afirmó que “el pacto militar-sindical no le preocupa, y que el sector obrero esta unido más halla de la opinión de los dirigentes con el único propósito de defender sus propios intereses, y que su sector no siente ningún odio y queremos que lograr la felicidad de la célula más importante de la sociedad, que es la familia. La normalización sindical de producirá cuando se levanten las leyes restrictivas y se pongan en vigencia los derechos constitucionales”. Por su parte, en Buenos Aires, la CGT Azopardo, se declaró dispuesta a “valorar el proceso de institucionalización en la medida que se realice limpiamente y no se intente mostrar como democracia, acuerdos espurios o como símbolo de libertad la primacía de determinados sectores”. Tal postura fue subrayada en un extenso documento y constituía una advertencia al gobierno por lo que esa central obrera evaluaba como creciente relación entre los sectores militares y miembros de la CGT-RA y especialmente de las 62 Organizaciones de Lorenzo Miguel. (24)
Durante todos esos años, los comunicados y declaraciones de los distintos partidos políticos fueron clandestinos, producto de la represión que se vivía. De los pocos dados a conocer por la prensa, estuvo el comunicado de la Federación Santafesina del Partido Socialista Popular, que en 1981, planteaba “Saludo fraternal a los trabajadores de la de la provincia. La indecible decisión de luchar por el mejoramiento de la calidad de vida de los trabajadores argentinos. Necesidad de mejorar los salarios, congelar los precios de los artículos básicos de la canasta familiar y obtener el libre acceso a la vivienda, la salud y la educación”. Los socialistas abogaron por la plena organización y funcionamiento de los sindicatos, la vigencia de las convenciones de trabajo y la libertad de los presos políticos y gremiales”. (25)
Los trabajadores y el país marchaban hacía las elecciones, recuperando la democracia, dejando atrás años de represión, crisis económica, corrupción, como nunca había vivido la Argentina.
“La dictadura militar y el 1° de Mayo (I)”
“La dictadura militar y el 1° de Mayo (II)”
NOTAS
21.- La Capital, 2 de mayo de 1983, pág. 7.
22.- La Capital, 2 de mayo de 1981, pág. 9.
23.- Página 12, 24 de abril de 2011, suplemento Rosario 12 http://www.pagina12.com.ar/diario/suplementos/rosario/9-28406-2011-04-24.html
24.- http://www.circulomilitar.org/Co.htm