A través de un fideicomiso otorgado al ex jefe de recursos humanos Jorge Segon, la fábrica de ladrillos y cerámicos pretendió abrir sus puertas, sin embargo los trabajadores despedidos bloquearon la entrada. Una lucha que lleva 13 meses y continúa en pie.
Sabrina Ramírez @sabry.ram
Sábado 12 de diciembre de 2020 11:28
Tras trece meses de inactividad, la fábrica de ladrillos y cerámicos tandilense, Loimar reabrió sus puertas bajo un nuevo nombre: TandilCeram. A través de un fideicomiso los nuevos inversores decidieron hacerse cargo de la empresa y ponerla nuevamente en funcionamiento.
Jorge Segon, el apoderado del fideicomiso, y ex jefe de recursos humanos en Loimar, apostaba a volver a encender los hornos el jueves pasado, sin embargo, los trabajadores de la exLoimar realizaron una protesta frente a la planta para impedir el ingreso del personal.
Después de más de un año de lucha por la reincorporación, y el pago de sueldos adeudados, reclaman a la nueva firma que se tomen medidas necesarias para poder solucionar su situación.
Con quema de neumáticos, bombos y una bandera que anunciaba “empleados en lucha” reclamaron respuestas, luego de atravesar los duros meses de aislamiento por la pandemia, y de no bajar los brazos, movilizaciones y reclamos de por medio, tanto a los empresarios, como al municipio y al gobierno provincial.
La protesta se mantuvo durante los días sucesivos al intento de reapertura, y los más de 50 trabajadores que permanecen en lucha por recuperar su puesto de trabajo, lograron tanto que el personal pudiera ingresar a la planta, como la intervención policial y de infantería.
Los trabajadores de la exLoimar denuncian que las semanas previas tuvieron reuniones entre el sindicato, la empresa, Ministerio de Trabajo de Nación y también el provincial, sin embargo la empresa “decidió ir por el costado, de prepo, y abrir igual”.
También indicaron que la empresa busca generar un enfrentamiento entre trabajadores recontratados y quienes permanecen en lucha, incluso que los recontratados tuvieron que abandonar derechos conquistados: antigüedad, convenios, salarios adeudados, etc.
“Segon dejó claro en los medios de comunicación locales, que TandilCeram se va a encargar de la parte productiva, y Loimar va seguir estando en la parte administrativa y ventas, por lo tanto Loimar no dejó de existir. Por eso exigimos que las cosas sean claras, queremos saber cómo va a quedar nuestra situación, y queremos discutir en el Ministerio de Trabajo”, afirmaron.
Por su parte, desde TandilCeram decidieron realizar una denuncia penal por el impedimento de entrar a la fábrica en la Fiscalía General de Azul, y reclamaron ante el Ministerio de Trabajo, que los trabajadores sean llamados a negociar de manera individual, mientras los trabajadores exigen instancias colectivas, y aseguran que no se conformaron con pagos parciales.
La lucha de los trabajadores de Loimar comenzó en octubre de 2019 cuando la empresa de Juan Loitegui decidió despedir y suspender a decenas de trabajadores, algunos con 30 años de antigüedad. La respuesta fue un lock out patronal extorsivo y despidos ilegales.
Desde ese momento, los ceramistas comenzaron un acampe en los portones de la planta, que debieron abandonar cuando se decretó el Aislamiento Social, Preventivo y Obligatorio a nivel nacional, pero las banderas permanecieron en el lugar, símbolo de que no iban a bajar los brazos.
La solidaridad y la organización les permitió pasar los angustiosos meses de aislamiento, gracias a donaciones y fondos de lucha. Al avanzar los meses y sin respuesta por parte de la empresa ni del Estado, decidieron volver a las calles para continuar su reclamo y exigir al gobierno municipal y provincial, respuestas.
Hoy la lucha se reactiva, para el miércoles que viene esperan una audiencia en el Ministerio de Trabajo, “logramos mantener la batalla en la lucha por la defensa de nuestros puestos de trabajo, los compañeros siguen firmes en las convicciones, respetan las decisiones que se toman en asamblea. Vamos a seguir en el acampe hasta tener respuestas porque hoy la única bandera que nos queda es resistir”.