La fábrica de impresión de tarjetas telefónicas de Villa Martelli hasta el viernes mantuvo la producción, pero el sábado a la mañana se filtró un supuesto comunicado del directorio anunciando el cierre.
Lunes 27 de febrero de 2017 11:46
Un grupo de trabajadores se hizo presente en la puerta de la fábrica donde el personal de seguridad (para el cual la patronal contrató un refuerzo para el fin de semana largo) les confirmó mediante el mismo comunicado que la empresa había cerrado y que se tornaba inviable mantener los puestos de trabajo.
La situación alarmante de los trabajadores de Cedinsa no es nueva, sino que arranca desde hace tiempo. Particularmente desde hace poco más de un año que todos los meses la patronal viene despidiendo personal, cosa que pudo hacer gracias a la inacción de la Federación Gráfica Bonaerense que no tomó ninguna medida al respecto.
El volumen de trabajo bajó y la patronal planteó una crisis proyectando que no se puede sostener la fuente laboral. En contraposición, los trabajadores se enteraron de la existencia de varios pedidos de trabajo de clientes a Cedinsa que la misma rechazaba. Están los pedidos de trabajo, las máquinas y la dotación para seguir trabajando.
Los trabajadores pudieron confirmar que la empresa había saldado de un momento a otro las deudas que tenía con sus proveedores hace tiempo y que casi todas las máquinas de la planta habían sido vendidas a Autotrol (otra empresa del Grupo OCSA del que Cedinsa forma parte), quedando demostrado que “para algunas cosas” la plata la tienen.
Una vez enterados del cierre los trabajadores intentaron comunicarse con el sindicato sin éxito. Es urgente que el sindicato se haga presente para dar respuesta a esta situación que se viene viviendo desde tiempos anteriores con el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner.
Desde el gremio gráfico se dejó pasar cierres como el de Gráfica Cortiñas, Poligráfica del Plata, RR Donnelley, Worldcolor; en estas dos últimas las y los compañeros tomaron las plantas poniéndolas a producir bajo gestión obrera.
Hoy el conflicto testigo es el de los trabajadores de AGR-Clarín que están peleando contra el cierre de la planta de Pompeya también parte del gremio gráfico, el cual tiene que tomar cartas en el asunto. Debe tomar las medidas de lucha necesarias para que no siga pasando el ajuste de las patronales y el gobierno que quiere hacer pagar a los trabajadores. Muchos de ellos son sostén de familia; otros tienen problemas de salud producto de los trabajos realizados en planta afectándolos también en su vida personal. Mientras que la patronal los descarta cuando ya no puede exprimirlos de la forma que quisiera.
Es fundamental salir a difundir y denunciar el ataque que están sufriendo las y los trabajadores de Cedinsa y del gremio gráfico en general. La Federación Gráfica Bonaerense debe convocar con urgencia a un paro nacional activo con plan de lucha para enfrentar los cierres y despidos y parar el ajuste.