Sin lugar a dudas, la irrupción de la lucha magisterial marcó la coyuntura electoral y el fin de sexenio de AMLO.
Martes 4 de junio
En la Ciudad de México, los paros y movilizaciones por demandas centrales como el aumento salarial, la abrogación de la reforma educativa neoliberal de Peña Nieto y la Ley del ISSSTE del 2007, junto a otras demandas, comenzaron en noviembre y siguieron en diciembre y enero, con importante participación. Pero el movimiento pegó un salto con el paro nacional del 15 de abril convocado por la CNTE, y empezó a crecer con el llamado de la Coordinadora al paro nacional indefinido, que arrancó con la emblemática marcha nacional del 15 de mayo y la instalación del plantón magisterial en el Zócalo de la CDMX y de Oaxaca, con la participación de miles de maestras y maestros de las capitales y diferentes estados.
Con la negativa del gobierno a resolver nuestras demandas desde que se retomaron las mesas AMLO-CNTE el 1 de abril, luego de un sexenio de promesas incumplidas y con las elecciones en puerta jugando a nuestro favor, todos los días –hasta hoy- comenzaron a circular en las redes sociales informes de centros y escuelas de educación inicial, preescolar, primarias y secundarias sumándose al paro en la CDMX, lo cual se ha venido manifestando en las grandes movilizaciones en la capital, mientras que en estados como Guerrero, Michoacán, Chiapas, Oaxaca, Yucatán y otros, en donde también se instalaron plantones, se vienen desarrollando importantes acciones, entre las cuales destaca el bloqueo a la distribución de gasolina –provocando desabasto- en Tuxtla Gutiérrez; la toma de Pemex en Santa María El Tule, Oaxaca; la toma de las instalaciones del INE y del SAT en OAxaca; el bloqueo del Aeropuerto Internacional de la CDMX.
En el Zócalo capitalino, defendimos el plantón y resistimos frente a la embestida porril de la marea rosa y la derecha en el cierre de campaña de Xóchilt Gálvez, resultando varias maestras y maestros heridos. No cedimos tampoco ante el chantaje de la titular de la Secretaría de gobernación, Luisa Alcalde y el gobierno de Morena, y no se levantó el plantón para el cierre de campaña de Sheinbaum. Y durante el acto, se escuchó fuerte y claro, en voz del magisterio democrático: ¡Gobierne quien gobierne, los derechos se defienden! y ¡Mentira, no es cierto, nada está resuelto!, lo cual pone de relieve la necesidad de la organización política independiente del magisterio y la clase trabajadora.
El magisterio y la juventud por una Palestina libre
A la par que se iba desarrollando el movimiento magisterial, en Ciudad Universitaria (UNAM) se ponía en pie otro plantón, estudiantil y popular, como parte de la emergencia internacional del movimiento estudiantil contra el genocidio en Palestina. Rápidamente se tendieron lazos entre ambos sectores y el magisterio en lucha abrazó la causa de nuestra juventud haciéndola propia, con banderas y consignas en las marchas, con un mural en la fachada de la sede nacional de la CNTE, y ahora, con una carpa del movimiento en solidaridad con el pueblo palestino en el plantón del Zócalo, desde donde se realizan actividades político-culturales.
Como está ocurriendo en otras partes del mundo, especialmente en el sector educativo, la causa palestina es un punto en común para unir luchas de estudiantes y trabajadores, para detener la reacción imperialista que hoy arrasa con la vida de las infancias, mujeres y hombres. Porque como clase trabajadora sabemos que luchar por nuestros derechos laborales como por nuestros hermanos de clase en cualquier parte del mundo, es parte de la misma lucha. Por eso también debemos amplificar la exigencia de la ruptura de las relaciones con Israel y de ser necesario poner nuestros métodos de lucha como el paro, para lograrlo.
Fortalecer la autoorganización para arrancar todas las demandas
Hasta el momento, y gracias a la fuerza del movimiento, logramos incrementar el raquítico aumento salarial anunciado el 15 de mayo, que pactaron los charros del SNTE con AMLO. Un logro que se quieren adjudicar los charros con mentiras que indignan cada vez más a la docencia, y fortalecen los paros, porque, en realidad fue la muestra de que vale la pena luchar.
Sin embargo, el nuevo aumento sigue siendo muy bajo a comparación con el 138% perdido del poder adquisitivo, además de que las autoridades se niegan a dar marcha atrás en dos de las principales demandas como las reformas estructurales implementadas por los gobiernos neoliberales: la Reforma educativa y la Ley del ISSSTE de 2007. Pero les hemos arrancado ya la reinstalación de maestros cesados por luchar contra la reforma educativa de EPN, e impusimos la apertura de negociaciones efectivas por justicia a los familiares de los 43 normalistas desaparecidos.
Por lo mismo, y a pesar del desgaste, desde las bases se sigue expresando un importante ánimo de continuar la lucha, como vimos en la multitudinaria marcha del 31 de mayo, en la gran Asamblea de Representantes de la Sección 9 Democrática y en la nutrida Asamblea de Coordinación de la Sección 10-CNTE el 1 de junio, y ahora en los nuevos paros para acompañar la mesa con el presidente este 4 de junio.
Para que triunfe la lucha de la CNTE que estamos dando miles de maestr@s, desde la agrupación Nuestra Clase, además de participar en a diario del plantón, las asambleas y movilizaciones, generamos materiales audiovisuales e impresos y difundimos todas y cada una de las acciones mediante La Izquierda Diario y las redes sociales, haciendo llegar esta lucha a los lugares más recónditos del país donde el cerco mediático impedía que la docencia se entere. Hemos puesto todas nuestras fuerzas para el desarrollo del movimiento, mediante la organización democrática desde las bases, impulsando paros en nuestras escuelas y conformando los comités de lucha de la CNTE en Coyoacán, Iztapalapa, Álvaro Obregón y otras alcaldías, planteando la necesidad de asambleas en todas las escuelas y la coordinación por zona, impulsando brigadeos masivos para que nuevas escuelas se sumen a los paros, proponiendo también asambleas unitarias de las secciones capitalinas (9, 10 11 y 60 del SNTE) para coordinar unitariamente los paros y las acciones y así multiplicar nuestras fuerzas.
Al mismo tiempo, proponiendo en las asambleas la necesidad de que este movimiento avance también hacia la lucha contra el charrismo sindical, por la democratización del SNTE, para transformarlo en una herramienta efectiva en defensa de nuestros derechos y de la educación pública. Porque creemos que, como primer paso para recuperarlo, la CNTE podría impulsar la unidad de las filas magisteriales, llamando a las bases del SNTE en todo el país a ser parte de este movimiento por mejores condiciones laborales, convocando a comités y asambleas en todas las escuelas para extender esta marea roja de lucha magisterial.
Para fortalecer la lucha, también proponemos de forma permanente, la necesidad de que la dirección política de la CNTE llame a los sindicatos que participan en la Conferencia de las Resistencias, como los de la Unión Nacional de Trabajadores y la Nueva Central de Trabajadores, además de todos los sindicatos del sector educativo, muchos de cuyos integrantes son madres y padres de familia, para sumarse a las movilizaciones, a las guardias del plantón y por ejemplo, organizar un plan de lucha con paros solidarios con nuestra lucha, que podrían ser escalonados y unas horas cada semana. Mostrando así la fuerza y contundencia de la clase trabajadora y su solidaridad efectiva.
Después de las elecciones, consideramos indispensable mantenernos organizados para hacerle frente al autoritarismo creciente en las escuelas, así como para continuar la lucha o prepararnos para un segundo round bajo el gobierno de Claudia Sheinbaum y en unidad con madres y padres de familia, estudiantes, sindicatos y otros sectores de trabajadores y populares, y seguir dando batalla por las demandas irresueltas, y el aumento al presupuesto educativo –y no para la militarización y los megaproyectos- para la creación de más escuelas y mejorar las condiciones actuales, entre muchas otras.
En esa perspectiva, llamamos a todas las maestras y maestros, trabajadoras y trabajadores de la educación críticos, que le apuesten a la organización democrática desde las bases, con independencia política del gobierno, los partidos oficialistas y los de la oposición, a agruparnos para llegar a más compañer@s y a más escuelas con estas ideas, para fortalecer la organización y la lucha de la CNTE y del magisterio democrático.