Ambiente. La mesa va a estar servida con veneno: el gobierno aprobó el trigo transgénico HB4

Una vez más, sin escuchar las voces que vienen de los pueblos fumigados, colectivos científicos independientes y el movimiento ambiental, el gobierno de Alberto Fernández publicó en el Boletín Oficial que autoriza el trigo transgénico HB4 en Argentina.

Esta semilla está modificada genéticamente para adaptarse a suelos secos o salinos y resistir al Glufosinato de Amonio, un agrotóxico que mata muchísimos más insectos que el glifosato y que arrasa con la salud de las poblaciones.

La empresa Bioceres es la encargada de impulsar esta semilla, utilizando conocimiento generado por el Conicet. Hugo Sigman y Gustavo Grobocopatel son sus principales accionistas e hicieron lobby junto al ministro de Agricultura, Julián Domínguez, para que esta semilla entre en el país.

Argentina utiliza alrededor de 525 millones de litros de agrotóxicos glifosato por año, siendo el país con mayor consumo de este compuesto en el planeta, en términos de cantidad de población.

Hay poblaciones enteras con cáncer, leucemia, parkinson, asma porque sus casas y escuelas son permanentemente fumigadas. Pero no solo afecta a los que viven cerca, impacta también en la mesa de todos los comensales.

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Las frutas y verduras que estamos comiendo nos están enfermando y con el Trigo HB4 el pan, la pizza, los alfajores, las galletas, pastas y facturas van a ser una producción cargada de veneno.

Organizaciones ambientales, familias de los pueblos fumigados y trabajadores de todo el país se movilizan este sábado 21 de mayo en una nueva marcha mundial contra Monsanto, Bayer y Syngenta. Bajo la consigna "los gobiernos son cómplices, digámosle no al trigo transgénico HB4" miles coparan las calles en defensa de su salud y el ambiente.