Importantes economistas como Andrés Solimano, ex director del Banco Mundial, ya alertaron que la reforma tributaria de Piñera apunta a una mayor concentración de las fortunas en Chile. Indicando que abiertamente beneficiará a los mismos empresarios rentistas de siempre.
Sábado 25 de agosto de 2018
El pasado martes 21 de agosto, Piñera anunció por cadena nacional una modificación al actual sistema tributario.
La reforma que ingresó Hacienda al parlamento contiene 291 páginas donde se propone un sistema tributario único, donde las empresas tributen una misma tasa y las pymes, a una tasa menor. Se propone de esta manera integrar la tributación de las empresas con aquellas personales, que en términos sencillos significa juntar las tributaciones de las empresas y la de sus dueños, disminuyendo con esto el aporte tributario individual.
Se trata de una medida que globalmente significará para el estado 428 millones de dólares anuales, pero concentrados en sectores económicos no tradicionales. Según el ex director del Banco Mundial, Andrés Solimano, “Nadie habla de tocar las grandes utilidades que tienen los ya reconocidos sectores rentistas, Isapres, AFP, los bancos, la minería privada, entre otras, pero si van a gravar a Uber, Nexflix, la importación de libros. Yo creo que están malas las prioridades, no se pueden poner impuestos a actividades que son intensivas de nuevas tecnologías y dejar tal cual al sector rentista, extractivista y financiero, que goza de gigantes utilidades. Creo que están malos los énfasis”.
Además también cuestionó la suposición que el dar mayores utilidades a las empresas signifique mayor inversión en materiales y equipos, a propósito de que históricamente no se ha realizado, e incluso hoy hay destrucción de empleos, con los cierres y quiebras de los últimos meses.
Los "beneficiados de siempre"
Ya el actual ministro de Hacienda, Felipe Larraín, causó revuelo con su lapsus de honestidad donde quedaron sumamente claras sus prioridades al rechazar la propuesta de quitarle el IVA a los libros argumentando que "si le saco el IVA a los libros, después me van a pedir por alimentos de primera necesidad, y después por medicamentos".
Y es que a los empresarios no les interesan las condiciones de vida del pueblo trabajador, sino que solamente aumentar su margen de acumulación de riquezas. Demostrado explícitamente por el ministro y también de manera disimulada en esta reforma tributaria, en el estatuto laboral juvenil -disfrazado de mayor empleo para la juventud- en los despidos, en las quiebras y cierres de fábrica que se han multiplicado en el último tiempo.
Impuestos a las grandes ganancias para mejorar las condiciones de vida
Finalmente en función de esta discusión se deja entrever la oposición que existe entre los intereses de los trabajadores y los empresarios, en dónde estos ultimos se enriquecen a costa de de empeorar las condiciones de vida del pueblo trabajador.
Por lo mismo, no se podrán asegurar las necesidades básicas sin atacar directamente las ganancias de los empresarios, es decir, poner en discusión un impuesto a las grandes fortunas junto con la expropiación bajo gestión de los trabajadores de las empresas que saquean nuestros recursos naturales.
De esta manera se puede garantizar tanto las necesidades más básicas, como alimentación, educación y salud, y además el necesario acceso a la cultura como lo son los libros y la tecnología informática.
