Akal Argentina está realizando una serie de entrevistas y diálogos en Instagram con intelectuales y autores que han publicado libros en esa editorial en los últimos meses, entre ellos Atilio Borón y Ricardo Forster. Como parte de este ciclo se realizó la entrevista a Josefina L. Martínez y Cynthia Burgueño, autoras de “Patriarcado y capitalismo. Feminismo, clase y diversidad”, publicado en Argentina en marzo de este año.
“Hay un cruce muy claro entre el racismo y la cuestión de género, porque las mujeres migrantes son de las más explotadas de la clase trabajadora”, aseguró Josefina Martínez en la entrevista, que abordó diversos temas: el feminismo liberal y la falsa idea de la sororidad entre todas las mujeres más allá de su pertenencia de clase; el discurso “antigénero” de la extrema derecha y las trampas del “mal menor”; las consecuencias de la pandemia, que agrava la precariedad de las mujeres trabajadoras; o la lucha por terminar con el capitalismo y por una sociedad sin opresiones ni explotación.
“No hay sororidad posible entre todas las mujeres cuando existen trincheras de clase enfrentadas”, explicó, haciendo referencia a la figura de Ana Botín, la presidenta del Banco Santander, quien ocupa el ranking entre las mujeres más ricas del mundo. Las mujeres que luchan por tener una vivienda, por no ser expulsadas de sus casas, o las mujeres que ocupan tierras en Argentina, no comparten nada con mujeres como Ana Botín, que han seguido acumulando millones durante la crisis. “El feminismo liberal oculta las profundas diferencias de clase que hay entre las mujeres”. También es falsó, señaló, que la llegada de una mujer al gobierno cambie la situación de las mujeres: “Miremos la Alemania de Merkel”.
Carlos Capasso, de Editorial Akal, preguntó sobre la crisis que se ha abierto con la pandemia y el debate entre algunos intelectuales acerca de las posibilidades de un colapso del capitalismo. “Las pandemias y el desempleo crónico son muestras de la barbarie a la que lleva el capitalismo”, respondió Josefina Martínez. “Pero el capitalismo solo no va a caer, hay que derrotarlo con una poderosa fuerza social, que nosotras pensamos que está en la clase obrera a nivel mundial, las mujeres y la juventud”.
“En esto retomamos el pensamiento de Rosa Luxemburgo, en el sentido de que no es posible humanizar el capitalismo. Ella dice que pensar que es posible humanizarlo, es como pensar que el mar de la amargura capitalista se puede transformar con pequeñas cucharadas de políticas democráticas. Y eso es bastante utópico”, señaló Martínez.
En la entrevista se aborda también la situación generada por la pandemia en el Estado español y la criminalización que se hace desde los gobiernos hacia los sectores populares y juveniles. “Antes dijeron que la culpa del contagio era la manifestación del 8M, ahora dicen que son los barrios pobres, o los jóvenes, o las personas migrantes. Siempre tratan de culpabilizar a sectores que se movilizan o sectores populares. Lo que no dicen es que durante 20 años se recortaron los presupuestos de sanidad, se despidió a decenas de miles de enfermeras y médicos, las residencias de ancianos, que fueron uno de los focos con mayor cantidad de muertos, fueron entregadas a empresas privadas que hacían negocios y no les importaba la vida de las personas mayores."
Por su parte, Cynthia Burgueño abordó cómo la pandemia afecta en particular a las mujeres trabajadoras: “Si antes sectores de trabajadoras, aquí y en el mundo, han estado en primera línea luchando y autoorganizándose contra la precariedad laboral, la explotación y las múltiples violencias de género, hoy frente a la crisis del coronavirus están otra vez en la primera línea de las tareas de la producción y la reproducción. Tareas que hoy se consideran esenciales, pero que el sistema capitalista y patriarcal históricamente las ha ubicado en las últimas de las categorías, infravalorándolas, para imponer mayor explotación, todo tipo de brechas y desigualdades.
Burgueño también explicó que esta crisis se concreta en tres esferas: en los despidos masivos en sectores sin contrato o de contratos precarios; en una mayor explotación en los sectores esenciales altamente feminizados (limpieza, sanitarios o supermercados); y en la esfera que corresponde a los cuidados, ya sea en el hogar o como trabajos asalariados.
“En nuestro libro ’Patriarcado y Capitalismo’ dedicamos un capítulo especial a esta última cuestión, porque la crisis develó que, bajo este sistema capitalista patriarcal, todas estas tareas de cuidados son necesarias para la reproducción de la fuerza de trabajo y que son un sostén fundamental de la producción del capital”, explica. La autora también cuestionó las teorías que buscan analizar las esferas reproducción-producción como sistemas separados, pasando por alto los vínculos cada vez más directos entre el trabajo del hogar y la explotación laboral.
“Las tareas de cuidados no pertenecen exclusivamente a la esfera privada; cuestión expuesta en plena pandemia cuando las condiciones laborales en los trabajos asalariados vinculadas a los cuidados también se están haciendo insoportables para las trabajadoras”, afirmó.
Ambas autoras se refirieron también a la lucha por el aborto en Argentina y en América Latina:
“El derecho al aborto es una cuestión de vida o muerte, aún más en tiempos de pandemia en los que abortar de manera clandestina es aún peor. Por eso es doblemente criminal que en el gobierno en Argentina siga cajoneando el proyecto de ley y no sea una prioridad después del movimiento de la marea verde, un movimiento que sigue vivo por un derecho que es elemental como es el del aborto legal, libre y gratuito”.
Finalmente, sintetizó el objetivo que tuvieron como autoras al escribir el libro “Patriarcado y capitalismo”:
“Como parte del movimiento de mujeres y feminista, en el que nosotras participamos cromo parte de la agrupación internacional Pan y Rosas, el libro busca aportar el punto de vista de un feminismo marxista, un feminismo que necesariamente es anticapitalista, antirracista y antiimperialista. Y por eso un libro militante, en debate colectivo con nuestras compañeras de Pan y Rosas, cuyo prólogo escribió Andrea D’Atri, fundadora de Pan y Rosas en la Argentina. Y es militante porque trata de analizar, pero a la vez posicionarse, sobre distintos temas de actualidad como el feminismo liberal, la feminización de la fuerza laboral, la cruzada antigénero de la extrema derecha, la islamofobia, el racismo y las migraciones, el debate sobre la prostitución, la lucha por la liberación sexual y contra la violencia machista, y algunos aportes a los nuevos debates del feminismo anticapitalista. Nos posicionamos en todos estos debates desde el punto de vista de un feminismo revolucionario, dejando planteada la perspectiva de luchar por una sociedad de nuevo tipo, porque el capitalismo condena a gran parte de la población a tener que luchar para sobrevivir”.
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