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Red Internacional
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Editorial. La protesta social: ¿quién atiende los reclamos obreros y populares?

Los trabajadores toman las calles para exigir por sus reclamos: pase a planta permanente, aumento salarial, reincorporación a sus puestos de trabajo y por los planes sociales. El Gobierno envió fuerzas de seguridad para amedrentarlos, otra forma de represión. La respuesta del Frente de Todos a la crisis social.

Rosa D'Alesio

Rosa D’Alesio @rosaquiara

Sábado 17 de julio de 2021 10:06

Este jueves hubo una jornada de movilizaciones en el AMBA. Distintos sectores en lucha por sus reclamos salieron a las calles. Unieron sus fuerzas y coordinaron acciones comunes. Les sobran motivos, entre ellos estuvo el pase a planta permanente, por salario, por tierra y vivienda, contra los despidos. Los protagonistas fueron los tercerizados ferroviarios, personal de salud del Hospital Garrahan, EMA-Edesur, Bimbo, la Asamblea Permanente de Guernica, organizaciones piqueteras.

Algunos reclamos llevan meses, otros recién comienzan. Los trabajadores del Hospital Garrahan, por ejemplo, llevan adelante desde los primeros días de este mes, una lucha contra el acuerdo paritario de miseria que propusieron los Gobiernos con la burocracia sindical de UPCN y de ATE.

Jornada de lucha obrera y popular.Ocupados y desocupados, tierra y trabajo: una sola lucha

Los trabajadores de la panificadora de Bimbo, planta San Fernando, desde mayo vienen enfrentando los despidos. Los empresarios, tras un incendio en la planta, los deja sin su fuente laboral, mientras que los trabajadores reclaman que los trasladen a otras plantas que el grupo empresario tiene en el AMBA. Los trabajadores de la tercerizada de Edesur, EMA Servicios, desde abril reclaman la reincorporación de los despedidos. Hace meses, además, exigen el pase a planta permanente. Ellos, junto a trabajadores de la salud, se manifestaron en el Obelisco. También hacia el Obelisco marcharon distintas organizaciones del movimiento de desocupados y cooperativistas, entre ellos el FOL y el MTD.

Por su parte, los vecinos de la Asamblea Permanente de Guernica se hicieron presente en el corte del ferrocarril Roca -a la altura de Avellaneda-. Acompañaron a los obreros de la empresas tercerizadas MCM, Comahue y Líderes que trabajan en las líneas Roca, Mitre y San Martín en su lucha por el pase a planta permanente, a la vez que levantan ahí la bandera de la lucha por tierra y vivienda. También estuvieron acompañados por otras organizaciones de trabajadores, así como por centros de estudiantes y agrupaciones juveniles.

Todxs salen a la calle contra el ajuste. Con una inflación que anualizada alcanzó el 50 %, la desocupación se encuentra por arriba del 10,2 %, las personas con problemas de empleo abarca al 26,7 % de la población, en tanto la pobreza ascendió al 42 %.

Son datos de una crisis social, que no sólo provoca la herencia del macrismo, ni la pandemia, que seguro afecta, sino por las decisiones y políticas del gobierno de Alberto Fernández y Cristina Kirchner.

Frente a estos reclamos el Gobierno respondió con la saturación de uniformados a los trabajadores ferroviarios. Rodeó a los trabajadores para amedrentarlos, con un fuerte operativo de la Infantería de la Policía Federal en el lugar, así como de la Policía Bonaerense. Durante horas los manifestantes soportaron la amenaza de la represión, mientras el Gobierno se negaba a recibirlos.

No solo eso, sino que además envió -como es costumbre de todos los gobiernos-, infiltrados a la manifestación. Trabajadores descubrieron a tres miembros de las fuerzas de seguridad, dos policías bonaerenses y una gendarme, infiltradas como “manifestantes”. Un accionar ilegal ante una protesta laboral.

Infiltraciones ilegales, una práctica de todos los gobiernos

Este jueves, una integrante de Gendarmería y dos de la Policía Bonaerense de la comisaría de Avellaneda, estaban infiltradas entre los manifestantes, que se encontraban a la altura de la Estación Darío y Maxi. Se trata de las fuerzas federales y las fuerzas provinciales que responden a Sergio Berni. Recordemos, que este último, tiene una larga experiencia en infiltrar luchas obreras. Él mismo se camufló en la lucha de los mineros de Río Turbio, cuando Néstor Kirchner gobernaba la provincia de Santa Cruz.

Bajo el gobierno de Cristina Kirchner el propio Sergio Berni, como secretario de Seguridad de la Nación, envió a Gendarmes a infiltrarse en la lucha de los trabajadores de la autopartista Lear. Se trataba del coronel retirado Roberto Galeano, reciclado por Sergio Berni en la Gendarmería, que se lo conoció como “el canoso de barba”, quién se infiltró en una de las numerosas manifestaciones de los trabajadores despedidos.

Antes, también bajo el gobierno de la expresidenta, cuando las fuerzas de Seguridad estaban bajo el mando de Nilda Garré, se conoció que en múltiples luchas hubo infiltrados. El llamado Proyecto X fue un emblema de esta práctica ilegal, que el gobierno de los “derechos humanos”, llevó adelante para criminalizar la protesta social, mientras afirmaba lo contrario: “no reprimir la protesta social”.

Repasar estos hechos -que no pretenden hacer un exhaustivo recorrido-, es importante para entender lo que buscó el gobierno este jueves. Como se vio en el Proyecto X, la información que recogían los infiltrados después se transformaba en causas judiciales. Durante los gobiernos kirchneristas llegó a haber más de 5000 trabajadoras y trabajadores procesados.

Tren Roca.Grave provocación: el Gobierno infiltró policías y una gendarme en protesta de tercerizados

La represión a las luchas obreras es la contracara del ajuste en curso que paga el pueblo trabajador. Tan solo un mes atrás, en el emblemático Puente Pueyrredón, cuando se llevaba a cabo una jornada de lucha por trabajo, salario, techo y vivienda, por el pase a planta, contra la precarización y los despidos, el Gobierno de Alberto Fernández, a través de Gendarmería y Prefectura, reprimió a los trabajadores de EMA y MCM, que junto a docentes y demás trabajadores, se manifestaban contra la crisis económica, sanitaria y social.

Este mismo jueves, pero en la Ciudad gobernada por Horacio Rodríguez Larreta, también hubo represión. Por la noche se desalojó a los palos a sectores sociales que se manifestaban frente al Ministerio de Desarrollo, ubicado en la Avenida 9 de julio y Belgrano.

Saturación policial ante las manifestaciones o represión directa son parte de las “respuestas” que dan el Gobierno y la oposición patronales a quienes resisten y enfrentan el ajuste en curso. Un ajuste que, más allá de los discursos oficiales sobre la herencia recibida del macrismo, se debe a las políticas de ajuste llevadas adelante por el gobierno de Cristina Kirchner y Alberto Fernández.

A pesar de denunciar el carácter ilegal de la deuda macrista, han decidido pagarle al FMI y a los acreedores internacionales dólar sobre dólar. Y esto a costa de presupuestos como el de salud. Es imposible separar ese ajuste de la crisis de un sistema sanitario que, entre otras cosas, llevó a la Argentina a la dramática cifra de más de 100.000 muertes por la pandemia. Absolutamente evitables, si hubieran llevado adelante el correspondiente plan de vacunación, testeos y protocolos para evitar los contagios.

Alberto Fernández junto a todo el plantel de funcionarios, decidieron cumplir con los intereses de los bancos y organismos internacionales. De las promesas de campaña, de privilegiar a los más postergados, no quedan más que las palabras.

Como destacó recientemente en una entrevista Myriam Bregman, candidata a diputada porteña por el FIT-Unidad, cuando consultaban su opinión por la tarjeta alimentaria: “El gobierno te muestra como una gran conquista parches de ayuda alimentaria, pero lo cierto es que la desigualdad es mayor. ¿Esto es lo mejor que se puede lograr? E insisto, si ven el presupuesto nacional el gasto social se redujo un 42,2 %. Por ejemplo, sacó el IFE el año pasado. Y esto es para cerrar los acuerdos con los acreedores privados y el FMI”.

En alusión a la frase de Alberto Fernández, Bregman sostuvo: “el gobierno no cumplió ninguna promesa, por lo contrario, entre los jubilados y los bancos terminaron beneficiando a los bancos. El gasto social del año pasado a este bajó un 42,2 %, eso es un ejemplo total”.

Bregman: “Con una izquierda fuerte el descontento con el Gobierno no se irá a la derecha”


Rosa D’Alesio

Militante del PTS, columnista de la sección Libertades Democráticas de La Izquierda Diario; se especializa en temas de narcotráfico y Fuerzas Armadas.

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