El Índice Mensual de Actividad Económica (Imacec) cayó 0,9% respecto de igual mes de 2022. De esta manera, Chile se acerca aún más a la recesión. Pero no todos pierden de igual manera. Mientras los empresarios continúan recibiendo jugosas ganancias, el gobierno sigue ajustando a los trabajadores.
Martes 3 de octubre de 2023
Imagen de Diario Financiero
Pese a que el gobierno se aferra al relato de que estamos en curso de una recuperación de la actividad económica, los datos del Imacec de agosto parecen desmentir tal optimismo. Empujados por el alza de la actividad económica de julio y por el alza en la producción de bienes y servicios, el gobierno estimaba que el país se encaminaba a una recuperación de la actividad económica.
Sin embargo, los datos de agosto muestran que si bien la actividad industrial anotó un alza, la caída en la circulación de bienes y el consumo parecen echar por tierra dicho pronóstico. O dicho en otras palabras, no es que el gobierno se equivocó en sus estimaciones completamente, el problema es que las medidas que han adoptado están beneficiando las ganancias empresariales mientras el poder adquisitivo de la clase trabajadora no deja de caer.
El desagregado de los datos nos muestra que la producción de bienes creció 2,1%, resultado que se explicó por el aumento de 2,7% del resto de bienes, en particular por el valor agregado de la generación eléctrica. También presentaron resultados positivos la minería y la industria, con tasas de 1,7% y 0,5%, respectivamente.
Sin embargo, la actividad comercial presentó una disminución de 1,9% en términos anuales. Este resultado fue determinado en mayor medida por el comercio minorista, donde destacaron las menores ventas en supermercados, grandes tiendas y establecimientos especializados de prendas de vestir. Es decir, las familias trabajadores tienen menos recursos para acceder a bienes básicos, mientras los empresarios continúan acumulando ganancias a base de la especulación y de los altos precios que los benefician. El resultado es que la actividad económica se contrae, pero no todos sufren la caída de la misma manera.
Es decir, pasamos de la promesa de un impuesto a los ricos y de una reforma tributaria, a mayores beneficios a los empresarios y a las transnacionales mineras para que continúen saqueando nuestros recursos, con la falsa premisa neoliberal que dejando que los ricos roben impunemente significa que crece la economía y chorrea a los de abajo. Siguen queriendo que nos conformemos con las migajas que caen de la mesa de los empresarios, al igual que los gobiernos neoliberales de la derecha y la concertación.
El gobierno, buscando dar señales de tranquilidad, no encontró una solución más “ingeniosa” que culpar a los profesores. Según declaró el ministro neoliberal Mario Marcel, defendido a ultranza por el Frente Amplio y el Partido Comunista, "si uno mira la desagregación de esta cifra, lo que vamos a ver es que el componente negativo está concentrado en el sector de servicios y está fundamentalmente explicada por el paro de profesores que afectó a la educación pública durante una semana en el mes de agosto y además por la suspensión de clases con motivo de los temporales que afectaron a la zona centro-sur durante ese mes. Eso explica prácticamente la totalidad de la cifra negativa mensualizada"
Es decir, el llamado de este gobierno de izquierda es a no movilizarse, mientras despiden a 6.300 trabajadores de la salud pública, precarizando aún más el servicio a los usuarios, y ajustando en cerca de US$2.000 millones de dólares en recorte principalmente en puestos de trabajo y planes sociales. No pueden quejarse de que siga creciendo la derecha si sus políticas atacan al pueblo trabajador, mientras empresarios como Luksic reciben como regalo de las AFP, con dinero sustraído a todos los trabajadores, casi 2,1 Puntos del PIB en inversiones para sus empresas.
Quienes nos paramos de la perspectiva de luchar por los intereses de la clase trabajadora no podemos apoyar a un gobierno que hace demagogia con nuestros derechos mientras nos roba para garantizar la ganancia empresarial.
Hace falta que sigamos redoblando los esfuerzos para levantar una alternativa de la izquierda socialista y de los trabajadores que ponga la economía en las manos de nuestra clase, para que esta crisis no la pague el pueblo con su hambre, sino que los empresarios con las riquezas que saquean a nuestro país.
Ιωαχειν
Editor y columnista de la Izquierda Diario