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Córdoba. "Las mujeres tenemos que salir o salir, porque todo lo que esta atrás depende de una"

Conversamos con Florencia, trabajadora de limpieza, organizada en Empleados de Limpieza Unidos (EDLU), que nos cuenta su experiencia de lucha y organización por condiciones de trabajo digno con sus compañeras y compañeros.

Martes 11 de mayo de 2021 15:25

Conversamos con Florencia, trabajadora de limpieza, organizada en Empleados de Limpieza Unidos, que nos cuenta su experiencia de lucha y organización por condiciones de trabajo digno con sus compañeras y compañeros.

El otoño arrancó un poco después del día internacional de las y los trabajadores, el martes 4 de mayo en una fría lluviosa mañana se escuchó el reclamo en el centro de Córdoba de los Empleados de Limpieza Unidos (EDLU) que vienen movilizándose desde Octubre del 2020 por mejores condiciones de trabajo y por la reincorporación de trabajadores despedidos.

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Al finalizar el corte, dialogamos con Florencia, quien nos contó su experiencia y conclusiones de lucha.

LID: ¿Hace cuánto que trabajas y como empezaste en la empresa de limpieza?

F: Siempre trabaje, comencé de jovencita, limpiando en una casa de familia cuidando a cuatro chicos, me pagaban muy poco. Después cuando nació mi segunda hija, el padre se fue y estuve cinco meses buscando trabajo, conseguí limpiando colectivos, pero era tan duro el trabajo que no aguanté. Tenía 5 minutos para limpiar el coche, corría, volví esa madrugada a mi casa empapada y hacía frio, en ese momento estaba amamantando además, y cuando llegue al otro día a trabajar, le dije al encargado que no podía quedarme, y me volví.

Ahí fue que me enteré que estaban tomando gente en la empresa de limpieza donde estoy ahora. Y comencé trabajando cuatro horas, después ya fueron ocho horas, pero en dos turnos, así es que a la siesta aprovechaba para hacer alguna changa y limpiar casas. Estaba todo el día afuera. Encima no nos pagaban nada, me acuerdo que nos enterábamos de que las otras compañeras cobraban aguinaldo y a nosotras no nos lo pagaban, nos decían que nos daban un premio que era un tercio de lo que nos tenían que pagar.

Estuvimos seis años así, hasta que me animé a hablar y le dije a la administradora lo que pasaba, que así no podíamos seguir porque además si te tomabas vacaciones te descontaban, o sea que no eran vacaciones. Y ella habló con el dueño de la empresa y así mejoro un poco nuestra condición. De todos modos, en promedio, ganamos siempre la mitad de lo que esta la canasta familiar, en promedio.

LID: ¿Y cómo fue que empezaste a participar de las movilizaciones?

F: Mi hermana escuchó en la radio que se iba a hacer la movilización y a mí me había llegado por un grupo de WhatsApp. Sabía que era por fuera de la conducción del sindicato, que nunca hacen nada por nosotros y nos basureaban todas las veces. Cuando participé de la movilización me acuerdo que me encantó, sentí como que era ese lugar para para sacar toda esa rabia contenida, que estábamos todos y todas juntas contra un mismo enemigo, que teníamos los mismos problemas.

Antes no me pasaba. Cuando el colectivo se desviaba por algún corte o alguna marcha yo protestaba. Pero después empecé entender el porqué y que los trabajadores tienen que salir porque si no nadie va a pelear por ellos.

Me sentí identificada con todas las luchas, me emocionó mucho cuando los chicos de LA RED nos empezaron a acompañar, y sobre todo los feriantes, las docentes, porque ellas y ellos iban a acompañarnos a nosotros y tenían mucho para pelear por ellos también.

LID: Desde que se conformó EDLU (Empleados de limpieza Unidos) comenzaron a movilizarse desde Octubre del 2020 y hoy siguen organizados ¿Cómo fuiste viviendo ese proceso, y cuales fueron tus conclusiones a lo largo de la lucha?

F: Uno de los momentos que más recuerdo que me cambió, fue conocer lo que estaba pasando en Guernica, me acuerdo que en una marcha, una de las compañeras de LA RED me invitó a una asamblea de trabajadores precarizados y allí escuché el testimonio de esas mujeres, me emocionó mucho porque yo y mis hijas pasamos por la misma situación. Nosotras estamos en un terreno que ocupamos durante meses, fue muy difícil, dormía sola en una carpa, y después me iba a trabajar hasta que pude empezar a construir con la ayuda de mi familiar.

Cuando vi a las madres y a los chicos contando que los habían sacado de lo que ellos soñaban que era su hogar, sentí que a mí me podría haber pasado lo mismo, y sentí su lucha en carne propia, me conmovió muchísimo. Ver a todas las mujeres organizadas, era muy bueno, luchando por un lugar para vivir para sus hijos, las mujeres a la cabeza de esa lucha.

Creo que las mujeres, y sobre todo las que somos sostén de hogar, peleamos con más fuerza, tenemos que salir o salir, porque todo lo que esta atrás depende de vos, como mujer, como madre, como trabajadora, todo depende de vos.

Si quieres cambiar algo, tienes que salir. Nosotras somos la mayoría precarizadas, explotadas, en muchos casos no tenemos otras oportunidades. Nosotras en la mayoría de los casos no tenemos opción, somos las que quedamos a cargo de los hijos, incluso para todo tenemos que luchar, por ejemplo cuando fui al tribunal de familia para hacer los trámites de la cuota alimentaria para mis hijas, la persona que me atendió me trató re mal, me dio a entender que si tenía trabajo no tenía que exigir la cuota, y que no era el horario en el que me podía atender. Por eso siempre pensé que las mujeres tenemos que defendernos.

Por eso este año me emocionó mucho poder marchar el 8 de Marzo, junto a otras trabajadoras y mis compañeras del EDLU. Yo siempre quise participar en esas marchas, pero no tenía con quien ir, y no me animaba. Y ahora que encontré compañeras que siento que estamos en la misma, que tenemos los mismos pensamientos, no solo participe yo, sino que lleve a mis hijas.

LID: Mencionabas recién las condiciones de las mujeres trabajadoras, que se organizan por sus derechos y las y los trabajadores esenciales y precarizados. ¿Cómo ves la salida para que las y los trabajadores no paguemos esta crisis?

F: La única salida es unirnos todas y todos los trabajadores y salir a luchar, lo más valioso que me dio participar de las marchas de limpieza, fue poder conocer la realidad de otros trabajadores, conocí una trabajadora de aplicaciones, que milita en el PTS donde desde hace poco estoy siendo parte también, y me contó las condiciones en las que trabaja, tan difíciles, y como se organizan ahí, y haberlos visto ser parte de nuestro reclamo cuando se movilizaron con LA RED, igual que los feriantes. Tenemos que “todos ponernos la camiseta de todos” porque sino, no conseguimos nada, todas las situaciones de los laburantes que voy conociendo me duelen un poco, creo que con todas las luchas tenemos algo que ver. Por eso le digo a mis compañeros que tenemos que salir, que nadie va a pelear por nosotros.

Ahora que estoy organizada siento que no estoy sola, yo hace mucho que votaba a la izquierda, porque siempre me identifique con sus candidatos. Me gustaba Nico Del Caño porque no tenía que gritar, o tratar mal a los otros para explicar lo que quería decir. Y lo que decía sentía que era lo que yo pensaba, incluso me peleé con mi hermano que también siempre votaba a la izquierda pero en el ballotage del 2015 me insistía para que vote a Scioli. Y yo le dije, “pero si los dos te roban, porque voy a elegir entre un ladrón y otro” (risas). Ahora mi hermano, está acompañándome en las marchas, de a poco, se vuelve a acercar a la política, eso es importante, porque los trabajadores tenemos que hacer política también.

Nos merecemos tener un salario digno, tener tiempo para poder disfrutar de las cosas, muchas veces hasta nos convencemos de que nos toca lo que nos toca, como a nosotros nos toca ser trabajadores de segunda, y naturalizamos cosas como lo que te contaba al principio, no cobrar aguinaldo, o no tener derecho a las vacunas, o ser “los esenciales invisibles” incluso la conducción del sindicato, que solo defiende a las empresas de limpieza, también nos dicen cosas por el estilo, que no tenemos que reclamar, que no hay otra cosa.

A mí me costó, hasta que me tuve que hacer de carácter, me tuve que animar a hablar porque nadie sabía lo que me pasaba por dentro, y cuando vas perdiendo el miedo ya ganaste un montón, todavía nos falta mucho, pero estamos dando pequeños grandes pasos.