Con paneles muy distantes de la realidad de las mujeres, la Unión Ferroviaria realizó la 12° jornada de la Mujer. Se habló de dietas y malos hábitos mientras nuestra agenda plantea la lucha por el derecho al aborto legal y contra el ajuste de Macri, los gobernadores, empresarios y el FMI.
Viernes 6 de julio de 2018 07:26
El pasado martes, la Unión Ferroviaria realizó la 12° jornada de la Mujer. Una jornada que abrieron el presidente de la obra social ferroviaria y Sergio Sasia, secretario general del gremio y que tuvo paneles como el de "Impacto del Medio Ambiente en la mujer y enfermedad cardiovascular", "Alimentación saludable: dietas de moda o la moda de las dietas", "Hábitos saludables y familia". Incluso hubo un "almuerzo saludable".
Esta jornada casi exclusiva, en donde la apertura y el cierre estuvieron a cargo de dos varones que lejos están de conocer las demandas de las trabajadoras, da cuenta por el contenido de sus actividades, lo lejos que está la Unión Ferroviaria de la realidad de las ferroviarias. Incluso en la línea Roca, en la cual encabeza la lista verde una mujer, Karina Benemérito. Pareciera que este sindicato no tomó nota del paro internacional del #8M, tampoco pareció conmoverse ante el último #NiUnaMenos ni con la enorme marea verde que inundó las calles #13J por el derecho al aborto legal, seguro y gratuito. Pero no sorprende de un sindicato que se negó a defender a sus propias trabajadoras, como las despedidas de Ferrobaires, entre las cuales se encuentran madres sostenes de hogar.
Hacer charlas sobre la salud, la buena alimentación y los buenos hábitos cuando muchas de las trabajadoras apenas llegan a fin de mes y trabajan en condiciones de precarización, pasando frío en las estaciones y en las garitas, no parece ser más que un desacierto.
La realidad de las mujeres dentro del ferrocarril es otra. A las trabajadoras no se les respeta licencias por maternidad y que tienen que hacer malabares si se les enferma un hijo/a para no faltar al trabajo y no tener descuentos; no existen las licencias por violencia de género que garanticen el resguardo de su puesto laboral, tal es así que en la línea Sarmiento, Gisella Herrera fue despedida por faltar siendo que sus ausencias se debían a que era víctima de violencia de género; tampoco hay ningún tipo de medida para la violencia que se padece dentro del mismísimo ámbito laboral, la solución siempre parece sacar a las compañeras de su puesto de trabajo. Tampoco existen lactarios, ni guarderías para todos los turnos. Las categorías más bajas son a las únicas que acceden las mujeres a las que se les fue arrancado hasta el día femenino.
A las mujeres ya no nos pueden imponer actividades del tipo "Revista PARA TI". Nosotras hablamos de cuánto nos cuesta bancarnos la jornada laboral y encima hacer el trabajo no remunerado que son las tareas domésticas. Hablamos de nuestros chicos, hablamos de nuestras amistades, de todas esas actividades que nos gustaría hacer pero no tenemos ni plata ni tiempo porque sólo son para mujeres de otra clase social, hablamos de la salud que nos arranca la patronal, del ejercicio de nuestra sexualidad, hablamos de política y no sólo hablamos sino que llevamos adelante nuestros hogares y además nos organizamos y peleamos por nuestros derechos como no lo hace ninguno de nuestros sindicatos. Basta ver a las mujeres con sus pañuelos verdes frente a la prefectura garantizando el paro nacional activo en el Puente Pueyrredón diciendo "¡Fuera el FMI, basta de ajuste y de despidos!".
Ellos y nosotras
Lo cierto es que, históricamente los sindicatos y sus conducciones han demostrado su machismo en la ausencia de política en la defensa de los derechos de las trabajadoras. Para muestra basta un botón, la CGT se ha pronunciado abiertamente en contra del derecho al aborto legal, además de ser cómplices absolutos del brutal ajuste que aplica el gobierno y que recae primero en las mujeres.
La agrupación Naranja Ferroviaria en la movilización del 25J
En la vereda contraria, están las que luchan a pesar de ellos desplegando una fuerza conmovedora en las calles, una fuerza que debe transformarse en organización no sólo para conquistar algunos derechos, sino para recuperar nuestros sindicatos y que sean real trinchera de los y las trabajadoras, en donde podamos hacer grandes asambleas donde se discuta lo que realmente es importante para nosotros, desde donde podamos darle pelea a las políticas antiobreras del gobierno de Macri y sus aliados.
No queremos hablar de dietas, queremos dejar de morir por abortos clandestinos. No queremos hablar de buenos hábitos, queremos que no haya más despidos y queremos mejores condiciones de trabajo. Por eso, disputaremos nuestras organizaciones para imponer nuestras demandas. Por eso, seguiremos en la calle como hasta ahora, trabajadoras codo a codo con sus compañeros. Lejos de las Michetti, Vidal, Carrió, Awada, etc. quizás a ellas si les interese alguna jornada como la de ayer. Nosotras mientras tanto, vamos por todo. ,
En estos días, además, daremos una dura batalla para que en el Senado, sin dilaciones, se vote la ley por el derecho al aborto. Desde Pan y Rosas en la agrupación Naranja Ferroviaria, planteamos que debemos organizarnos en nuestros lugares de trabajo y estudio, en nuestros barrios y sindicatos, para ser cientos de miles este 8 de agosto para arrancar nuestro derecho al aborto legal, seguro y gratuito. Una nueva marea verde, superior a la del 13J, porque, con las mujeres al frente, no nos para nadie.