El fiscal Marijuán dijo que encontró 26 propiedades más a nombre del empresario kirchnerista, quien pidió su libertad porque se considera víctima de una “hoguera mediática”.
Martes 17 de mayo de 2016
Fotografia: opisantacruz.com.ar
Es como si Mauricio Macri fuera cuestionado por Clarín por el escándalo de los Panama Papers (cosa inimaginable al menos por ahora) y el presidente intentara defenderse diciendo que hay una campaña mundial en su contra para perseguirlo.
Eso mismo es lo que acaban de decir los abogados del empresario kirchnerista Lázaro Báez. Rafael Sal Lari y Daniel Rubinovich presentaron un escrito ante el juez Sebastián Casanello donde acusan que su cliente es víctima de una “caza de brujas” motivada por “el juego de la prensa” para desacreditar al empresario, lo que evidenciaría “la consagración del más primitivo sentimiento de venganza popular (y judicial)”. Así rechazaron lo que llaman una “hoguera mediática”.
Pero quizás lo más ridículo del planteo de la defensa de Báez es cuando refutan las acusaciones de lavado de dinero que pesan sobre él, por considerarla una “absurda teoría” donde “se habrían tornado negros fondos que inicialmente eran blancos, para luego tornarlos nuevamente blancos”. ¿Pero el dinero que se lava no es justamente ése que va del mercado legal al ilegal y regresa al legal después de triangulaciones varias?
Inoportunos
Suena muy provocador que los abogados de un ricachón cuya fortuna nació y creció al amparo de negociados con el Estado intenten ubicar a su cliente en el mismo lugar en el que estuvieron cientos de miles de mujeres pobres hace siglos, cuando eran literalmente quemadas en hogueras porque el Estado y la Iglesia inquisidora las consideraban “brujas” peligrosas para la sociedad.
Pero más sugestivo es aún que ese intento de defensa de Báez se haya hecho el mismo día en que el fiscal que investiga en la causa (por la que está preso desde hace más de un mes) anunciara que en Chubut encontraron 26 propiedades más cuyo propietario sería nada menos que el “perseguido” Lázaro.
Una de esas propiedades, dijeron ayer fuentes judiciales, tiene un valor “incalculable” ya que se trata de una estancia de seis mil hectáreas ubicadas en la localidad cordillerana de Alto Río Senguer. Sobre las otras, curiosamente, no hubo detalles sobre ubicaciones ni valores.
La información trascendió ayer por la tarde después de que voceros del fiscal Federal Guillermo Marijuán dijeran a la mañana el funcionario estuvo en Rawson, capital de Chubut, realizando algunos trámites en el marco de la investigación. Según esas versiones, descubrió que Báez tiene otras 26 propiedades en esa provincia. Y agregaron que hasta el miércoles estará Marijuán en Chubut, visitando otras dependencias públicas y privadas de Trelew, Puerto Madryn y Comodoro Rivadavia.
“Pobres” y “ausentes”
Lázaro ayer pidió ser liberado, que se anule el procesamiento que pesa sobre él y que se le devuelvan los bienes embargados judicialmente.
La misma defensa de Báez en su escrito presentado a Casanello solicitó la nulidad del procesamiento que recayó sobre Martín Báez, hijo del empresario santacruceño y quien hasta el momento zafó de la prisión preventiva.
Hoy las alternativas de esta causa sigue. Quien va a declarar ante Casanello es nada menos que el extitular de la AFIP, Ricardo Echegaray, hoy al frente de la Auditoría General de la Nación (AGN). Sobre él recae la sospecha de haber protegido a Báez recibiendo en la AFIP facturas truchas de Austral Construcciones en Bahía Blanca.
Y mañana también deberá declarar en indagatoria Ángel Toninelli, jefe de la Dirección General Impositiva (DGI) durante el kirchnerismo.
Báez y su contador Daniel Pérez Gadín quedaron presos después de que se conocieron los videos de la financiera SGI (denominada “La Rosadita”), en los que se ve a Martín Báez y otras personas contar millones de dólares.
Lázaro puede estar sintiendo que su presente y su futuro se están incinerando en alguna hoguera. Pero no será justamente por encarnar ningún movimiento de protesta contra el poder terrenal y divino. Y mucho menos por ser pobre y hereje.
Sigue en pie la novela de enredos entre los enriquecidos del kirchnerismo y los aliados (no menos ricos) del macrismo y la casta judicial.
La duda, por el momento, sigue siendo si los jueces y fiscales devenidos antikirchneristas van a avanzar hasta Cristina Fernández, Máximo Kirchner, Julio de Vido y otras cabezas del gobierno anterior, como lo están pidiendo a gritos Clarín y La Nación.
Redacción
Redacción central La Izquierda Diario
