Activistas y organizaciones LGTTBIQ+ se reunieron este martes con diputados y diputadas de diversos bloques. Reclamaron acciones urgentes ante los discursos de odio a la diversidad, y justicia para las víctimas de la masacre de Barracas, como denominaron al ataque lesboodiante que sufrieron 4 mujeres el 5 de mayo pasado, por parte de un vecino, quien arrojó una bomba molotov dentro de la habitación donde dormían.
Sol Bajar @Sol_Bajar
Martes 14 de mayo 23:49
Luego de protagonizar una importante movilización este lunes en Barracas, el barrio porteño donde Andrea Amarante, Pamela Cobas, Roxana Figueroa y Sofía Castro Riglos fueron incineradas por su vecino, Fernando Barrientos, en el hotel donde vivían; y con el resultado de tres de ellas que murieron, mientras Sofía sigue hospitalizada, integrantes de la Federación Argentina de Lesbianas, Gays, Bisexuales y Trans -FALGTB, Lesbianas Autoconvocadas y otras organizaciones y activistas se acercaron a la Cámara de Diputados para denunciar la situación.
Fueron recibidas por Esteban Paulón (PS), Myriam Bregman y Christian Castillo (PTS/FIT-Unidad), Romina Del Plá (PO/FIT-Unidad), Mónica Macha (Unión por la Patria), Maximiliano Ferraro (Coalición Cívica) y Carla Carrizo (UCR).
“Las mataron por mujeres, por lesbianas y por pobres”, remarcaron desde las organizaciones, y destacaron que detrás de la invisibilización social que sufren, está la realidad de gran parte de la diversidad, golpeada por el desempleo, la precariedad, la falta de acceso a la salud o a la vivienda, cuando no la ausencia de redes familiares que acompañen. La Pepa Gaitán, también asesinada por lesbiana, estuvo presente en los discursos, y también en el recuerdo de los puntos de apoyo que dejó la pelea por el reconocimiento de su crimen, como un crimen de odio.
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Por eso entre no faltó el repudio enérgico a las declaraciones del vocero presidencial Manuel Adorni, que en declaraciones a la prensa y en redes sociales permanentemente intenta minimizar -revictimizando- la gravedad sin presedencias del lesbicidio de Barracas: fue un crimen de odio, aunque lo niegue el multimillonario ministro del gobierno nacional.
Sin embargo, como denunciaron activistas y referentes presentes en este primer encuetro, lo que sucedió en Barracas no fue solamente un lesbicidio. “Fue una masacre planificada y no puede obviarse que estuvo alentada por discursos de odio”, dijeron, y remarcaron que esos discursos no tienen nada que ver con la libertad de expresion: son narrativas para incitar a la violencia y la discriminación contra sectores socialmente oprimidos (como las personas que simplemente son lesbianas), y buscan garantizar que este sistema funcione sin cuestionamientos al orden que impone el capitalismo patriarcal.
Como denunció la diputada Myriam Bregman, esto hace que tengamos que hablar del “alto contenido político” de este crimen, que tiene que ver también “con lenguajes y políticas que se legitiman desde el propio Estado”.
Que el biógrafo y asesor presidencial, Nicolás Márques, diga que la homosexualidad es una "conducta insana y autodestructiva”, y sostenga que eso "explica" menores expectativas de vida; que la canciller Diana Mondino compare a la diversidad con “estar lleno de piojos"; que el presidente Milei sostenga que el cupo laboral trans es un "privilegio" (como recibir un programa social, un subsidio por ser víctima de violencia de género o una una jubilación por moratoria); que niegue la existencia de la brecha de género en el trabajo sosteniendo que solo busca “atacar al privado"; que intente prohibir el lenguaje inclusivo y la Educación Sexual Integral por considerarlas amorales, es más que un discurso de odio. Es un discurso para instalar indiferencia, discriminación y violencia de género. Un discurso que busca retroceder más de 100 años.
Esas declaraciones no son cuestiones episódicas o algún problema de errores o ignorancias. En la batalla contra la ideología de género que promueven desde el gobierno de La Libertad Avanza, atacar los derechos conquistados por las mujeres y la diversidad con su lucha en las calles, está a la orden del día. “Esta masacre es un primer resultado de su política”, sostuvo el diputado Christian Castillo, y destacó que “solo con la movilización en las calles de millones se van a poder parar esto y los derechos reestablecidos no van a poder ser arrancados”.
Al finalizar la reunión, el diputado del PTS/Frente de Izquierda participó junto a Myriam Bregman y Romina del Plá de la reunión informativa que convocó la Comisión de Educación de la Cámara de diputados, donde fue invitado a dar informes el secretario de esta cartera, Carlos Torrendell, un reconocido militante antiderechos y promotor de privatizaciones, enemigo de la educación laica y de la Educación Sexual Integral.
Allí, Castillo se dirigió al también integrante de la Pastoral Universitaria de la Conferencia Episcopal Argentina, le recordó las recientes declaraciones del biógrafo y asesor de Javier Milei e interpeló: "Si usted no repudia esas declaraciones tenemos un grave problema, porque está a cargo de la cartera de educación alguien que promueve la discriminación, que después se cristaliza en masacres como la de Barracas: 3 mujeres asesinadas por ser lesbianas".
El silencio de Torrendell habló por sí solo. Las calles, que ayer comenzaron a hacer oír con más fuerza que “no es libertad, es odio”, también.