Inicia la tercera semana de movilización y sigue abierta la pregunta ¿Qué sería la ley Katherine Yoma? Mario Aguilar, presidente del gremio docente, se suma a las voces que piden “castigos penales” contra los apoderados, ¿esta es la salida?
Martes 26 de marzo
Una marcha histórica en Antofagasta, pero sin paro nacional, y Mario Aguilar pidiendo “una ley para sancionar apoderados”
Con una multitudinaria marcha por las calles de Antofagasta arrancó la tercera semana de movilizaciones por justicia por Katherine Yoma. Se contaron por miles los asistentes, con delegaciones de todas las escuelas y liceos públicos de Antofagasta, junto a las delegaciones de Mejillones y representantes de establecimientos particulares subvencionados. Se puso en movimiento una enorme fuerza de profesores, asistentes de aula, asistentes de la educación, trabajadoras de Integra, de jardines infantiles VTF, junto a estudiantes secundarios y universitarios, trabajadores y apoderados que coreaban “no estamos todas falta Kathy Yoma”, además se unían cánticos exigiendo la renuncia del indolente y autoritario alcalde Jonathan Velásquez, por la unidad con los apoderados y avanzar unidos al paro nacional. Una marcha histórica, según la opinión de muchos.
La movilización se correspondió con el llamado de la Familia de Kathy, a realizar un paro nacional este lunes 25 de marzo. A pesar de la enorme movilización protagonizada en Antofagasta (y en otras localidades de la región, como Caspana y Michilla, además de los estudiantes de la UNAP de Iquique), el llamado a paro nacional no fue apoyado por los dirigentes nacionales del Colegio de Profesores. Apenas reenviaron un instructivo a las bases, pidiendo globos negros en las escuelas y un bloque para realizar “jornadas de reflexiones”, recién en la tercera semana de paro en Antofagasta después de haber iniciado el conflicto.
Aún así, Mario Aguilar, presidente del gremio docente, sin mayor vergüenza, se subió al escenario y dio un discurso, llamando a dejar todo en manos del parlamento y el ministro de educación. Habló de la urgencia de “la Ley Kathy Yoma”, y como ha sido la tónica de sus últimas entrevistas, pidiendo, sin preguntarle a nadie, que esta ley sea para imponer más “sanciones penales” contra los apoderados y protocolos preventivos. Es decir centrando el problema de la violencia en las aulas en los apoderados, “una ley que nos protege de los apoderados”, sumándose al coro punitivista.
¡Alerta! Se puso en movimiento una enorme operación política para dividir a profesores de apoderados y estudiantes
Lo que dijo Aguilar, es lo mismo que dijo Jaime Araya del PPD, de que estaba preparando una ley para aplicar sanciones penales a los apoderados. Este discurso es aplaudido por la Derecha y los parlamentarios de Gobierno. Buscan transformar al profesor en víctima y al apoderado en el agresor, dividiendo a las comunidades educativas, exigiendo penas legales como la solución al problema de la convivencia escolar y la enorme crisis de la educación pública.
Lo cierto es que aún no existe un proyecto, pero todos los partidos del régimen, la prensa y los dirigentes nacionales del Colegio de Profesores piden una ley punitiva, que termina desviando el verdadero origen que explica la raíz de la convivencia escolar y que terminó con la vida de una docente, y es la enorme crisis de la educación pública, que el régimen contiene con el autoritarismo de los directores, que persiguen no solo a profesores (como a Kathy), si no a apoderados y estudiantes.
Esta enorme operación política, de la que también está participando la prensa oficial, y noticieros privados como Tele13 (de Luksic) y su reportaje “miedo en el aula”, es para dividir la fuerza de las escuelas y establecimientos. Ofrecen una ley que solo son más sanciones penales. Un nuevo aula segura, esta vez no contra estudiantes, si no contra los apoderados. Así tapan la crisis de la educación pública.
Entonces ¿es contra o con los apoderados? No caigamos en la trampa del punitivismo
Esta enorme operación política pretende dejar todo en manos del parlamento de la derecha, y el oficialismo, para así desviar la movilización y mandar a los profesores para la casa. Pero el sentir de amplios sectores de la población, de acompañar y sumarse a la lucha por justicia por Kathy Yoma reabrió el debate educativo y la crisis de la educación pública.
La crisis que desnudó la decisión de Kathy Yoma es la del autoritarismo, directivos que persiguen y buscan callar y sancionar a los que denuncian vulneraciones, o critican la enorme educación pública.
En los tecitos rebeldes del liceo B-13, las asambleas triestamentales en el L. Técnico, en la F-60, y la Escuela especial o los desayunos informativos con apoderados en la Escuela Patricio Cariola se deja escuchar la voz de los apoderados que junto a los trabajadores de la educación y los estudiantes denuncian la falta de salas de clase, el hacinamiento, el alimento miserable que se le da a los niños en las escuelas, la falta de profesionales, el agobio y el autoritarismo de los directores. Y es que la crisis de Kathy, es el reflejo de la crisis de la educación pública.
Los gobiernos de la ex concertación y la Derecha son los responsables políticos de la crisis de la educación pública, y el gobierno de Boric la ha profundizado con la precarización y desfinanciamiento de la educación pública y el traslado a los SLEP
La educación es un problema de toda la sociedad, no se soluciona con más leyes punitivas y dividiendo a los profesores, de los estudiantes y apoderados.
Existe otro camino para hacer justicia por Katherine Yoma: La unidad con los apoderados, pliegos únicos para defender la educación pública
Las asambleas triestamentales, uniendo a apoderados, trabajadores y estudiantes abre un camino distinto.
La ley Kathy Yoma, para que realmente busque hacer justicia por la profesora Katherine, debe hacerse cargo de la enorme crisis de las escuelas. No puede ser escrita por arriba entre 4 paredes por los partidos del régimen y los dirigentes burocráticos de los sindicatos.
Necesitamos que esta ley realmente recoja las necesidades de los liceos, basta de alimentación precaria; escuelas y matrículas para todos los estudiantes, más construcción de escuelas, jardines y liceos; terminar con el abuso y autoritarismo de los directores; más financiamiento y contrataciones de profesores y profesionales para la comunidad educativa.
Para conquistar un petitorio así y una ley que pueda recoger todas estas demandas, necesitamos la fuerza no solo de los docentes, necesitamos la fuerza de los estudiantes y apoderados, junto a los trabajadores. Necesitamos construir un camino de unidad en las escuelas y en las calles junto a la clase trabajadora. Necesitamos un plan alternativo al callejón sin salida que nos lleva Mario Aguilar.
Por eso los trabajadores y apoderados de la agrupación Nuestra Clase, insistimos en las distintas escuelas y liceos, en que esta lucha debe ser junto a los apoderados, trabajadores y estudiantes y no caer en la trampa del punitivismo.