Luego de la muerte de un trabajador, sus compañeros se organizaron para pelear por mejores condiciones de trabajo. La empresa Dota respondió con el despido de diez trabajadores.
Martes 12 de septiembre de 2017 11:35
La Cámara Nacional del Trabajo confirmó la resolución que dejó sin efecto una medida cautelar de la jueza Stella Maris Vulcano, que disponía la restitución de 10 empleados de la Línea 60, que habían sido desplazados de sus puestos de trabajo.
La Sala VIII de la Cámara rechazó la apelación de la UTA (Unión Tranviarios Automotores) al considerar que no se pudo probar que los despedidos fueran gremialistas o delegados, representantes de otros trabajadores, y por lo tanto carecían de tutela sindical.
El Tribunal laboral recalcó que la revocatoria de la medida cautelar "no provoca daño irreparable a los despedidos", porque si al término del juicio logran ser finalmente reincorporados en la empresa MONSA, tendrán derecho a cobrar una indemnización por daños, perjuicios y salarios caídos.
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A principios de junio de 2016, se conoció el fallecimiento de David Ramallo, un técnico que murió aplastado por un colectivo mientras trabajaba en el taller del galpón.
La enorme bronca de los trabajadores desató una protesta. A raíz de la misma es que la patronal acusa a los trabajadores por “destrozos”.
Lo cierto es que en medio de la indignación y la bronca, los compañeros del trabajador fallecido se organizaron para pelear por mejores condiciones de trabajo. La empresa respondió con el despido de diez técnicos y choferes.
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