Tras conocerse la noticia de la llegada de la variante Delta de coronavirus a Chile, y de que esto ocurriera producto de una vulneración de los protocolos sanitarios de seguimiento y aislamiento, el MINSAL nuevamente es cuestionado por su actuar frente a la crisis sanitaria, mientras se extiende la presencia legal de militares en las calles y su intervención, y un toque de queda que nada tiene que ver con medidas sanitarias.
Domingo 27 de junio de 2021
En el último reporte de la situación sanitaria en Chile, se informaron más 5.200 casos nuevos de coronavirus, y 151 nuevos fallecimientos, sumando de esta forma un total de 32.163 decesos a nivel nacional desde el inicio de la pandemia en Chile. En tanto, la positividad a nivel nacional registró un leve descenso, llegando a 6,86%, que si bien ha experimentado una baja importante en comparación con semanas previas, el sistema de salud y la capacidad hospitalaria de camas críticas continúa en una situación de completa saturación.
Uno de los últimos acontecimientos en relación a la pandemia, es la alerta mundial por una nueva variante, denominada Delta, mutación de coronavirus detectada pro primera vez en India, y que se ha estado esparciendo por el mundo, encontrándose ya en 82 países. Además esta nueva variante trae consigo otros riesgos. Por ejemplo es más contagiosa en niños, tiene una muy alta velocidad de propagación, en esste sentido es que reportes de Australia hablan de “5 a 10 segundos como suficientes para contagiarse de una persona que es asintomática”.
Además de estos antecedentes, la variante presenta síntomas como congestión nasal, estornudos y dolor de garganta, es decir, presenta sintomatología alta, similar a un resfrío. A raíz del arribo de esta nueva y alarmante variante del coronavirus, es que, las definiciones de “contacto estrecho” a nivel nacional sufrieron una importante modificación, que señala en resumen, que “si una persona tuvo contacto con la persona contagiada con dicha variante, con o sin mascarilla, esa persona será definida de forma inmediata como contacto estrecho”.
Horas después de la llegada de la variante Delta de COVID-19 al país, se dio lugar a una serie de cambios por parte del plan Paso a paso del MINSAL, lo cual incluyó el desconfinamiento de 24 comunas de la RM. Si bien la tasa de positividad y por tanto los nuevos casos diarios han disminuido en comparación a semanas anteriores, el Sistema de Salud público persiste en un colapso de camas críticas, hospitales que se encuentran trabajando a un 350% respecto a su capacidad base, es decir, previa a la pandemia. Por tanto, dichos cambios como el paso a fase 2 de más de 20 comunas de la RM provocó nuevas críticas hacia el MINSAL por la estrategia errática del manejo sanitario de la pandemia.
Y es justamente que a estos cuestionamientos, y en el contexto de la llegada de la variante Delta, se dio a conocer una Querella criminal contra Enrique Paris, Paula Daza y Paula Labra, esto tras el caso de la chilena que volvió de EE.UU contagiada con la nueva variante Delta del COVID-19, provocando nuevamente diversos cuestionamientos y críticas hacia la labor del Ministerio de salud en la estrategia sanitaria, especialmente porque los protocolos de control, seguimiento y aislamiento fracasaron, poniendo de esta forma en peligro la leve estabilización epidemiológica de la crisis sanitaria de estos meses. De esta forma, el abogado querellante contra los principales responsables de la situación sanitaria, se refirió a que: “Resulta completamente inaceptable que la cepa más peligrosa del virus, la variante Delta, haya entrado a Chile por una violación de la normativa sanitaria” .
Frente a estos graves cuestionamientos contra el manejo de la pandemia por parte del gobierno y del Ministerio de salud, resulta clave poner en discusión uno de los hechos que marcó la semana, y es que tanto la cámara baja como el Senado aprobaron la extensión del Estado de excepción Constitucional hasta el mes de septiembre, lo que indica, entre otras cosas, que continua la presencia casi “normalizada” de militares en las calles, controlando donde se les place, y también continúa una de las medidas más cuestionadas, justamente porque no tiene una relevancia sanitaria comprobada, el toque de queda.
Con la alerta sanitaria mundial producto de la variante Delta, resulta más criminal aún el actuar de Enrique Paris, el MINSAL de conjunto y el gobierno asesino de Sebastián Piñera, que con esta nueva extensión del Estado de excepción, perpetúa por medio de las fuerzas represoras del Estado burgués, y “ a punta de armas” el desvío de un proceso constituyente en curso, sumado a las elecciones presidenciales, mientras persiste una crítica situación sanitaria en Chile, y especialmente, porque aún siguen habiendo presos políticos de la revuelta y el pueblo mapuche. Es en este contexto que Piñera mantiene su gobierno a la espera de terminar su mandato a fines de año.