La jueza Paola Firpo, que debía decidir si procesaba o no al exprefecto del Seminario Menor de Paraná, convocó nuevamente a las víctimas para que reconociesen las cartas presentadas por el cura. Nuevos datos sobre su estadía en Roma.
Jueves 30 de abril de 2015
Luego de abstenerse de declarar el martes de la semana pasada y de que el Superior Tribunal de Justicia de Ente Ríos rechazase la prescripción de la causa, ahora el cura Justo José Ilarraz parece haber cambiado de estrategia, aprovechando la anuencia de la jueza Paola Firpo. Primero, presentó como prueba cartas de exseminaristas y, después, pidió ser citado otra vez.
Mientras se aguarda que en los próximos días dos nuevas víctimas acusen al sacerdote ante la justicia, fuentes autorizadas señalaron que las cartas, que datan de 1994 -año previo al simulacro de juicio diocesano-, lo que hacen es reafirmar la manipulación que efectuaba sobre los jóvenes, de los cuales siete lo denunciaron por los abusos sufridos entre 1985 y 1993. El propio fiscal Francisco Ramírez Montrull, en declaraciones a una radio local, sostuvo: “Esto es una prueba de la manipulación que el cura ejercía sobre las víctimas, ya que después de lo que les hizo seguía manteniendo contacto no sólo con ellos, sino también con los familiares de éstos”.
La petición realizada por Ilarraz para ser convocado nuevamente fue tomada por la querella como una estratagema para estirar los plazos, a raíz de que, a partir del lunes de la semana pasada, la jueza tenía 10 días para decidir si el cura denunciado por pedofilia era procesado o no.
Montrull puso el dedo sobre la llaga: el accionar judicial del cura y la recepción de Firpo revictimizan a quienes padecieron los vejámenes, ya que los tiempos son manejados por el acusado. Teniendo en cuenta de que a pesar de que existe el informe elaborado por el Arzobispado en 1995, hay tres comunicados del actual titular de la diócesis, Juan Alberto Puíggari, reconociendo los abusos, el cardenal emérito Estanislao Karlic admitió que Ilarraz le confesó lo sucedido y le pidió el perdón canónico y exseminaristas se presentaron como testigos para relatar lo que veían en las camas contiguas, de todas maneras Firpo hizo lugar y citó a las víctimas para que reconozcan las cartas, extendiendo los tiempos para dictar el procesamiento.
El contenido de las epístolas reafirma la relación del exprefecto del Seminario Menor de Paraná con tres de los exseminaristas cuando éstos eran menores de edad.
Asimismo, el fiscal pidió que Firpo precise cuándo será la próxima indagatoria, dado que en su resolución sostuvo que lo hará recién después del 12 de mayo.
En los últimos días, se confirmó un dato que vuelve a poner a las claras la escala de complicidades montada en torno del caso Ilarraz. Pues, el ex seminarista Raúl Wendler contó que cuando se encontraba en Roma, a partir de la decisión de Karlic para tratar de apaciguar los ánimos, Ilarraz fue designado vicerrector de la Iglesia Argentina María Santísima de los Dolores, situada en la capital italiana y dependiente de la Conferencia Episcopal desde 1990.