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Red Internacional
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EL ANNUS HORRIBILIS DE LA MONARQUÍA. Los doce escándalos reales protagonizados por Juan Carlos I este 2021, solo por abreviar

Hace casi año y medio que Juan Carlos I se fue a un retiro dorado en Abu Dhabi. Una huida con alfombra roja con la que se pretendió proteger al emérito y a la propia institución, en el marco de toda una operación emprendida con la dirección del propio gobierno para separar al actual rey Felipe VI de los desmanes de su padre. Como si el único problema de esta institución reaccionaria impuesta por el franquismo fuera su corrupción, y como si la corrupción se restringiera al emérito.

Lucía Nistal

Lucía Nistal @Lucia_Nistal

Miércoles 22 de diciembre de 2021

En cualquier caso, la operación de tener al emérito apartado entre lujos ha salido regular, porque a lo largo de este año no han dejado de emerger escándalos varios que han llevado a la figura de Juan Carlos I al centro de las noticias. Aquí dejamos doce noticias como doce campanadas para hacer recuento y pensar propósitos de año nuevo.

1. El Gobierno defiende el título honorífico del rey emérito de forma vitalicia

Ya en enero inauguramos el año con una noticia sobre el emérito, en este caso sobre el mantenimiento de su impunidad. En una respuesta por escrito al senador por Compromís Carles Mulet, el Gobierno de PSOE-UP cerraba filas en torno al marca y confirmaba que Juan Carlos I iba a mantener de manera vitalicia su título honorífico de rey, con la inviolabilidad y privilegios, claro, que ello conlleva. Después de tal vez el peor año de la monarquía española, con tantos escándalos de corrupción protagonizados por el emérito que ya no se podía seguir la cuenta, Juan Carlos I fugado a Emiratos Árabes y varios casos judiciales abiertos, el gobierno continuaba cuadrándose frente al rey honorífico.

2. La inviolabilidad del monarca se mantiene

En febrero la impunidad del rey volvía a ser asegurada por nuestra democracia borbónica (más “borbónica” que “democrática”). Como acostumbran en lo que a la monarquía y la supuesta “unidad” de su España se refiere, PP, VOX, Ciudadanos y el PSOE votaron juntos, esta vez contra una proposición no de ley de ERC para suprimir la inviolabilidad del monarca. Unidas Podemos tampoco sorprendió, exigiendo medidas al gobierno del que forman parte como si no tuvieran nada que ver y dejando su discurso republicano en eso, discurso de cara a la galería que como mucho sirve para darle una manita de pintura progresista al gobierno y frustrar a aquellos que se creen que ser republicano es, para empezar, luchar por acabar con la monarquía.

3. Juan Carlos regula y reconoce rentas no declaradas

Pero al bueno de Juan Carlos no le faltan los amigos entre las instituciones del Régimen del 78, como Hacienda o la Justicia, no por nada ha sido durante 4 décadas su pieza angular para después pasársela a su hijo, herencia por la gracia de Franco. Antes de que acabara febrero el emérito hizo una regulación de 4,4 millones de euros que había defraudado a Hacienda por rentas no declaradas durante varios ejercicios en pagos en especie sujetos a tributación. Pagos en especie de grandes empresarios del IBEX destinados a vuelos privados, a través de la fundación Zagatka de su primo lejano, pero no tanto, Álvaro de Orleans-Borbón. Así, oh casualidad, la Fiscalía del Tribunal Supremo llegaba tarde y ya no podía considerar delito fiscal las deudas tributarias del Borbón, que habían sido reconocidas por el mismo a través de esta segunda declaración voluntaria. Pero es que ni las infracciones reconocidas le pasan factura a los miembros de la Familia Real.

4. Una nueva cuenta en Andorra descubierta

En junio Yves Bertossa, el fiscal suizo que estaba investigando la fortuna del emérito y ya en verano de 2018 había destapado una cuenta de la fundación panameña Lucum -donde se ocultaban los 65 millones de Euros que el emérito recibió en 2008 del Ministerio de Finanzas de Arabia Saudí por el AVE a la Meca-, encontró una nueva cuenta en Andorra, en Andbank, a través de la ya famosa Fundación Zagatka, vinculada a las empresas de Juan Carlos. Más de diez años estuvo abierto el depósito, cancelado en 2016, justo cuando entró en vigor un acuerdo internacional por el que las autoridades andorranas se comprometieron a compartir con terceros países información bancaria de los extranjeros que tuvieran activos en su territorio.

5. El origen de la fortuna de Juan Carlos I está ligada al tráfico de armas

En julio, el diario Público sacó una exclusiva con información que ligaba el origen de la fortuna del emérito nada menos que al tráfico de armas. Por lo visto, nada más acceder a la corona en el 77 nombró a su mejor amigo y descendiente directo de Cristóbal Colón (no es broma, aunque parezca un chiste) embajador especial permanente de España y “administrador solidario al 50% –como pantalla de su propia participación– de todos sus negocios, empezando por el más rentable que hay: la venta de armas” (Público.es). A partir de ahí comienza todo un entramado con empresas hispano-saudíes y británicas, príncipes, jeques, amigos del alma, traficantes de armas, secretos oficiales y grandes empresarios, digna de película de James Bond. Para hacernos una idea, el diario cifra en 12.500 millones de pesetas las comisiones por la mayor venta de armamento del Gobierno español a Marruecos de esa época. A raíz de este nuevo viejo escándalo, pudimos ver otro rechazo de PP, Vox y PSOE a otra de las múltiples peticiones de comisión de investigación que caía en saco roto (la decimocuarta de la legislatura, en concreto), en esta ocasión solicitada por ERC, EH Bildu, Junts, PDeCAT, CUP, Más País, Compromís, BNG y Nueva Canarias.

6. Y otra cuenta en un paraíso fiscal: entre Suiza y Panamá

También en julio salió a la luz otra nueva cuenta vinculada a Juan Carlos I para ocultar su dinero a Hacienda, se ve que se le había pasado declararla en febrero en su regulación voluntaria. Se trataba de una cuenta en Suiza descubierta por el fiscal suizo Yves Bertossa, en concreto un depósito en el banco Credit Suisse de Ginebra, a nombre de una sociedad panameña llamada Lactuva SA a nombre.

7. El rey, comisionista internacional

Otra de las noticias del año es que una comisión enviada a Suiza por la Fiscalía del Tribunal Supremo tuvo que reconocer que el emérito actuó ilegalmente como comisionista internacional con fondos de origen ilícito. Esta información podría ser constitutiva de varios delitos: blanqueo de capitales, delito contra la Hacienda pública, cohecho y tráfico de influencias. En el documento de la comisión Juan Ignacio Campos, teniente fiscal del Tribunal Supremo, representante, por tanto, de la Fiscalía, reconoce por primera vez y de forma explícita que el rey emérito ha ocultado su fortuna en paraísos fiscales a lo largo de los últimos años refiriéndose al cobro de "comisiones y otras prestaciones de similar carácter en virtud de su intermediación en negocios empresariales internacionales". Pero claro, de la solicitud de información frustrada no pasó, que por algo el rey es inviolable, Constitución mediante.

8. La fiscalía del Tribunal Supremo tiene línea directa con la Casa Real

Pero por si algún optimista despistado pensaba que la Justicia de verdad podía tener algún tipo de intención de juzgar al monarca, en septiembre se confirmó lo que era una sospecha a gritos, la propia Justicia, esa misma que no duda en encarcelar raperos, avisó al emérito de una posible investigación para que pudiera poner en orden sus cuentas antes de que la Fiscalía iniciase trámites legales. La notificación, para darle más color, se hizo a través de su abogado Javier Sánchez-Junco, que casualmente es un antiguo agente Anticorrupción.

Pero por si esto no era suficiente, la Fiscalía del Tribunal Supremo acabó cerrando de manera definitiva y archivando las tres diligencias que tenía en marcha sobre el rey emérito en relación a sus cuentas opacas y a su fortuna no declarada a Hacienda. Una vez más, la justicia española al rescate.

9. Nuevo capítulo: Corinna y la justicia británica

También ha tenido este año el emérito que esquivar la justicia de otro país más. En este caso la británica. Corinna zu Sayn-Wittgenstein había denunciado a Juan Carlos I y al Centro Nacional de Inteligencia (CNI) español por “acoso”, acusándoles de ponerla bajo “vigilancia ilegal” en el Reino Unido. ¿La defensa del rey? Pues una vez más, la inmunidad que viene siendo costumbre. Se argumentó ante el Tribunal Superior de Londres que el emérito tiene derecho a la inmunidad frente a las cortes inglesas y que esta no tiene jurisdicción sobre la demanda de Corinna contra él.

10. El fiscal suizo se rinde

Y otra mala noticia para aquellos que aún confiaban un poco en la justicia (extranjera). La justicia suiza que había sacado algunos escándalos a la luz, archivó la causa por los 100 millones de dólares que Juan Carlos I recibió de Arabia Saudí
El fiscal suizo que ya nos era familiar, Bertossa, a pesar de haber señalado el “ánimo de ocultación” de esos capitales por parte del monarca, decidió archivar la investigación al no poder comprobar el origen ilegal, pero renunció también a enviar una comisión a Arabía Saudí para preguntar sobre esos millones, con la que no esperaba recibir respuesta.

11. Juan Carlos I nos felicita la navidad

Y otro elemento que parece anecdótico, pero no lo es tanto, fue el hecho de que se volvió a incluir la firma de Juan Carlos I entre las firmas de su tarjeta de felicitación navideña. Más allá de lo simbólico, la cuestión es que esto ocurre en el momento en el que diversas fuentes aseguran que Felipe VI y el gobierno del PSOE y Unidas Podemos estarían preparando el regreso del emérito para primeros de año. Según El Confidencial, Juan Carlos I quiere volver al Palacio de la Zarzuela, mantener el estatus de que disfrutaba en 2019 y con asignación económica correspondiente a la partida de los Presupuestos Generales del Estado: la friolera de 161.034 euros. Y aquí no ha pasado nada. ¿Se referirá a esto Ayuso cuando pide generosidad con el emérito?

12. ¿No será Nadal republicano? Claro que es broma

Y dejamos la última campanada para noticia que ha hecho sufrir a más de un tuitero antimonárquico por temor a acabar en la Audiencia Nacional: Nadal dio positivo en coronavirus justo después de hacer una visita al rey y comer y charlar distendidamente con él sin mascarilla. Eso sí, parece que entre coronas se entienden y Juan Carlos I ha dado negativo.

Pero que nuestra lista no nos haga olvidar que el emérito no monopoliza los escándalos de la Familia Real. Como muestra, dos ejemplos. Parece que fue hace mucho, pero este marzo, mientras el común de los mortales esperábamos nuestro turno para vacunarnos, las hijas de Juan Carlos I aprovecharon la visita a Abu Dhabi para visitar a su padre en la segunda semana de febrero para vacunarse contra el coronavirus. Porque igual que no somos iguales ante la justicia, tampoco lo somos ante la enfermedad.

Otra más reciente, y esta implica nada menos que al rey Felipe VI, fue la noticia de que el pasado agosto el rey mantuvo una conversación con Mohamed bin Zayed Al Nahyan, el príncipe heredero de Abu Dabi. Según ha trascendido este mes de diciembre, en la conversación se trataron asuntos de “regionales e internacionales de interés”, buscando “consolidar los lazos de amistad y cooperación entre los Emiratos Árabes Unidos y España”. Pero algo tan aparentemente baladí no se oculta sin motivo, y es que, recordemos, el emérito lleva desde agosto del 2020 en Abu Dabi, y además en este tiempo se ha visto con el heredero, como demostró una foto que se hizo pública del propio emérito junto a Mohamed bin Zayed Al Nahyan. Así que lo mismo, de algo más sí que hablaron.

En todo caso y aunque tratemos de tomárnoslo con humor, este año ha quedado más que claro que si queremos acabar con esta institución retrógrada y defensora de los intereses imperialistas y de las grandes empresas no podemos esperar que la solución venga de la Justicia, ni del Congreso ni del Gobierno. Tampoco de aquella parte del Gobierno que saca la bandera republicana los días de fiesta y se pasea con la Constitución el resto del año.

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Que no queremos modernizar la monarquía, que queremos el presupuesto de la Casa Real para sanidad, que basta ya de herencia del franquismo y régimen monárquico para ricos. Ninguna monarquía se ha ido sin lucha, así que sugiero que uno de los propósitos de este 2022 pase por dejar de esperar a que el cambio venga de arriba y plantear una alternativa que no se conforme con modernizaciones ni pactos de despacho, dispuesta a cuestionar la monarquía y el régimen monárquico de principio a fin y, como decimos siempre pelear por decidirlo TODO. Feliz año.


Lucía Nistal

Madrileña, nacida en 1989. Teórica literaria y comparatista, profesora en la Universidad Autónoma de Madrid. Milita en Pan y Rosas y en la Corriente Revolucionaria de Trabajadores y Trabajadoras (CRT).

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