Las primeras horas del gobernador peronista en Santa Fe trajeron más pálidas que buenas noticias para los santafesinos. Un breve repaso de sus primeros movimientos.
Domingo 29 de diciembre de 2019 19:05
Desde los primeros días de asunción de Omar Perotti hasta el día de la fecha se lanzaron las acciones de ajuste para “reducir el gasto estatal”. Una de sus primeras medidas fue decretar vacaciones forzosas para gran parte de la administración pública provincial durante todo el mes de enero, para "ahorrar energía y reorganizar las áreas y oficinas estatales". Se aclaró que servicios esenciales, guardias sanitarias y Defensa Civil estarán garantizados, en una clara línea de “achicamiento del estado” y ajuste fiscal.
En política salarial, el gobierno provincial espera trabajar “en espejo” con Nación, que dará aumentos de sumas fijas. Recién habrá paritarias una vez definido el presupuesto. Y en ese sentido la "clausula gatillo" podría ser modificada y hasta eliminada solo si se abre una discusión paritaria, ya que es parte de acuerdo del gobierno anterior del Partido Socialista. Esto estira los plazos hasta el invierno ya que para que se envíe el presupuesto al parlamento es imprescindible antes cerrar
el acuerdo con el FMI y demás acreedores. Lo que deja en claro que todas estas primeras políticas de ajuste recaen directamente sobre los trabajadores estatales. Entre 4500 y 5000 de ellos se encuentran en condiciones de precarización laboral, con contratos basura, con monotributos y distintas variantes de prestación de servicios durante años, incluso con la incertidumbre de la continuidad de sus puestos de trabajo, en varios ministerios y dependencias de la provincia.
Otra de sus medidas en cuanto a la órbita estatal fue suspender algunas designaciones, sobre todo en el área de educación y puntualmente en programas y equipos socioeducativos, sumiendo nuevamente a más de 300 trabajadores en la incertidumbre sobre la continuidad de sus puestos de trabajo.
Una de las condiciones que sentó las bases para la situación en la que se encuentran gran parte de los estatales tiene que ver con 12 años de políticas de precarización laboral donde el Frente Progresista Cívico y Social (FPCyS), al ir culminando su gestión, pactó una “transición ordenada” con el gobierno entrante del Frente de Todos y con una clara complicidad de la burocracia sindical de los gremios estatales de ATE y UPCN, ambas conducciones alineadas con los gobiernos de Alberto Fernández y Omar Perotti.
Como si fuera poco, ante todas estas primeras medidas, los estatales solo escuchan silencio de radio por parte de ambos sindicatos. Por su parte AMSAFE, el gremio docente también alineado con el nuevo gobernador, tampoco emitió sonido ante tales ataques a los trabajadores con estas primeras medidas. Jorge Hoffmann, secretario general de ATE Santa Fe y ex candidato a diputado nacional por el Frente de Todos, declaró en un medio santafesino respecto puntualmente de las licencias que Perotti decretó obligatorias: "ya hubo situaciones similares con Jorge Obeid y Carlos Reutemmann. No creo que la intención sea un criterio de austeridad porque es muy poco lo que se puede ahorrar. Hay una decisión política de contar con todo el plantel del personal lo antes posible, poder tomar a partir de febrero el gobierno y no desde marzo. Estoy convencido de que es así, no obstante son numerosas las excepciones: salud, asistentes escolares, IAPOS, desarrollo social, la inmensa mayoría queda excluida de este decreto". Los mencionados por el sindicalista son los que exceptúan los artículos 5 y 6 del decreto, que solo contemplan guardias mínimas.
En similar situación se encuentran los trabajadores del ingenio azucarero “Las Toscas” en el norte de la provincia. Un centenar de trabajadores se desayunaron que Perotti vetó la ley de expropiación del ingenio dejando a más de 164 familias sin sus puestos de trabajo. En una clara política de desprestigio hacia los trabajadores, a quienes quieren hacerles pagar la crisis, representando intereses que solo benefician a unos pocos, a los que más tienen: a los poderosos empresarios, a los
bancos, las exportadoras y a su propia patronal estatal.
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La aprobación de la ley de solidaridad y reactivación productiva en el Senado de la Nación abre un panorama que intentará reproducirse en Santa Fe, ya que Omar Perotti remitió a la legislatura un paquete de proyectos para que sean tratados en sesiones extraordinarias. Un correlato de la ley de emergencia que se sancionó en el congreso nacional: un paquete a medida del FMI que abarcará fundamentalmente un ajuste. Reforma tributaria 2020 y ley de emergencia. Para su aprobación, el gobernador necesitará sí o sí del FPCyS, quien tiene mayoría en la cámara de diputados. Los mismos serán tratados este lunes 30 de diciembre.
Que la crisis la paguen los ricos, no el pueblo trabajador
En este panorama oscuro para las grandes mayorías, lo más claro es que toda la plata va para la deuda externa, perpetuando a miles a condiciones de vida precaria: a los trabajadores, a los jubilados y a la juventud. Desde el discurso dominante prevalecen distintos eufemismos, como "reperfilamiento", "reestructuración", "solidaridad social", todos ellos para enmascarar un brutal ajuste que piensan llevar adelante.
Pero no todo está siendo color de rosa para los dueños del país. Quisieron pasar medidas antipopulares como la reforma de ley 7722 en Mendoza, pero gracias a la enorme movilización tuvieron que retroceder. Ese ejemplo dejó en claro que la sociedad está cansada de pagar las consecuencias de la riqueza de unos pocos y que la fuerza de la movilización logra imponerse ante los que quieren jugar con nuestras vidas.
El arranque de este nuevo gobierno peronista muestra la clara tendencia de que sus medidas no van a beneficiar a las mayorías sino que van a estar supeditadas a los pagos de la deuda, beneficiando a unos pocos. Teniendo en cuenta esta realidad, y contando con el ejemplo mendocino, hay que estar preparados para hacerle frente a los ajustadores. Nuestras vidas no son variante de ajuste, que el ajuste lo paguen los que la generaron.