Ante la crisis de la municipalidad y el desfalco de fondos para salud y educación es necesario que las y los trabajadores junto con las organizaciones sociales y sindicatos debatan hacia donde van los recursos de la comuna y como resolver las problemáticas que vive la población.
Viernes 10 de junio de 2022
Tras los dichos discriminatorios de Jonatan Velasquez y su equipo de confianza hacia funcionarios municipales, dirigentes sociales y sindicales profundizó la crisis de la Municipalidad de Antofagasta, evidenciando una vez más no sólo su odio hacia las y los trabajadores y los dirigentes sociales, sino también toda la mafia que opera con favores a políticos y empresarios. Sin embargo ante la población esto no pasó desapercibido, causando indignación y un ánimo de sacar al alcalde y su equipo de confianza, poniendo sobre la mesa la descomposición de la política de siempre.
Las y los funcionarios municipales iniciaron una paralización ante los dichos discriminatorios, exigiendo la salida del equipo de confianza pero no así del alcalde. Desde Apruebo Dignidad se habla de que renuncie voluntariamente o de acudir a los orgnismos existentes y capaces de destituirlo por abandono de deberes, pero no dicen es que para poder hacerlo deben recurrir al TER, Tribunal Electoral Regional, 3 jueces que deciden entre cuatro paredes que hacer, sin haber sido electos por nadie. El mismo organismo que demoró 2 años en sacar a Karen Rojo luego que se supieran los $23 millones que robó de la salud y educación para su campaña electoral y asesorías personales.
Pero existen otras formas de enfrentar la crisis. El pasado martes se llevó a cabo una reunión de coordinación en la que participaron diferentes dirigentes sociales, medioambientales, vecinales, deportivos, sindicales de educación e industria, sectores del comercio, además de la concejala por el PTR Natalia Sanchez. Los ánimos son de sacar al alcalde por medio de la movilización y de poner fin a que gobiernen los mismos de siempre.
Por su parte Daniel Vargas como asesor jurídico de la “concejalía de las luchas”, planteó una alternativa ante la crisis, poniendo al frente la organización de los sectores mediante una Asamblea Comunal Soberana, con 1 delegado por cada 2000 electores, sacando al alcalde por una asamblea donde se discutan los problemas de la comuna entre quienes conocen y viven la necesidades de la comuna.
La crisis de la salud primaria es responsabilidad del municipio
Los problemas en la salud municipal, es decir la atención primaria (CESFAM, CECOSF, SAPU) son ampliamente conocidos por sus trabajadores y la población. La sobrecarga laboral producto de la alta necesidad de atenciones combinada con la falta de personal e infraestructura, el trabajo inestable expresado en contratos honorarios y suplencias sin posibilidad de pasar a contrata, son cosas que día a día viven las y los trabajadores de la atención primaria. De igual forma que los usuarios deben enfrentar servicios colapsados, lo que retrasa su atención oportuna, muchas veces sin poder acceder a tratamiento o estudios necesarios.
Hemos visto la crítica tensión, de las largas esperas por la falta de manos y camas que incluso han derivado en agresiones, producto de los problemas que se viven. Esto profundiza la división entre sectores que deberían ser aliados frente a estos problemas. Esta división la profundizan los verdaderos responsables de estos problemas, en este caso la CMDS y la municipalidad, así como el Servicio de salud y el Gobierno. Los robos y negocios por parte de las distintas administraciones municipales han sido las causas de la precarización del sistema de salud. Actualmente la CMDS tiene un déficit de $4.500 millones correspondiente a los fondos de salud y educación.
La salud pública se sostiene gracias a nuestro trabajo
Las y los trabajadores han sostenido la crisis de la salud pública, a costa de extensas jornadas, inestabilidad laboral, teniendo que trabajar con pocos recursos en un hospital colapsado, además de dar respuesta a cientos de usuarios que se atienden diariamente, esperando por horas una atención de urgencias e incluso años por una hora al médico. En la pandemia fueron la primera línea para brindar una mejor atención a los usuarios, a costa de turnos de 24 horas, contratos cortos y por menos salario, mientras el gobierno los llamaba héroes, las y los trabajadores tenían que lidiar con una salud que se cae a pedazos.
Se han desarrollado diversas movilizaciones contra las miserables condiciones de la salud pública, que con la pandemia empeoraron. En el Hospital Regional de Antofagasta las trabajadoras del aseo de la empresa Siglo XXI fueron un ejemplo al denunciar esto, desarrollando métodos de autoorganización como asambleas de base, elección de delegados por áreas, con los que llevaron adelante las discusiones con la dirección del Hospital y la Concesionaria, paralizaron y dejaron en claro que su trabajo era esencial bajo el lema “sin aseo no hay salud”.
Incluso llegaron a cuestionar la gestión y administración del hospital más grande del Norte: las trabajadoras saben mejor que nadie cómo funciona, y lo demostraron cuando controlaron la lavandería. Mientras el hospital y la Concesionaria quisieron ocultar un brote de COVID variante Delta, ellas resguardaron la salud de la población destinando con correctos protocolos de seguridad los insumos para cada servicio según sus necesidades.
Luchemos por una Asamblea Comunal Soberana
Frente a la crisis del municipio los trabajadores de la salud podemos jugar un rol importante, por medio de nuestra organización y movilización podemos no solo sacar este nuevo corrupto alcalde, sino que también luchar por una Asamblea Comunal Soberana donde sean realmente el pueblo de Antofagasta quienes decidan democráticamente sobre los problemas de la Salud Pública, pero también en torno a educación, vivienda, trabajo y todas las urgencias y necesidades de la comuna.
Agrupación "Abran Paso"
Agrupación de trabajadoras y trabajadores de la salud