Durante esta semana, los vecinos del barrio Emaús vienen organizándose como consecuencia del ajuste sanitario de la ciudad. Es que algo tan esencial como el derecho a la salud pública se ve profundamente vulnerado en los barrios de Rosario.
Jueves 6 de julio de 2023 09:00
En este caso, en el centro de salud del barrio, dependiente de la Secretaria de Salud del Municipio a nombre de Leonardo Caruana (Partido Socialista), han dado de baja a personal elemental del sector que, según en palabras de los vecinos, es indispensable para la dinámica de la zona.
En los pasacalles del barrio se lee un pedido explícito al estado municipal: "Por favor, no nos saquen lo único bueno que tenemos en nuestro barrio Emaús: los médicos". Dejando en claro la importancia que tiene la salud pública en los lugares donde más se evidencia su necesidad.
Una muestra del déficit en la administración de Caruana y las anteriores gestiones socialistas son las demandas por las que vienen luchando los trabajadores autoconvocados de la salud del municipio que vienen denunciando el ajuste en este sector desde hace años.
Como es frecuente en casi todos los barrios rosarinos, la zona de Emaús cuenta con un gran problema estructural que depende no sólo de la ciudad sino también de la gestión del peronismo a nivel provincial.
La población no cuenta con saneamiento ambiental ni sanitario. No hay desagües cloacales, ni derecho a la vivienda ya que muchos viven de forma precaria y hacinada, en la mayoría de los casos sin agua potable, lo que aumenta los riesgos para cualquier afección. Como si fuese poco, las escuelas de la zona, varias de ellas dependientes de la provincia, se ven vaciadas día trás día.
Es claro que el olvido de los gobiernos hacia los barrios se hace cada vez más agudo ya que no es un problema aislado. En la ciudad de Rosario y la provincia de Santa Fe, la salud viene siendo desfinanciada desde antes de la pandemia para profundizar el ajuste una vez que esta terminó.
A partir de entonces, y como vimos en diferentes efectores públicos de diferentes niveles, ambos gobiernos se encargaron del vaciamiento a cuenta gota, y no tanto. En su momento fueron los más de 500 trabajadores provinciales cesanteados que realizaban tareas en los vacunatorios, centros de salud y otros efectores.
Por su parte, el servicio pediátrico está siendo brutalmente afectado ya que han reducido la atención en varios hospitales públicos, viéndose obligados a sobre cargar las tareas en determinados lugares de trabajo.
A su vez, como sabemos, los monotributistas de la salud en la región se vieron obligados a hacer un quite de colaboración esta semana ya que se le adeudan meses y muchos llevan largo tiempo sin cobrar.
Estas son las consecuencias del ajuste tras el acuerdo con el FMI, haciendo que miles de familias de los barrios más populares pierdan su derecho a la salud y su personal trabaje a destajo y de forma precarizada, sin logística y ni presupuesto, para tratar de contener el vacío que deja el gobierno de Perotti y Javkin a su alrededor.