A once años del asesinato extrajudicial de Carlos Sinuhé Cuevas Mejía, activista de la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM, seguimos exigiendo verdad y justicia.
Lunes 31 de octubre de 2022
A once años del asesinato extrajudicial de Carlos Sinuhé Cuevas Mejía, activista de la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM, seguimos exigiendo verdad y justicia.
A lo largo de estos años se han evidenciado las tácticas de criminalización, hostigamiento, amedrentamiento y persecución por parte del Estado en conjunto con las Instituciones de Educación Superior y Media Superior, en específico de la Universidad Nacional Autónoma de México, contra el activismo y al movimiento estudiantil organizado.
Las investigaciones y la trayectoria de Lourdes Mejía, la han llevado a exponer un escenario en el que el entorno en el que su hijo, Carlos, fue asesinado, refleja a la perfección el modus en que opera la Universidad y el Estado para combatir y eliminar cualquier atisbo de organización. Hoy aún más evidente con el señalamiento a Lourdes surgido de la filtración de los Guacamaya-leaks de la Sedena, en el que la señalan de pertenecer a la Okupa Che, auditorio históricamente tomado de la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM.
En una breve entrevista con Lourdes Mejía nos relata su perspectiva y aprendizajes en estos once años de búsqueda de justicia, tras el asesinato de su hijo.
LID: ¿Qué es lo que quisieras decir a once años del asesinato de Carlos?
“Siento mucha frustración porque no se ha podido esclarecer. Desde el momento que lo criminalizaron antes de matarlo era claro que lo querían estigmatizar. Era un compañero que estaba causando problemas. Nunca estuvo solo, también se le criminalizó a sus compañeros. Es frustrante, quiero justicia, quiero que se sepa ¿a quién están encubriendo [las autoridades]?.”
LID: ¿Qué opinas de la represión actual?
“Supieron aprovechar la pandemia. Tienen bien armada la manera de reprimir. A organizarnos, no hay de otra.”
¿Qué le dirías al movimiento estudiantil ahora?
“Que las diferencias que hay entre los chavos y los colectivos, deben platicarlo, brincarlo.
Deben seguir luchando porque si no, no van a tener donde estudiar. Una vez me dijeron mis hijos, no nada más es estudiar, es tener conciencia. No permitan que el Estado los divida.”
Hoy, como hace once años seguimos exigiendo justicia para Carlos Sinuhé Cuevas Mejía y para todos aquellxs que han sido perseguidos y asesinados. Es necesario impulsar la masificación y fortalecimiento de un movimiento estudiantil en las universidades, que en unidad con docentes y trabajadores enfrente los ataques a la educación pública y la represión de las autoridades y los partidos del Congreso.
¡Ni un paso atrás! ¡Carlos Sinuhé presente, ahora y siempre!