“Algo se enciende” es la primera película de Luciana Gentinetta, un documental sobre el femicidio de Anahí Benítez ocurrido en 2017. El foco está puesto en la respuesta de la juventud y la comunidad educativa de la Escuela Normal Superior Antonio Mentruyt (ENSAM) de Banfield, donde asistía Anahí.
Martes 6 de abril de 2021 20:43
La imparable cuenta de los femicidios tiende a diluir las historias. Pero no son números, son vidas. ¿Cómo se narran los femicidios? ¿Cómo contar lo ocurrido sin reproducir el mensaje femicida en donde la representación de las “víctimas” se transforma en el mensaje mismo?
“Algo se enciende” es una película producida por Luciana Gentinetta, que fue seleccionada para el BAFICI, un festival internacional de cine independiente. El film aborda el femicidio de Anahí Benítez, la adolescente de 16 años que en 2017 desapareció y fue hallada asesinada días después. Luciana eligió centrarse en su escuela, la ENSAM de Banfield, de la cual ella también fue parte desde la salita de 4 hasta su egreso.
Cuenta que "Algo se enciende" surge “sin dudas por la admiración hacia la comunidad educativa, los amigos y amigas, compañeros y compañeras de Anahí”. La película registra el reclamo y la búsqueda de justicia por Anahí. Muestra las movilizaciones que transformaron ese vacío y la tristeza, en expresiones y conmemoraciones artísticas como bandera de lucha, que rescatan y presentan a Anahí como una artista.
Luciana quiso escapar a la cristalización de la víctima, y recuperar la imagen de Anahí a través de la gente que la rodeaba y cómo la recuerda. Eligió hacer un recorte sobre la juventud “que fueron los protagonistas, quienes inevitablemente motorizaron a toda la comunidad educativa, los que pusieron el cuerpo en un contexto social donde la juventud necesita organizarse y está organizándose frente a la violencia de género”. Y agrega que ese recorte “también es inherente a mí también por mi edad”. Luciana tiene 23 años.
Sobre el tratamiento que los medios hacen ante cada femicidio, Luciana plantea que le genera “rechazo” y que es necesario que quienes tiene responsabilidad de comunicar, le escapen al morbo y a la fugacidad de “una víctima más” porque “lo que nos atraviesa como sociedad es que los femicidios no han bajado” y es preciso “cambiar el relato” que den herramientas para pensar y abordar la complejidad de la violencia de género.
Los relatos que jerarquizan el morbo, que presentan a la víctima como mensaje, la fugacidad de un número más, ocultan las complicidades, los mecanismos institucionales, el rol del Estado, y la vida que fue arrancada.
El Observatorio de Femicidios “Adriana Marisel Zambrano” de La Casa del Encuentro, informó que desde el 1 de enero al 31 de marzo de 2021, se produjeron 70 femicidios y 2 transfemicidios. Casi 7 de cada 10 ocurrieron en el hogar, por su pareja o ex pareja. El 12,5 % fueron en manos de agentes o ex agentes de alguna fuerza de seguridad (9 femicidios). En 9 de estos femicidios, había alguna medida de restricción. Las provincias con más casos fueron Buenos Aires, Córdoba, Santiago del Estero y Salta.
Estos datos son informados por observatorios de organizaciones de mujeres que relevan los diarios. Sin embargo, es responsabilidad del Estado desde que fue aprobado el Plan de Acción en la Ley 26.485 -para erradicar la violencia hacia las mujeres- ¡aprobada en el 2009! Ningún gobierno destinó recursos para hacerlo. ¿Por qué? ¿Será porque duele ver que el índice no desciende? ¿Será porque desnuda que las medidas por parte del Estado son insuficientes?
Para más datos y próximas funciones de Algo se enciende, pueden buscarlo en en el Instagram de @algoseenciende.pelicula.