La empresa radicada en Tortuguitas, Malvinas Argentinas, lo hizo el pasado 1 de abril junto con el aval del sindicato del vidrio, dejando sin efecto el DNU decretado días después por el gobierno que prohíbe despidos y suspensiones.
Lunes 27 de abril de 2020 17:08
Lumilagro suspende y reduce el 40% del salario de sus trabajadores - YouTube
Lumilagro, en medio de la cuarentena, comunicó en primera instancia por WhatsApp y luego vía email a sus trabajadores de que iban a estar suspendidos a partir del primero de abril y con una reducción de su sueldo. Esta medida se llevó a cabo un día después de que el gobierno nacional decretara la supuesta prohibición de despidos y suspensiones.
Este arreglo se pactó entre las distintas empresa de la Cámara del Vidrio y el Sindicato Obrero de la Industria del Vidrio y Afines (SOIVA) dirigido por Horacio Valdez, secretariado de las 62 organizaciones peronistas. Todo esto se hizo a espaldas de los trabajadores quienes ya antes de esta rebaja tenían sueldos por debajo de lo que cuesta la canasta básica.
Insólitamente, el sindicato sacó un comunicado a los tres días repudiando la baja de salarios y las suspensiones de las empresas ¿Será que hubo un ataque de clasismo al interior del sindicato? No, todo lo contrario. Tal medida fue tomada a cabo por que las empresas también reducirían el aporte sindical. ¡Una vergüenza!
Lumilagro, dirigida por Eduardo Jorge Suranyi, es muy afín con los gobiernos de turno. Con el Kirchnerismo en 2011, su director titular Jorge Nadler participó de un spot de campaña en nombre de la empresa e imponiéndola como marca país. Más tarde, el macrismo tomó a la empresa como modelo y recibió la visita de la entonces gobernadora bonaerense María Eugenia Vidal, consiguiendo así en el 2019 una protección antidumping contra la importación de termos chinos cobrándoles a estos impuestos extras.
Esta empresa dice tener problemas económicos pero nunca pudo demostrar tal crisis. Carlos Bender, gerente comercial de la empresa, en marzo de este año dijo que nunca descontinuaron las ventas a España y Estados Unidos, donde las exportaciones representan cerca del 20% de la producción. Ni si quiera con el desembarco de su competencia yanquee Stanley, Lumilagro disminuyó sus venta de termo de acero. Por el contrario, éstas se incrementaron en más de un 30% y no está de más decir que el 60% del mercado local es de la empresa en cuestión.
SOIVA: una historia de traición a sus afiliados.
Esta no es la primera vez que la empresa aprovecha una crisis para poder llevar adelante sus planes flexibilizadores. En 2009, ante un reclamo por un incremento salarial la patronal despidió a 30 trabajadores con el respaldo del sindicato. Éste garantizó patotas vinculadas a la barra brava del club Chacarita Juniors que golpearon a los trabajadores que llevaban a cabo un piquete en la puerta de la fábrica y también los amenazaron con armas de fuego.
Hay otros donde el SOIVA actuó contra los intereses de sus afiliados, facilitándole la tarea a las empresas en los despidos que se llevaron a cabo en Pilkington, Saint Gobain o Trento Vidrios SRL.
Es sabido que las suspensiones son la antesala de nuevos ataques al salario y a los puestos de trabajo. Los decretos nacionales de necesidad y urgencia que “prohíben despidos y suspensiones” avalan (entre otras cosas) que las empresas puedan suspender cuando hay reducción de trabajo o por fuerza mayor, siempre y cuando sean pactadas entre el empleador y el empleado. Es decir, que desde el mismo gobierno nacional de Alberto Fernández, se convalidan las suspensiones con reducción salarial.
Es fundamental que exista una verdadera prohibición de despidos y suspensiones como también garantizar el pago total de salarios y con la seguridad sanitaria y de higiene a la altura para evitar contagios.
Ante cada crisis las patronales buscan descargarla sobre los trabajadores. Si el desempleo aumenta puede actuar como un factor de disciplinamiento de los salarios. Se necesitan medidas de autodefensa de la clase trabajadora como el pago del 100 % de los salarios, ningún cambio en las condiciones de trabajo, ningún despido ni suspensiones con rebaja salarial y los sindicatos deberían garantizar la prohibición de despidos.