De acuerdo al Ministerio de Finanzas, los pagos en capital e intereses se incrementarán aún más en 2018, alcanzando U$S 90.024,7 millones.
Lucía Ortega @OrtegaLu_
Jueves 24 de mayo de 2018
El resultado acumulado anual de pagos de deuda en concepto de capital e intereses realizados por el gobierno de Macri durante 2017 alcanzó U$S 83.738 millones, o el equivalente al 13 % del PBI a valores de dicho año.
De esta forma, junto con los U$S 44.322 millones pagados en el año 2016, los dos años de gobierno macrista suman U$S 128.061 millones.
En promedio, entonces, los pagos por año en capital e intereses alcanzan casi a U$S 65.000 millones en los últimos dos años.
Este flujo anual significa, a valores actuales, un monto equivalente a 10 veces el presupuesto en Educación del Estado Nacional en 2018 (los fondos por jurisdicción Ministerio de Educación). Así también, equivale a 17 veces el presupuesto de las Universidades Nacionales y 126 veces los fondos dirigidos al funcionamiento de Conicet (Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas)
Los datos sobre flujos y deuda total fueron publicados por la Oficina de Crédito Público, del Ministerio de Finanzas, referidos al IV trimestre de 2017. Allí se informa que a fines de año la deuda del Estado Nacional (interna y externa) sumó U$S 320.935 millones.
Según consta en el perfil de vencimientos de capital e intereses a futuro, en 2018 el gobierno espera vencimientos por más de U$S 90.000 millones, evidenciando un creciente espiral de deuda.
Así también, se concluye que la deuda pagada se financió fundamentalmente mediante nueva deuda. El gobierno asegura que este es el camino recomendable, no obstante el resultado desequilibrante está a la vista: la deuda no para de crecer.
Durante los gobiernos kirchneristas se destinó al pago de capital e intereses de deuda más de U$S 200.000 millones, convalidando toda la deuda previa ilegal e ilegítima. Estos pagos eran realizados con excedentes externos obtenidos en un ciclo especial de alza de las commodities a nivel internacional y gracias a la fuerte crisis de 2001 descargada sobre los trabajadores.
El kirchnerismo también se enorgulleció de pagar la deuda con reservas del Banco Central. Sin embargo la deuda tampoco dejó de crecer, aún con las reestructuraciones de 2005 y 2010, en donde se premió a los especuladores con el cupón PBI y ganancias del 300 %. En 2015 la deuda pública alcanzó U$S 223.000 milones.
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El no pago de la deuda externa se presenta así como la única salida para comenzar una verdadera ruptura con el capital imperialista. Esta medida permitiría liberar recursos para la vivienda, mejorar los salarios, la salud y educación.
Una medida de tal naturaleza sólo puede conquistarse la vía de la movilización popular, que requerirá ligarse a otras medidas como la nacionalización de la banca bajo gestión de los trabajadores y una banca estatal única.
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Lucía Ortega
Economista UBA. Coeditora de la sección de Economía de La Izquierda Diario.
