No tan Distintos, así como Cristina en 2011 ahora Macri en 2017 para criminalizar la juventud de nuestros barrios, enviaron Gendarmería Nacional a construir los muros de milicos que tapen el hambre y la pobreza en San Martín.
Viernes 16 de junio de 2017
Macri no se queda atrás y manda agentes de infantería y Caballería de la Bonaerense para reforzar el patrullaje en los barrios, tarde y noche.
La San Martín de Gabriel Katopodis (distrito del Frente para la Victoria) al igual que el de Lomas de Zamora y otros tantos, fueron beneficiados con el envío de 790 efectivos de Infantería y la Caballería de la Policía Bonaerense con el argumento de “Refuerzo de Vigilancia”, este título surge en una nota sacada en el del diario Clarín, porta voz del gobierno actual .Con la firme idea de centrar su campaña en la criminalización juvenil con eje en militarizar los barrios y con la baja de edad de imputabilidad.
A raíz de imponer el discurso de “Los Barrios Peligrosos” o de Carolina Píparo en una entrevista en la jugosa mesa de Mirtha Legrand (donde sobra la comida y el champagne) “hay familias que se dedican a la delincuencia”, se construye un veneno estigmatizador no solo contra los jóvenes de los barrios más carenciados de Buenos Aires, sino que ahora también, van contra las familia. Hablan de las familias obreras con desprecio y no dicen una sola palabra de los verdaderos responsables; la policía.
Los últimos casos resonantes re impulsan la campaña de la "mano dura” haciéndonos querer olvidar lo podrida que están las fuerzas de la represión con su vinculación y regenteo del delito con bandas manejadas por la propia policía. Y si para muestra basta un botón.. Ahí está la comisaria de J. L Suarez y su desarmadero de autos a la vista de todos. Las fuerzas policiales son las responsables del delito ¿y nos echan la culpa a la juventud? ¡Si la departamental de San Martín tiene más allanamientos que Lázaro Báez!
Es la policía es la que está vinculada a los femicidios - caso Araceli Fullnes, encubriendo pruebas. La familia era la única que estaba sobre lo cierto: hoy un principal, un subinspector y un subcomisario de la Policía Bonaerense fueron apartados, sospechados de encubrimiento. Uno de ellos es hermano de dos de los detenidos, acusados de haber participado del crimen.
Desde que el comisario Pablo Bressi fue encumbrado a la cabeza de la Bonaerense, por pedido directo de la embajada norteamericana y la DEA, son conocidos las "batidas" y los "pases de factura" del resto de la plana mayor. Pero los jefes pasan pero los represores y las balas del gatillo fácil siempre quedan. San Martin es hoy una verdadera zona liberada, pero para la policía, recordamos en el asesinato de los pibes en los basureros de Suarez el asesinato en villa catanga y el de villa la rana.
Una institución que está presente en todos los grandes delitos de la trata de personas, los secuestros extorsivos, crímenes y narcotráfico, no para investigarlos, sino perpetrándolos o cubriendo de impunidad a sus responsables. Esas bandas armadas son las que constituyen la auténtica inseguridad para el pueblo trabajador.
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Mientras tanto para los trabajadores y el pueblo en José León Suárez reina el vacío de condiciones básicas para la subsistencia, falta de cloacas, pocas escuelas. LA década ganada nos dejó solo problemas, el de vivienda, no tenemos derecho al gas natural, ni tenemos medidor de luz, lo que nos lleva a tener conexiones precarias que ponen en riesgo a nuestras familias, el agua potable no existe y cuando llega el verano, siempre nos quedamos sin agua… una desidia total en pleno siglo XXI. La única “gran obra” que nos dejó la década ganada en mi barrio es la Unidad Penal N°48.
Cuando la brutalidad del caso de Pablo Agustín de 3 años, muerto por un chico de 16 años, vemos lo más aberrante que arroja esta desigualdad social, y la “caza de brujas” no se demoró. Llegaron al punto de prenderle fuego la casa de su padre que trabaja de panadero durante 12hs, y su hermana. Pobres contra pobres enfrentados, de su mismo barrio, eso no lo menciona la “campaña por seguridad”.
Mi odio es distinto al odio que difunden los medios de comunicación. Es un odio contra los responsables políticos, ese entramado que liga a funcionarios políticos, judiciales, policiales y bandas narco-criminales, una realidad tan evidente que no se puede esconder.
Los medios martillan con los hechos de inseguridad y crean un ambiente propicio para “fenómenos aberrantes”: la justicia por mano propia por parte de sectores de la sociedad derechizados hace dos años y la militarización del “territorio” por parte de Gendarmería y Prefectura, los Cristina, los Macri, los Bulrich, los Scioli, los Vidal, Intendententes, viven ajenos a esta realidad, desde el Calafate, desde su mansiones, desde puerto madero, son los responsables directos de la barbarie que sufrimos día a día nuestro pueblo trabajador.
Por eso, yo como tantos otros compañeros y compañeras trabajadores/as y estudiantes decidimos que la política no la podemos dejar en manos de los “políticos profesionales”. Los profesionales en generar odio entre pobres. Difunden odio y mano dura en plena campaña electoral. Quieren llenar sus urnas de odio y miedo contra los pobres. Pero nosotros apostamos a generar otra clase de política, una que esté en nuestras manos y ponerla al servicio de nuestra clase, la clase trabajadora, para cambiar esta realidad que hoy nos toca vivir.
El gran desafio que nos proponemos en esta campaña electoral es que miles de militantes y simpatizantes del Frente de Izquierda en todo el país llevemos estas ideas a cada rincón, lugar de trabajo, de estudio, a cada barrio. Porque nuestras vidas valen mas que sus ganancias es que queremos construir la herramienta que permita a las mujeres, los trabajadores y la juventud vencer, frente a los ajustes y ataques en curso y los que vendrán, para que la crisis la paguen los capitalistas y gobiernen los trabajadores.
