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Red Internacional
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Martín Delgado Cultelli (Conacha): “Quieren evitar a toda costa que se reconozcan los derechos indígenas en el país”

Entrevistamos a Martín Delgado Cultelli integrante del Consejo de la Nación Charrúa (Conacha) por la reciente conmemoración del Día de la Nación Charrúa y de la Identidad Indígena, y de las reacciones polémicas de sectores políticos de la derecha a raíz de este tema.

Jueves 15 de abril de 2021

LID: ¿Cómo les explicas a nuestros lectores la importancia de la conmemoración del 11 de abril para la historia del Uruguay y de la Nación Charrúa?

MDC: La conmemoración actual del 11 de abril se enmarca en la Ley 18589 (establecida en el 2009) que declara a dicha fecha como “Día de la Nación Charrúa y de la Identidad Indígena”, única ley en el país que habla específicamente sobre las identidades indígenas. Ley que se debió a la lucha de las comunidades y en específico del CONACHA. Sin embargo, esta ley sigue siendo muy insuficiente, ya que reconoce las identidades indígenas enmarcadas en la identidad nacional. No es un reconocimiento como Pueblo Indígena y no va en la línea de los derechos reconocidos internacionalmente. Si bien habla de “los hechos sucedidos en Salsipuedes en 1831”, no determina dichos hechos como un crimen de lesa humanidad, como una política de Terrorismo de Estado.

Por lo cual también habilita a las interpretaciones que justifican y defienden la masacre. Sin embargo, a pesar de todas las limitantes e insuficiencias de dicha ley, esta posibilita que se hable del tema. Si hoy hay un debate publico sobre Salsipuedes, primero es por esta ley.

En segundo lugar, tenemos que tomar en cuenta la relevancia que tiene Salsipuedes y las campañas militares del General Rivera tanto para las propias comunidades charrúas como para la sociedad nacional en su conjunto. La memoria indígena enfatiza en que Salsipuedes fue el parte aguas entre la época de las naciones indígenas libres y soberanas y la época del sometimiento y la dispersión. Hasta los descendientes de charrúas de zonas rurales y con baja instrucción educativa saben sobre Salsipuedes y lo interpretan como el hecho determinante de nuestro sometimiento. Por lo cual, para la comunidad charrúa, es un hecho histórico determinante.

Al mismo tiempo, la historiografía nacional también ha construido a Salsipuedes como el parte aguas histórico que divide por un lado la época del “Uruguay Indígena” y por el otro la del “Uruguay Moderno” que se ha desprendido de su relación con los pueblos originarios. O sea, que Salsipuedes y las campañas de Rivera, son un hecho fundante y determinante de las relaciones sociales del país. Y eso se ve tanto en la memoria oral indígena, como en la historiografía.

Pero otro aspecto determinante de la relevancia de Salsipuedes es que dicha masacre y dicha campaña militar contra los pueblos originarios, serán determinantes en la construcción del Estado Nacional, de las relaciones de capital y de la inserción del capitalismo nacional en el certamen mundial. Muchos de los autores intelectuales del Genocidio, como Ellauri y Gabriel Antonio Pereira, fueron redactores de la primer Constitución de la República. O sea, la gente que imaginó al Estado y al país que iba a nacer, fue la misma gente que pensó y organizo un proyecto de limpieza étnica.

No es casualidad que la primera constitución no hiciera ninguna mención a los pueblos originarios, cuando en ese momento tanto charrúas como guaraníes misioneros controlábamos amplios territorios al norte del río negro. O sea, Salsipuedes fue la consumación fáctica del imaginario que ya estaba plasmado en la primera constitución. La de una República Liberal, centralista y profundamente racista y clasista.

Esa República Liberal racista es la superestructura política de un proyecto económico que buscaba consolidar la propiedad privada rural y el latifundio además de al país como exportador de materias primas, en especial de productos agropecuarios a la incipiente economía global. Ya en esa época se podía ver en los debates de diarios, el tema de la política de tierras como principal motor atrás del Genocidio Indígena. Una política que buscaba privatizar las tierras públicas y extranjerizarlas, en especial a brasileños y británicos, pero también a otros colonos europeos en menor medida. En definitiva, Salsipuedes es parte del proceso de la acumulación originaria para el contexto del Uruguay. El despojo de los territorios indígenas para volver a nuestra gente mano de obra barata y al mismo tiempo construir un Estado Oligárquico al servicio de la elite latifundista. ¡¡¡Como no va a ser importante vislumbrar la génesis de las desigualdades y opresiones contemporáneas!!!

LID: ¿Qué opinión te merecen las recientes posturas públicas del Partido Colorado y Cabildo Abierto sobre este tema?

MDC: En primer lugar, decir que estos sectores políticos, que están aliados al gobierno nacional, están asumiendo una posición absolutamente reaccionaria. Y cuando digo que son reaccionarios, lo digo en el sentido más clásico y literal del término. Estas declaraciones se deben a la posición asumida por la Institución Nacional de Derechos Humanos (INDDHH) en defensa y reivindicación de los derechos indígenas en el país. Debido a un trabajo que la CONACHA y otras organizaciones indígenas venimos haciendo con la INDDHH, está reclamado el reconocimiento del “Genocidio” (utilizando este término jurídico-político-ético) y medidas reparatorias para las comunidades. Y lo que han hecho los colorados y los maninistas es reaccionar para frenar este reconocimiento de derechos.

Ellos quieren evitar a toda costa que se reconozcan los derechos indígenas en el país. Es por eso que se los debe concebir como sectores reaccionarios de la sociedad y la política. Su negacionismo es para frenar el avance del movimiento indígena.

También se debe tener en cuenta una postura concreta que ha tenido Cabildo Abierto con respecto a la INDDHH. En varias otras oportunidades este sector político ha salido a criticar a la INDDHH y ha planteado cerrar dicha institución. Incluso lograron que en el Presupuesto Nacional se rebajara considerablemente el presupuesto a la INDDHH. Esta guerra particular contra la INDDHH tiene que ver con una cosmogonía muy propia de la extrema derecha contemporánea. La acusación de “Dictadura de los Derechos Humanos” y el reafianzamiento de la postura maquiavélica que sostiene que la “Razón de Estado” puede justificar cualquier aberración. Es un ataque generalizado a los derechos humanos para buscar la instauración de un régimen político autoritario, muy similar a lo hecho por los liberales conservadores en el siglo XIX.

Y estas declaraciones del Partido Colorado y de Cabildo Abierto también las tenemos que entender en la expresión de un sector del sistema político que es heredero directo del General Rivera. No, nos olvidemos que el Partido Colorado fue fundado por Fructuoso Rivera y que varios de los “dotores” que estuvieron en la organización de la masacre luego fueron destacados políticos del Partido Colorado. Por otro lado, Cabildo Abierto se conformó con la escisión de algunos de los sectores más conservadores del Partido Colorado que se fueron con Manini Ríos. Es más, la familia Manini Ríos tiene su origen en la casta militar y terrateniente que fue agraciada con tierra por pelear del lado colorado en las guerras internas del siglo XIX. Incluso lideraron una facción política conservadora anti-batllista a principios del siglo XX denominada “riverismo”. Sus declaraciones son la expresión más pura del racismo anti-indígena que siempre ha existido en la política uruguaya.

LID: Contanos sobre la iniciativa sobre el sitio de la memoria de Salsipuedes

MDC: Bueno, ese es otro de los ejes por lo cual ellos reaccionaron. La posibilidad de que el Estado Uruguayo reconozca a Salsipuedes como un crimen de lesa humanidad y delimite un Espacio de Memoria de la Nación Charrúa.

Este mes presentamos el petitorio ante la Comisión de Sitios de Memoria para que Salsipuedes sea reconocido como Sitio de Memoria. Esto esta enmarcado en la Ley 19641 de Sitios de Memoria Histórica. Esta ley surgió en el 2018 como parte del reclamo del movimiento de derechos humanos, en especial de las organizaciones de victimas y familiares del Terrorismo de Estado de la ultima Dictadura. Por lo cual, la ley esta muy pensada para las situaciones de violaciones a los derechos humanos durante la última Dictadura. La ley establece como marco temporal de sitios donde ocurrieron esos crímenes de lesa humanidad el periodo entre 1968-1985 (el último Terrorismo de Estado), sin embargo, un pequeño artículo establece que se podrán tener en cuenta otros hechos históricos fuera de ese periodo. Es en base a ese articulado que nosotros hemos presentado nuestro proyecto de Sitios de Memoria. Proyecto presentado por varias organizaciones indígenas como CONACHA, ADENCH, Chonik y Hum Pampa.

Sabíamos que la propuesta del reconocimiento de Salsipuedes iba a generar la reacción del riverismo, es por eso que buscamos el apoyo de varias instituciones académicas y de investigadores sobre el tema indígena, así como también un listado de personalidades y organizaciones sociales que nos apoyaran. En ese sentido, reconocemos el apoyo que nos brindo La Izquierda Diario al firmar el apoyo al petitorio.

Con respecto a la reacción riverista ante el petitorio de Sitios de Memoria, decir que este es uno de los espacios de memoria más disputados políticamente y que ha generado más debate. Ni siquiera muchos sitios vinculados a la ultima Dictadura Militar generaron tanta controversia. Es ahí que uno ve la relevancia que tiene la disputa política por la memoria indígena y el reconocimiento del Genocidio Charrúa.

Ese es el camino que el movimiento indígena esta transitando ahora y esperamos que toda la sociedad en su conjunto también lo transite. Así de una vez por todas, podamos liberarnos de las cadenas coloniales que todavía hay en este país.