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Red Internacional
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Tragedia. Más de 64 mil afectados, 22 mil viviendas dañadas y 18 muertos por intensas lluvias en Venezuela

Las copiosas lluvias afectaron a las 23 regiones del país, así como a Caracas, que fue, junto a Carabobo, Falcón, Trujillo, Bolívar y Guárico, y otros estados, los que soportan la mayor intensidad de las precipitaciones. Pero son lluvias que azotan en Venezuela con crónicas de desastres y muertes anunciadas debido a la ausencia completa del desarrollo de obras de infraestructura, viviendas seguras, entre otras medidas, que impidan que por las fuertes precipitaciones o desbordes de los ríos en zonas densamente pobladas o próximas a ellas se llegue a estas tragedias que serían evitables.

Viernes 7 de octubre de 2022

En la imagen, Falcón el desborde de los ríos dejó más de 400 afectados. Foto: Cortesía

En la imagen, Falcón el desborde de los ríos dejó más de 400 afectados. Foto: Cortesía

Lo que se sabe vía los informes oficiales. "Tenemos unos registros superiores a los del año pasado (...) desde abril, hemos tenido afectaciones importantes, más de 64.000 personas afectadas pero que están siendo atendidas", ha declarado Remigio Ceballos, ministro de Interior y Justicia. Por su parte el viceministro para la Gestión de Riesgo y Protección Civil de Venezuela, Carlos Pérez Ampueda, ha informado que en todo el territorio nacional hay 22.000 viviendas con afectaciones diversas, de las que 17 "colapsaron total o parcialmente", y que el número de muertos por las fuertes precipitaciones de las dos últimas semanas asciende a 18. Pero hasta allí llegan los partes oficiales que seguramente se quedan cortos si se toma en cuenta la intensidad y persistencia de las torrenciales lluvias que continuarían por más tiempo.

De acuerdo al Instituto de Meteorología e Hidrología del país (Inameh), son numerosas vías que han colapsado y ríos que se desbordaron debido a las intensas precipitaciones que se registran en el país y que continúan intensificándose por el paso de la depresión tropical. Delta Amacuro, Sucre, Monagas, Anzoátegui, Nueva Esparta, Miranda, La Guaira, Distrito Capital, Aragua, Carabobo, Guárico, Amazonas, Bolívar y el territorio Esequibo, serían los lugares donde se intensificarían las lluvias.

Entre las regiones con más daños, siempre de acuerdo a los informes oficiales, destaca Carabobo que este jueves tuvo una autopista afectada por varios deslaves y Falcón, donde una amplia vía terrestre está "totalmente anegada" por el desbordamiento de un río, lo que ha significado pérdidas materiales para casi 500 personas, según informes del Ministerio del Interior. Además, en el estado Bolívar colapsó un puente, mientras que en La Guaira y Anzoátegui algunas vías se mantienen intransitables durante el jueves debido a inundaciones, sedimentos y drenajes colapsados. También se informa que al menos 10 municipios de Mérida y Táchira también registraron daños que son calificados de “menores”.

Mientras tanto, en Caracas, las autoridades han reportado derrumbes, apagones en varios sectores y avenidas inundadas, así como numerosos árboles caídos en centros urbanos. Pero informes sobre las personas afectadas o que han tenido que desalojar sus casas o pérdidas de las mismas, es parco lo que se detalla. Y es difícil creer que no existan situaciones de mayor calamidad sobre todo en los barrios donde las infraestructuras y las viviendas son más precarias, problemas que persisten más allá de la propaganda oficial.

Y de acuerdo al Inameh la intensidad de los vientos va en aumento, que, junto a las lluvias, ganarán intensidad en las próximas 48 horas debido al escalamiento de la situación, que ha pasado de onda a depresión tropical, lo que supone un mayor impacto del fenómeno sobre el país. Lo que pone en riesgo más vida de personas y las viviendas ya deterioradas.

Como siempre, desde las alturas gubernamentales, se tiende a naturalizar esta situación, sobre todo, las tragedias humanas, como si la naturaleza fuera la culpable de tanta miseria y precariedad, cuando existen faltas de inversiones en infraestructura, de trabajos de ingeniería urbana, vial, acueductos, canales o diques de contención, encauzamiento de los ríos sobre todo los de zonas urbanas o próximos, ausencia de planes urbanos de construcción de viviendas seguras, aunado a la ausencia de sistemas de alerta temprana fiables.

Para que cada situación de fuertes torrenciales o desbordes de ríos no se continúen transformando en tragedias sociales es necesario que se hagan las obras de contención hídricas, hidráulicas y de infraestructura, dar respuesta a las miles de familias en situación de emergencia habitacional y desarrollar verdaderos planes de contingencia social. Para que esto suceda hay recursos que pueden salir de cobrar impuestos a las grandes fortunas y las grandes empresas, dejar de pagar deuda externa, y aumentar los presupuestos para todo un plan de obras públicas, entre otras medidas, como parte de un plan de emergencia frente a estas situaciones.