Charlamos con el compositor y cantante chileno que visita Buenos Aires esta semana. Presentará nuevos simples a la vez que reelabora algunos de sus clásicos de la mano de la banda argentina Klub.
Augusto Dorado @AugustoDorado
Martes 3 de octubre de 2023 17:00
Desde hace unas dos décadas que la voz de Maxi Vargas circula por radios, equipos de audio y plataformas digitales de quienes gustan del reggae en este rincón al sur del mundo. Con una carrera profesional que arrancó desde muy adolescente y con un paso destacado por la banda Gondwana, en realidad no eligió ser cantante: simplemente canta como forma de vida, ya desde su más tierna infancia en las callecitas de Talca, un pueblo a unos 250 kilómetros al sudoeste de Santiago que “se parece un poco a Neuquén o a Tucumán” y donde paulatinamente se fue perdiendo la (sana) costumbre de la siesta. A esta altura, Maxi Vargas ya es un artista consagrado en la escena del reggae latinoamericano, escena a la que Chile supo nutrir con bandas como Zona Ganjah, los propios Gondwana y artistas como Quique Neira, entre otros. Y como no podía ser de otra manera, los lazos que lo hermanan con la escena del reggae en Argentina son tan sólidos como las rocas de la cordillera de los Andes, esa misma que cruza frecuentemente para visitar a sus fans trasandinos.
En este mes de octubre que recién comienza, Maxi Vargas aterriza en Buenos Aires para dos presentaciones: el jueves 5 de octubre estará en Lucille (en Gorriti 5520 de Palermo, CABA, con entradas disponibles por sistema Passline) y el domingo 15 de octubre en el Teatro Greison de Monte Grande (en Av. Dardo Rocha 135) con los locales Natty Combo como número de apertura. Entre ensayos y preparativos, Maxi tuvo la amabilidad de conversar con El Círculo Rojo, el programa radial de La Izquierda Diario, charla que podés ver completa en el video que encabeza esta nota.
Recordando su acercamiento a la música, Maxi Vargas nos cuenta que se dio de una forma natural en el seno de su vida familiar: “En mi casa era un juego cantar, siempre estaba cantando a mi mamá mientras cocinaba, a mi hermana... Mi papá siempre con la guitarra en las juntadas familiares. Entonces, era como muy normal que se cantara, jugábamos a hacer armonías vocales, sin saber demasiado de música, mi hermana y yo hacíamos las segundas voces jugando… Mientras yo de pequeñito jugaba con un auto, mi hermana cantaba y yo le hacía una segunda voz. Al principio cantaba lo que sonaba en la radio… Creo que nadie arranca queriendo ser cantante: o canta o no canta. Yo no quise ser cantante, yo escuchaba lo que sonaba en la radio y lo repetía, escuchaba la música que ponían mi papá y mi mamá: Luis Miguel, Boyz II Men, Juan Gabriel, Elvis, los Beatles, todas esas cosas. Yo cantaba canciones de Pedro Fernández porque le gustaba mucho la música mexicana a mi mamá. Pero era siempre como en un marco de juego, de diversión”, explica Maxi.
Hubo un cambio cuando un amigo de toda la vida que procedía de la Isla de Pascua le hizo llegar los primeros discos de reggae que escuchó: “Uno de mis grandes amigos de la vida que ahora es mi cuñado, me trajo música, por ejemplo, Alpha Blondy, Lucky Dube, artistas que se escuchan bastante en la Isla de Pascua… Uno capaz va a comprar a un almacén donde atiende una señora mayor y está sonando Lucky Dube en la radio normalmente, es muy famoso allá. ¡Fue Alpha Blondy a la Isla de Pascua y fue furor! También me trajo cosas de Peter Tosh, el reggae se escuchaba mucho allá… Y acá en Chile estaba comenzando a sonar Gondwana, estaban llegando Los Cafres… Recuerdo que compré un disco de Los Cafres en una multitienda, se lo pedí por favor a mi mamá”, se sincera riendo. “Creo que el reggae llegó antes a la Isla de Pascua que a Chile continente”, reflexiona.
A la hora de definir la importancia artística del reggae, Maxi Vargas es tajante: “La raíz que tiene el reggae son las letras” y agrega que “El compromiso que tiene la música reggae con cosas positivas nos hace a todos un poco rastas de cierta manera: todos queremos ver bien a nuestros hijos, ver mejor a nuestro entorno... Tiene esos fundamentos que le agregan tanto valor a una música, porque música hay mucha, sonidos para bailar hay muchos, pero el reggae tiene un concepto mucho más interno, te cambia como persona, creo que eso es lo positivo”.
En cuanto a su manera de componer, confiesa: “Soy muy autocrítico”, lo que se expresa en temas como el reciente EP “Que tú, que yo” en el que dialoga musicalmente con el género urbano a la vez que asume con ironía responsabilidades y cierta culpa en la narrativa de la historia que retrata la canción. “Si en la canción solamente le echara la culpa al otro, no sería yo”, sentencia. Justamente sobre este novedoso acercamiento a la música urbana, Maxi explica que le gusta mucho la música y que frecuenta géneros como el afrobeat, el dancehall, el soul, el góspel, y varias influencias que tomó desde chico. Pero nos adelanta que “Que tú, que yo” va a tener su versión sobre base de reggae como anticipa a modo de “tráiler” el final del video del tema.
Artista prolífico, con apenas 14 años compuso uno de los temas que se transformó en un clásico del reggae latinoamericano; “Aire de Jah”. “Yo creo que uno nunca piensa que sus canciones son un clásico… O tal vez mi personalidad es así, ¿no?”, asume con humildad.
En el período más reciente, Maxi Vargas trabó una sociedad artística con experimentados músicos argentinos con el baterista Sebastián Sebolla Paradisi a la cabeza, quien fuera el batero de Los Cafres en la etapa de mayor masividad de la legendaria banda argentina. En 2022, con la banda 303 como “backing band” registraron la sesión Live in Buenos Aires Town 2022 y ahora será Klub, grupo que hace versiones reggae de Los Auténticos Decadentes compuesto por varios de los mismos músicos que lo acompañaron en esta experiencia anterior, los que tocarán con Maxi en esta visita de 2023 a Buenos Aires. “Los Cafres es de mis primeras bandas favoritas, yo me sé todas sus canciones, cuando tocamos alguna vez en algún mismo evento, en vez de ponerme al lado del escenario, yo voy y me pongo abajo… Ya le he dicho al Guillermo (por Bonetto, vocalista de Cafres, NdeR) que me invite a cantar alguna canción, a ver si alguien le dice”, se ríe. “Siempre me gustó mucho la voz de él, es una voz muy honesta. Yo a Sebolla además de conocerlo por Los Cafres también lo admiraba como un gran baterista, entonces en algún momento nos conocimos y armamos cierta relación de amistad que luego se transformó en trabajar juntos… Estaba la idea de hacer algo, de tocar… Y fue idea de él que me dijo ‘Vamos a grabar estas canciones, así de una vez’, y grabamos cuatro canciones de estudio con el audio y el vídeo de una vez, yo simplemente canto (no necesito que me arreglen la voz) y ellos tocan sin que les arreglen nada, lo hicimos así orgánico, análogo, se grabó y quedó lindo. Hay dos canciones que son nuevas, que salieron ahí de esas sesiones, y otras dos canciones antiguas que fueron Aire de Jah y Reggae Life. Fue lindo el trabajo, a la gente le han gustado mucho las canciones nuevas y ya se incorporaron al repertorio”.
Finalmente, el vocalista adelanta que junto a Klub están haciendo un arduo trabajo de selección de canciones para los shows que ofrecerá en Buenos Aires: “Hay que decidir porque hay que tocar alrededor de una hora y media, no podemos tocar toda la noche… Hace poco me pasó que estaba tocando en un lugar y como no nos limitaron el horario, tocamos dos horas y media ¡Ya me estaba quedando sin voz!”, suelta entre risas. La celebración de su música en Lucille y en el Teatro Greison en un reencuentro con público argentino luego de un año probablemente estire los horarios a fuerza de aplausos, bises y pasión por el reggae.
Escuchá el comentario sobre la trayectoria de Maxi Vargas en El Círculo Rojo, el programa radial de La Izquierda Diario que se emite los jueves de 22 a 24 hs por Radio Con Vos (FM 89.9)