Omar Edgardo Di Nápoli quedó detenido el 6 de julio en el juzgado de San Martín por delitos de Lesa Humanidad, en la Jurisdicción de Zona IV de Campo de Mayo. Fue médico de la Base Naval Arsenal Zárate y colaboraba en las torturas.
Jueves 14 de julio de 2016 09:26
Fue gracias al testimonio y la denuncia de Lidia Biscarte, ex detenida en el centro clandestino que funcionaba en el buque ARA Muratare en el Arsenal Naval, que finalmente fue derenido.
Lidia recordó en un sobresalto la voz particularmente ronca de Di Nápoli al escucharlo en un pasillo del hospital en 1983. Era la misma voz que luego de que la torturaban, la auscultaba y decía “¡Dale, dale, que aguanta! Dale 220, dale, dale que está todo bien”, como fue relatado en Página/12. Ella ya había hablado de la existencia de este médico y de su particular voz, nombrada en muchos otros testimonios, ante la Conadep en 1984, pero no fue hasta 2013 que reveló su nombre en el juicio oral que se hizo en San Martín por las víctimas de Zárate y Campana.
Sin embargo, permaneció impune hasta ahora. El año pasado Lidia llama al servicio de emergencia que provee la Cooperativa Eléctrica de Zarate para que atiendan a su nieto y de la ambulancia se baja y entra a su casa el Dr. Di Nápoli. Cuando se retira, Lidia se comunica urgente con su abogado Coco Lombardi que toma el caso y le plantea la gravedad de la situación porque opina que él la reconoció y su vida corría peligro. Ante esto, la investigación se acelera y la fiscalía a cargo de Hugo Bogetti y Miguel Angel Blanco piden los antecedentes del médico a la obra social.
Di Nápoli formó parte de la Armada hasta los años 80 como médico naval e hizo la carrera militar, incluso figura en su legajo una felicitación por su participación en la represión y estaba destinado a la zona operativa del área 400. Aunque negó haber estado en Zárate en ese entonces, la fiscalía sostiene la acusación por la participación como médico en la tortura, en el rol de quienes formaban parte del grupo de tareas y cuya función macabra era regular los voltajes de los tormentos para extraer información.
El área 400 funcionó entre 1976 y 1983 en Zárate y Campana con más de 215 víctimas. Entre ellas Lidia Biscarte que por ese entonces era delegada y trabajaba en el Puente Zárate Brazo Largo en maestranza. El 27 de marzo se la llevaron y dejaron a su hijo de ocho años atado a una silla con una sábana.
Estuvo tres años desaparecida; en el puerto, en la comisaria de Moreno, en el pozo de Banfield y finalmente fue liberada desde Coordinación Federal. Su testimonio en 2013 fue una de las principales denuncias por violencia sexual.