×
×
Red Internacional
lid bot

Mercadona “sube los precios una burrada” con beneficios “porque no quedaba alternativa”

Las últimas declaraciones del presidente de Mercadona, Juan Roig, muestran que pese a que la empresa ha ganado 718 millones de euros han tenido que subir los precios porque “lo contrario hubiera sido un desastre”. ¿Qué desastre os preguntaréis? Que esta crisis la paguen los capitalistas.

Jueves 16 de marzo de 2023

En la presentación de resultados de la compañía Juan Roig intervino con estas declaraciones. En un contexto de crisis en el que la inflación está en un 6% y la subyacente (no tiene en cuenta el precio de los alimentos o la energía) en un 7,6%, los precios de los alimentos y bebidas no alcohólicas subieron en Mercadona un 15% el pasado enero. La empresa terminó el 2022 con un beneficio un 5,6% mayor al del año pasado, mientras que a lo largo del año los precios se dispararon un 12%. Lo que está claro es que no están teniendo pérdidas.

A nivel europeo la historia se repite, por ejemplo el incremento de precios de Alemania es del 21,8%. Las causas de esto son varias. Para empezar, la guerra que continúa desde hace un año en Ucrania y cuyo final no se ve llegar todavía. Esta, combinada con la crisis que trajo la pandemia, es el factor determinante del aumento de precios, pero también, como señalan algunos expertos, la subida de costes de producción en bienes esenciales para la agricultura como son las semillas, piensos, fertilizantes, energía o combustible, habrían contribuido a elevar el precio de los alimentos de forma temporal. Eso sí, algunos de estos expertos también señalan que algunos de estos factores luego redujeron su coste sin que esto se tradujera en una bajada del precio de los alimentos.

Subida histórica del precio de los alimentos: ¿qué medidas se pueden tomar?

Esta es, en pocas palabras, la explicación de esta subida brutal. Los precios subieron en el comienzo de la guerra y se vienen manteniendo a pesar de que los costes de producción ya han comenzado a bajar. Véase especulación. Y es que claramente Mercadona prefiere mantener y aumentar sus beneficios a costa de que la clase trabajadora los paguemos, a costa de que las familias más precarias del estado tengan que elegir una combinación entre comer, pagar la luz o pagar el alquiler, eso si llegan.

Las medidas que ha tomado el gobierno PSOE-UP para frenar el alza de precios han sido risibles y completamente ineficaces. La rebaja del IVA en los productos básicos que implementaron en la segunda mitad del 2022 no ha servido de nada, lo que se redujo con eso el precio lo aumentaron y recaudaron los supermercados. Gracias a esto, Mercadona casi no ha pagado impuestos en 2022, del 12% de sus ganancias que han ido al estado hay que descontar lo que no se ha recaudado con esta rebaja, que ha ido al bolsillo de la empresa junto con un pico más.

Algunas de las ministras del gobierno, como Ione Belarra, han planteado que hace falta un límite a los precios para evitar la especulación, una postura insuficiente e hipócrita, insuficiente porque no solo hace falta un control de precios para que la medida sea eficaz e hipócrita porque en cuatro años de legislatura su gobierno no ha soñado con tocar ni un euro del bolsillo de la patronal. El reformismo no nos propone ninguna alternativa a la crisis actual.

Frente a este escenario inflacionista, donde el poder adquisitivo de les trabajadores se ve reducido cada vez más, desde la CRT defendemos algunas medidas de emergencia para defender las condiciones de vida de la clase trabajadora y combatir la inflación:

  •  Subida de emergencia de salarios y pensiones y cláusulas de reajuste automático según el IPC real.
  •  Reparto de las horas de trabajo: reducción de la jornada laboral, sin reducción salarial.
  •  Control de precios y balances contables públicos de las grandes empresas.
  •  Aumento extraordinario del presupuesto de sanidad, educación y servicios sociales.
  •  Nacionalización bajo control obrero de los bancos, las eléctricas y las empresas de servicios públicos.

    Pueden parecer medidas exageradas e irreales, y por supuesto harán a los capitalistas y a la CEOE poner el grito en el cielo, y se negarán en rotundo a aceptar nada que ponga en jaque sus ganancias multimillonarias. Pero estas medidas son las que verdaderamente esta crisis, causada por el capitalismo imperialista, la paguen ellos, y no lo hagamos una vez más la clase trabajadora. El papel de las burocracias sindicales ya lo conocemos, seguirán siendo los fieles defensores de los intereses empresariales, en contra de los de los trabajadores. Por eso, una lucha que se proponga imponerles estas medidas tendrá que serlo necesariamente también una lucha por una salida independiente de la clase obrera, contra la patronal y las burocracias sindicales a su servicio.