×
×
Red Internacional
lid bot

Liberparásito. Milei, el antiabuelos: ayer los estafó con el curro de las AFJP, hoy los ajusta y vacía el ANSES

El presidente está vaciando el Anses pero también el plato de comida de las y los jubilados. En enero y febrero les robó, con la inflación y los haberes congelados, miles de millones de pesos. No sorprende. Ayer fue economista jefe de la AFJP Máxima, un negocio del banco inglés HSBC. Se robaban la plata de los trabajadores para llevarsela a Londres. Hay que arrancarle al motosierra al parásito que recauda para la casta de los banqueros.

Lucho Aguilar

Lucho Aguilar @Lucho_Aguilar2

Lunes 25 de marzo 14:48

Escuchá esta nota

Los jubilados y jubilados venían mal, es cierto, pero el nuevo gobierno los recibió con un nuevo saqueo. Desde que asumió, les sacó el pan de la boca. Los haberes jubilatorios perderán en este primer trimestre un 42% de poder adquisitivo comparado con el mismo período del año anterior (Instituto Argentino de Análisis Fiscal). Los abuelos y abuelas fueron obligados a garantizar el “superávit fiscal” con hambre y enfermedades. Según estudios, "los jubilados y pensionados habrían sido el grupo más afectado por esta "reducción del gasto", contribuyendo con el 43% del total, equivalente a $1.682.000 millones" (Instituto Argentino de Análisis Fiscal). Porque además de la comida cayó la compra de medicamentos (30%). Ahora además lanzó despidos en el ANSES y cierres de las unidades de atención que usan muchos jubiladxs. El hombre está empecinado. Hasta rechaza la pensión que recibe su madre, que lo crió y cambió los pañales meados desde que nació, como dijo Nicolás del Caño en el Congreso.

Pero no es una idea “novedosa”, ni nada personal. Javier Milei es un político comprado por el capital financiero, como Nicolás Caputo, desde hace 30 años. Se habla de su paso por el Grupo Eurnekián pero uno de sus primeros “trabajos” importantes fue como “economistas jefe” de Máxima AFJP, una de las empresas que administraba los fondos jubilatorios. Pertenecía al banco inglés HSBC. Se quedaban con el 35% de los aportes, por "comisiones". Esas ganancias las usaban para otros negocios o girarlas a Londres. Los jubilados cobraban miseria.

Acá te refrescamos esa historia.

Máxima estafa

La “jubilación privada” fue aprobada en el año 1994, por orden de Menem y Cavallo, los ídolos de Javier Milei.

¿Cómo era el negocio? Salvo que un trabajador en actividad optase por quedarse en la jubilación estatal (“sistema de reparto”) era sorteado para una AFJP privada. Esta le descontaba sus aportes mensualmente. El primer negocio eran justamente las comisiones que le cobraba a la “gente común”: ¡hasta un 30% de los aportes! En los 14 años que funcionaron cobraron comisiones por 12 mil millones de dólares. El segundo negocio era utilizar ese dinero para dar créditos al consumo (Garbarino, Frávega) con intereses altísimos. El tercero era asociarse a grandes empresas privadas, por eso llegaron a ser dueñas del 25% de Edenor, el 18,3% de Molinos, del 10% del Grupo Clarín, entre otras. Por último, el funcionamiento del sistema mismo. El ANSES manejaba 60 veces más de jubilaciones y hacían 20 mil trámites más que las AFJP, pero éstas tenían 3 mil empleados más y el triple de “costos operativos”. Lleno de ñoquis.

Pero además, como no “alcanzaban” a cubrir los haberes jubilatorios mínimos, los cubría el Estado. Ah pero el Estado… En los 90, si un trabajador cobraba 1000 dólares, con sus aportes a las AFJP de Menem y Milei tendría una jubilación de 400 dólares. Una miseria.

El sistema de “capitalización”, como se lo llamaba, solo servía para que los banqueros “capitalicen” con cero riesgos. Llegaron a tener una tasa de rentabilidad del 14 por ciento anual. No había ninguna gran idea liberal, salvo estafar al Estado, trabajadores y jubilados. Unos parásitos totales.

Milei: parásito jefe

Entre las principales AFJP estaba Máxima. Se trataba de la empresa del Banco HSBC, de origen británico. Hace poco el banco inglés se hizo famoso porque está acusado de la causa por delitos económicos más grande de la historia argentina: 222 imputados por asociación ilícita, lavado de dinero y evasión agravada por la fuga de más de 3.500 millones de dólares. Unos ladris.

En los 90’ el HSBC era uno de los principales ganadores del negocio de las jubilaciones “privadas”. El ex ministro de la dictadura, Roberto Alemann, era uno de los asesores del banco. Y Javier Milei, llegó a ser Economista Jefe de Máxima AFJP. O sea, trabajó para el banco inglés para estafar a las y los jubilados (y quienes aportaban para serlo).

El HSBC metía la plata en acciones y giraba sus ganancias a su casa matriz en Londres.

Sin vergüenza, o sinvergüenza, hoy el libertariano defiende ese negocio dentro de sus propuestas electorales. Dice que hay que volver al sistema privado.

Ese fue uno de los primeros “grandes” trabajos del economista que hoy dice que trae ideas nuevas. Nada nuevo.

Digamos todo

Hay que derrotar el ataque de Milei a los jubilados y jubiladas. Pero para eso también hay que tener memoria. El sistema lo crearon Menem y Cavallo, los dos hombres más importantes de aquel peronismo neoliberal. Dos ídolos de Javier Milei.

Cuando en agosto de 1994 se votó la Ley N° 24.241 (la que creó las AFJP), el kirchnerista Oscar Parrilli fue uno de los defensores del proyecto. Para justificar la privatización, el diputado del PJ citó a Perón sobre el mal manejo del Estado sobre los fondos de pensión.

Sergio Massa, como director del ANSES durante los 2000, era cómplice del sistema de AFJP. Durante 5 años convivió con ellas y ayudó a cubrir los “desajustes” que tenían los negocios de Máxima y los banqueros.

En medio de la crisis de 2008, el Frente para la Victoria estatizó el sistema. Con esa plata rescató a varias empresas que habían entrado en crisis, como General Motors. Pero siguieron los negocios de los bancos con el Estado, siguieron las jubilaciones de hambre. Durante el gobierno de Fernández-Kirchner-Massa las jubilaciones perdieron un 30% de poder compra. En cambio los bancos ganaron 350 millones de pesos por día.

Hay que parar con ese robo criminal a quienes trabajaron durante 40 años, para las patronales o en sus casas (y casas ajenas). Los sindicatos, esos a los que los abuelos aportaron toda su vida, tienen que dejar de entregarlos. El plan de lucha que necesitamos tiene que levantar una salida para la crisis del sistema previsional: aumento de emergencia de salarios y jubilaciones, restitución de los aportes patronales al 33%, 82% móvil para todos y todas, que el ANSES sea manejado por un comité de organizaciones sindicales, sociales y de jubilados. Por eso pelea el Frente de Izquierda.


Lucho Aguilar

Nacido en Entre Ríos en 1975. Es periodista. Miembro del Partido de los Trabajadores Socialistas desde 2001. Editor general de la sección Mundo Obrero de La Izquierda Diario.

X