Manuel Adorni confirmó que habrá más despidos en el sector público, hacia fin de junio. A la par, se perdieron 63 mil puestos en el sector privado. Por su parte, el Encuentro de trabajadores denunció que "se han cerrado 275.000 cuentas sueldo", y planteó continuar la pelea contra los despidos en unidad y exigir paro y movilización a la CGT y las CTAs.
Lunes 27 de mayo 21:44
Mientras la recesión avanza, el Gobierno se muestra firme en su plan de ajuste y despidos en el sector público. A fin de junio, vencen una vez más todas las formas de contratación en el Estado, desde los más precarizados hasta la planta permanente. Al momento, Javier Milei, de la mano de Luis Caputo, dejó en la calle a alrededor de 30 mil trabajadoras y trabajadores estatales. Éste lunes, el vocero presidencial Manuel Adorni ratificó que "va a haber más despidos, con seguridad”.
“Los despidos van a seguir pasando, casi como un proceso permanente y eterno. Es importante revisar el funcionamiento de determinadas áreas, qué valor agregan. Es sano que así sea”, justificó en su rueda de prensa matutina. Pero la eliminación de puestos de trabajo en el sector público se efectuó de manera totalmente indiscriminada. Para el gobierno de La Libertad Avanza, lo "sano" es sobre-cumplir las metas de ajuste impuestas por el Fondo Monetario Internacional, a costa de la salud y el plato de comida de las familias estatales.
La crueldad con la que el Gobierno efectúa los despidos no tiene límites: personas con discapacidad, con enfermedades graves, con poco tiempo para jubilarse, mujeres en período de lactancia, etc. El proyecto de Ley de Bases, busca reducir aún más la planta estatal, por la vía de destruir la poca estabilidad laboral que existe como derechos adquiridos en el sector; y así también avanzar en cierres y privatizaciones.
Por otro lado, la recesión económica empujada por el gobierno de Milei -y la política de dar vía libre a las patronales para despedir como "comer y descomer"- está dejando en la calle a otros miles de trabajadores en el sector privado. Desde que asumió el Gobierno, se perdieron 63 mil puestos de trabajo registrados, según el Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA). Es el doble que en el sector público. El total de pérdidas entre ambos sectores, asciende a casi 100.000, según datos de la Encuesta de Indicadores Laborales (Secretaría de Trabajo).
Si la primer mentira del Gobierno fue que el ajuste lo iba a pagar la casta política. La segunda mentira es que el "sector privado absorberá la oferta de trabajo resultante de los despidos masivos en el Estado" -así lo describe el Centro de Economía Política Argentina (CEPA)- "el desplome se profundiza".
Por su parte, el Encuentro de trabajadores ocupados y desocupados, que se reunió el sábado pasado en las inmediaciones del Congreso, advirtió que: "se han cerrado 275.000 cuentas sueldo y los despidos son hoy el primer problema del pueblo argentino junto a la creciente pobreza y la pulverización de los ingresos populares".
Si el gobierno de Javier Milei logró avanzar con su plan de ajuste hasta ahora es porque quienes están al frente de las centrales sindicales "han evitado por todos los medios que los trabajadores se vuelquen a las calles en una acción de conjunto, masiva y decidida", denunciaron el sábado.
La revuelta en Misiones de las docentes, trabajadores de la salud y estatales, que acompañan estudiantes y el conjunto del pueblo en la provincia, contrasta con la paz social que aún imponen las cúpulas sindicales acomodadas en sus propios intereses. Un paro no es suficiente: desde el Encuentro de trabajadores, exigieron "paro activo y movilización nacional a la CGT y las CTA para el día que se trate la Ley de Bases. Y que el plan de lucha continúe con paro y movilización nacional de 36 hs".
A la par, también los trabajadores de GSP-Aerolíneas Argentinas, los trabajadores del INCAA, los ferroviarios y de decenas de dependencias públicas, se mantienen en pie de lucha por la reincorporación de todos los despedidos. Como así también los trabajadores del SUTNA enfrentan despidos por parte de la patronal de Javier Madanes Quintanilla, uno de los empresarios más ricos de Argentina; entre otros sectores en lucha.
En Catamarca, trabajadoras ocuparon una fábrica textil, para resistir su cierre y evitar que la patronal la vacíe. El Encuentro de trabajadores votó pelear "por la nacionalización y gestión obrera, de toda empresa que cierre o despida masivamente", como lo planteó una trabajadora de la cooperativa Madygraf.
Día a día trabajadores y trabajadoras de distintos sectores muestran su fuerza y disposición a enfrentar el intento del Gobierno y las patronales de descargar la crisis sobre sus espaldas. También los jubilados y jubiladas que son el sector más atacado; los estudiantes que organizaron la millonaria marcha universitaria; las asambleas barriales que se mantienen en pie desde el primer cacerolazo contra el DNU; y los trabajadores más pobres, que enfrentan el robo de alimentos por parte del Gobierno a los comedores populares.
"Vamos a seguir reclamando un paro nacional a las organizaciones" -planteó el dirigente obrero Raúl Godoy, en el Encuentro- "pero no vamos a esperar sentados como no lo hicimos el 20 de diciembre. Vamos a movilizarnos, vamos a impulsar coordinadoras de lucha y apuntar a una coordinadora Nacional de organizaciones obreras de ocupados y desocupados".
Se trata de construir desde las bases y en unidad, la fuerza para imponer un plan de lucha nacional hasta derrotar todo el plan de ajuste de Javier Milei y el FMI.