La convocatoria de la Normal Rural “Raúl Isidro Burgos” de Ayotzinapa, Guerrero, reunió 15 mil personas entre estudiantes, profesores, organizaciones sociales, no gubernamentales, campesinas y padres de familia, que marcharon este 2 de Octubre para exigir la presentación con vida de los 43 jóvenes normalistas, desaparecidos tras el ataque recibido por parte de policías locales y un grupo de hombres armados.
Martes 7 de octubre de 2014
Bajo el grito “vivos se los llevaron, vivos los queremos” o “desaparecidos, presentación”, padres de familia y familiares de los desaparecidos, personas de escasos recursos en su mayoría, desgarraban en un grito ahogado su bronca y desesperación.
La marcha con el paso de las horas fue nutriéndose de contingentes locales de jóvenes y de otros estados, tal es el caso de los estudiantes de Universidad Autónoma de Chapingo o los normalistas pertenecientes a la “Federación de Estudiantes Campesinos Socialistas de México” (FECSM).
El recorrido duró más de cinco horas, para instalarse en plantón en la “Autopista del Sol” al sur de Chilpancingo por un espacio de tres horas, el mismo lugar donde hace dos años fueron asesinados dos estudiantes de la normal de Ayotzinapa por la Policia Federal y Ministerial.
Ese hecho ocurrió cuando realizaban un bloqueo exigiendo cuestiones elementales como mayor presupuesto para su alimentación, reparación de los baños, los dormitorios y las instalaciones de la escuela, y que no se redujera el número de matrícula para los estudiantes de nuevo ingreso. Esta lucha fue en respuesta a las políticas implementadas por el gobierno con la finalidad de desaparecer las Normales Rurales del país.
En el plantón, tomó la palabra el secretario general de la normal de Ayotzinapa, quien con la voz entrecortada pero firme, exigió la presentación con vida de sus compañeros, pidió un alto al ataque por parte del gobierno y juicio político y castigo a los responsables.
Posteriormente, normalistas de diferentes estados tomaron la palabra para hacer la denuncia del actuar del gobierno local y así mismo del gobierno federal, en relación a los actos represivos sufridos no sólo por los estudiantes de Ayotzinapa, sino contra todo el resto de las Normales Rurales, que de igual manera han sufrido la pérdida de compañeros a causa del abuso de autoridad por parte de sus gobiernos. También hubo pronunciamientos en contra de las reformas estructurales y la ola de violencia contra estudiantes organizados y luchadores sociales.