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Red Internacional
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POLÍTICA. Miles se movilizaron en todo el país a un año de iniciada la revuelta

A pesar de todos los intentos del gobierno y de todo el régimen político (incluida la oposición y el Frente Amplio) por desincentivar la movilización en las calles, mas de 100.000 personas salieron a protestar solo en Santiago, dejando en claro que el descontento que se expreso el 18 de octubre del 2019, sigue vigente.

Lunes 19 de octubre de 2020

La conmemoración del primer año desde el inicio de la revuelta significo la acción de protesta mas grande desde el comienzo de la pandemia, con miles de personas llenando la alameda desde la moneda, pasando por plaza Italia y subiendo hasta providencia.

Con las medidas de confinamiento en retroceso, hubo un margen más amplio para que la Juventud, familias, sectores medios y bajos confluyeran en una manifestación que tuvo mucho de protesta, pero también de carnaval, y que expreso las enormes expectativas depositadas en el plebiscito y el proceso constituyente.

Pero también existieron voces que, estando a favor del apruebo y de extender la movilización de manera masiva en las calles, pusieron sobre la mesa las trampas del actual proceso constituyente y él porque es necesario levantar la lucha por una verdadera asamblea constituyente libre y soberana.

Es el caso del Partido de Trabajadores Revolucionarios, quienes están terminando su proceso de legalización a nivel nacional, para participar en el proceso constituyente, apostando por retomar el camino que abrió la revuelta de octubre y en específico retomar el camino que abrió la huelga más grande desde el retorno de la democracia el 12 de noviembre del 2019, movilización que termino por obligar al régimen a firmar el acuerdo por la paz y la nueva constitución.

El primer balance del gobierno: divide y vencerás

En el balance de la jornada entregado ayer por el ministro del interior, se vio al gobierno pasar de intentar evitar todo tipo de manifestación, a tener que avalar e incluso reivindicar lo que ellos llaman “manifestaciones pacíficas”.

Es que la gran masividad demostrada en las calles le dejaba muy poco margen al gobierno para simplemente criminalizar toda la protesta (cuestión que venía haciendo hasta hace dos semanas) por lo que su táctica hoy es dividir a los manifestantes, entre quienes son supuestamente pacíficos y otros supuestamente violentos.

Hablo de “supuestos” porque lo que el gobierno busca dividir, hoy se encuentra unido en las calles. No toda forma de violencia es reivindicable y necesaria, pero si alguna lección nos dejo octubre, es que solo con protesta masiva en las calles, con la huelga de los sectores productivos y la paralización del orden publico (elementos constitutivos de violencia para el gobierno) será posible avanzar en nuestras demandas.

Los grandes ausentes

Durante la semana pasada el diputado del Frente Amplio Gabriel Boric, realizó un llamado a no manifestarse en Plaza Dignidad, y condenando “todo tipo” violencia en las calles, llegando a tener una línea bastante similar con el gobierno, y depositando toda su confianza en el proceso constituyente.

Por su parte el Partido Comunista realizo tibio llamados a participar de esta conmemoración, pero siguen manteniendo en silencio y sin actividad a las principales centrales de trabajadores como la CUT, manteniendo en los hechos una tregua criminal con el gobierno, que garantiza la estabilidad del régimen político.

El camino que se abre

La manifestación de ayer dejo en claro que el proceso abierto por la rebelión popular iniciada en 2019 esta lejos de cerrarse, y si bien es cierto hay enromes expectativas puestas en el proceso constituyente, difícilmente desaparezcan de la escena política las manifestaciones, huelgas y paralizaciones.

Es en este contexto que se hace urgente levantar un proyecto político revolucionario basado en la clase trabajadora, proyecto que intentamos levantar desde el Partido de Trabajadores Revolucionarios, para denunciar la impunidad del pacto por la paz, las trampas del proceso constituyente y luchar por una verdadera asamblea constituyente libre y soberana, en la perspectiva de construir un gobierno de las y los trabajadores.