Miércoles 14 de diciembre de 2016 12:22
Al cumplirse una semana de la muerte de Matías Kruger por la desidia patronal y la complicidad del gobierno de la ciudad comandada por Horacio Rodríguez Larreta ,que salió a decir que su muerte no justificaba el paro, con total soberbia e impunidad donde nos demuestra una vez más cuál es su postura nefasta ante este hecho.
Más allá de seguir con las tareas que tomamos los revolucionarios sobre el asunto, y luchar para que la codicia que une a estos empresarios no se sigan llevando nuestras vidas por un río de sangre que es una de las principales características de este sistema, me dispuse a escribir unas líneas que representan un sentimiento compartido por muchos de los que pasamos nuestras noches arriesgando la vida, a sólo centímetros de correr con la misma suerte que nuestro compañero por la falta de inversión ante cuestiones tan básicas y elementales que garanticen nuestra seguridad.
En mi caso, no hay poesía está noche triste, hay más bien, una especie de vómito de odio y mucha bronca, en donde también vamos a tener la percepción de una compañera de la juventud del PTS que se suma a compartir unas palabras.
Matías:
Tal vez te crucé en la rutina insoportable de pensar y que tal vez te saludé sin imaginar que nunca más te vería. Ahora me pongo a pensar otra vez, entre toda la paranoia que este asesinato me genera, y con este odio de clase que sentimos junto al resto que tu vida no pasó en vano por estos lados, y que no va a quedar impune nada ni nadie.
Me pongo a pensar en lo nada que valemos para estos parásitos que viven a costa de nuestras vidas, y si sabían que la cuenta regresiva de lo que se les viene empezó cuando gatillaron la orden de mandarte a un show en el que ninguno de nosotros quería sentarse a presenciar en esa tribuna.
Que profundo desconsuelo, ante un mundo sin pañuelo para secar las lagrimas del dolor, ¿que amor te estará esperando para siempre en alguna esquina? ¿que pelota sigue esperando esa final el roce de tus botines para perderse en las redes del arco?
Es ahora cuando entra en este texto, la poesía de la compañera para equilibrar esta balanza...
"Y suena esa peor canción, la del accidente, la de la muerte disfrazada de ayer, el olvido de hoy, que en silencio contagia. Nubla la visión, pero no la garganta, que quiere gritar.
La memoria y el dolor, los testigos de este sin sabor.
Habrás pensado minutos antes en cuánto faltará para que el sol nos venga a besar?
Si será oscuro el destino, pensé, pero no, es la desidía patronal, que apareció en la linea H.
La desidía que duele, duele y desangra. Que nos invade, y alimenta al monstruo.
Y la realidad, que quedó tan lejos de donde quiero estar.
Quizás no compartimos la sangre, ni un mate, pero compartimos el sudor, el dolor, y así como también la alegría y el valor de pertenecer a la misma clase.
Hay más partidas obreras de las que podemos contar a diario.
Nos podrán borrar los obreros, cruel y realmente, pero no el sentido de seguir luchando. Porque la memoria, es la firme y única justicia viva de la historia.
Una historia un poco más dulce, tal vez, quede, de que habrá revancha esta vez."
Micka Vivas.
Como decimos en todos los escritos, este asesinato patronal lo vamos a vengar con el sudor y la sangre hirviendo de todos los trabajadores. Porque no vamos a dejar que te vayas como alguien que se va con la inocencia del que dice hasta mañana.
Seguiremos luchando por vos y por el resto de los compañeros que dejaron la vida en el trabajo. Por la no naturalización de operar en condiciones precarias. Y para que esto no quede en el recuerdo de que sólo fue una tragedia.
Pero que inutil que es mirar el reloj,
Que diria este renglon si estuvieras?
"Ahora yo no sé si desde algún lugar vas a poder leer esta carta, pero igual siento la necesidad de decirte lo que siento"
(Letra inspirada en una canción llamada el "wisky de dios", "La canción de nosotros", de Eduardo Galeano y en la bronca cotidiana que nos generan estas cosas).
Elhijo Della lágrima.