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Red Internacional

Se Tenía Que Decir. Mujeres que no fueron tapa: una experiencia contra los estereotipos en medios, escuelas y redes sociales

En #SeTeníaQueDecir entrevistamos a Lala Pasquinelli, artista, comunicadora y fundadora de Mujeres Que No Fueron Tapa (MQNFT), para hablar de su proyecto y la crítica a la masividad de los estereotipos de género.

Viernes 7 de agosto de 2020 | Edición del día
📺 MUJERES QUE NO FUERON TAPA Conversamos con Lala Pasquinelli - YouTube

Lala Pasquinelli es artista visual, artivista, comunicadora, escritora y es fundadora de Mujeres Que No Fueron Tapa (MQNFT), un movimiento de arte y activismo que visibiliza la manera desigual en la que los medios de comunicación muestran la imagen de varones y mujeres; y reproducen estereotipos.

Aunque ahora le apasiona hackear las consecuencias de esas representaciones, cuenta que en otra vida fue abogada, y habla de la importancia de pensar el arte como una experiencia y una herramienta para comunicar y para transformar el mundo.

¿Cómo surgió Mujeres Que No Fueron Tapa?

Ahora es un colectivo. Somos cuatro en este momento que estamos trabajando. Cuando arranqué en 2015 a trabajar con estas ideas, y muy intuitivamente, yo no sabía muy bien en qué iba a venir todo esto, pero la idea era esto, la falta de referencias, y cómo la moda disciplina los cuerpos de las mujeres.

Bscando eso en las revistas me encontré con que las tapas permitían hablar de muchos temas más, relacionados con la desigualdad entre varones y mujeres, cómo esas tapas podían reflejar la desigualdad que es estructural y, además, un dispositivo tan popular como las revistas. Históricamente las revistas en todo el mundo han servido para construir sentidos, para reproducir estos mandatos y estas formas de la existencia que hoy decimos que son estereotipos.

En ese momento hice una investigación, una muestra con todas estas cosas, y después empezó el proyecto en redes sociales. Y con el tiempo fuimos haciendo diferentes cosas: nació el Festival de hackeando estereotipos en las escuelas, que es entre las cosas algo que hacemos fuera de lo digital, o de las redes sociales, algo que sí tiene incidencia concreta en el territorio y en la educación, porque hoy han participado en las ediciones anteriores casi 2.000 docentes y 70.000 estudiantes.

¿Cómo es ese trabajo en las escuelas?

Lo que nosotras hicimos fue diseñar materiales para que, por un lado, tuvieran estas guías donde se muestra cómo se construye la masculinidad y la feminidad a través de los dispositivos culturales, desde los juguetes hasta los deportes, en las películas, la música, etcétera ,y después una serie de actividades que permitieran a les docentes que quisieran llevar esta conversación al aula, tanto hackear -que es la idea que nosotros usamos- los propios consumos de los estudiantes, porque una cosa es lo que consumo yo que tengo 44, que pueden consumir ustedes, y otra cosa es lo que consumen los estudiantes, porque los dispositivos van cambiando con el tiempo.

Los estudiantes consumen páginas de memes, influencers, están instagramers, juegos, trap. Qué pasa en estas en estos recursos culturales, qué ideas se están reproduciendo sobre lo que se preparó, lo que es ser mujer, lo que es una identidad sexual disidente, bueno, básicamente, lo mismo que siempre, o peor. Entonces cómo ésto les atraviesa el deseo, cómo les atraviesa la vida, qué les pasa con eso, qué pasa con esto de consumir, por ejemplo, influencers que no se nos parecen.

Ahí lo desafiante para mí era, bueno, cómo se deja ver a esta vergüenza que se nos va sembrando, todo este modelo, la vergüenza de no ser suficientemente flacas, o jóvenes, o blancas, y lo mismo los varones.

Es muy interesante la experiencia que contás, ¿con qué edades trabajaste en estos talleres y si tenés alguna anécdota para contar?

La verdad que lo hice con todas las edades, o sea, desde niños hasta ancianos y en todos los contextos socioculturales que te puedas imaginar. Mucho tiempo lo hice con personas muy diversas, pero hoy el festival está orientado, o sea el material que hay, que son 13 actividades diferentes, está orientado a todos los niveles de la educación, o sea, se hace en universidades y también se hace un jardincito, porque hay distintas actividades y casi todos se pueden adaptar.

Sobre las anécdotas, no creo que no sean cosas que no le pasan a la mayoría que trabajan con estos temas. Una de las cosas que se repetían es que cuando yo mostraba las tapas de las revistas donde aparecen todas las mujeres y después las tapas donde aparecen todos los varones, y siempre había alguien que decía "bueno pero lo que pasa es que seguro que las tapas de las mujeres son todas en verano y la de los varones son todas en invierno". Porque esto, cómo los chicos lo ven, que está bueno, porque es una mirada como "claro, porqué estarían desnudas si estos tipos están todos tapados".

Todas estas cosas también aparecen cuando hablamos de los deportes, la resistencia que aparece, la homofobia y la masculinidad violenta que construye quizás en el fútbol.

Algo que me gusta mucho es una de las actividades es que tiene una pregunta, que es "cuándo a vos te encanta ser vos". En el hackeo de revistas (porque ahí se trabaja con un collage), es una actividad diferente, más expresiva. Los participantes tienen que responder esa pregunta a través de una inducción. Lo que aparecía allí, que a mí me resultaba muy muy muy interesante, era cómo algo que nos encanta, lo que nos hace sentirnos bien con nosotros mismos, es esta situación, que todos tenemos un momento que nos encanta ser quienes somos, y son los que somos pura fluidez, en general tiene que ver con el contacto con la naturaleza, con hacer cosas con otros, con ayudar a otros, y no con este amor que no es significa el amor romántico, es como el vínculo cercano, a los amigos, la abuela.

Otro aspecto muy interesante que desarrollan es el que se ve en las redes sociales. Leía los posteos que hicieron sobre Nicole Newman, sobre las fotos que circularon con el hashtag de Desafío Aceptado, ¿qué las movió a tratar esos temas‽

Es lo mismo, es tener una mirada crítica de cómo la masividad va construyendo unos sentidos, o va vaciando de sentidos determinados temas. Por ejemplo, en esto de dar cuenta de cómo algo que había nacido en otra la latitud, digamos en otra punta del mundo, en Turquía, para para poner en evidencia la situación de las mujeres turcas, termina llegando en 24, 48 horas y se convierte en occidente en una acción donde subimos nuestras propias selfies en blanco y negro, y donde además los textos decían bueno "cómo las mujeres nos criticamos entre nosotras" hasta te elegí a vos para que subas unas en blanco y negro y era como, ¡qué tiene que ver!

O sea, qué tiene que ver, de qué manera haría que yo suba una selfie y que las mujeres no nos criticamos más entre nosotras, eventualmente si eso fuera una realidad, y mucho menos qué tiene que ver esto con el desafío de las mujeres turcas. No es una crítica a quien las hayan subido a su foto, que digo, cada una hace lo que quiere con sus redes sociales y su info, pero si era "bueno, o sea tengamos la mirada afilada en términos de cómo todo lo que lo que digamos, incluso las resistencias, pueden ser muy rápidamente cooptadas por el capitalismo, por el patriarcado, y pueden ser convertidas en un hashtag vacío, en una acción sin sentido, en una remera".

En el caso de esta chica Nicole Newman, estábamos tratando de poner en cuestión esto de cómo esta es esta cuestión de que el trabajo doméstico no remunerado y remunerado general es realizado por mujeres, cómo todas las tareas de cuidados, gratuitas y mal pagas, recaen en las mujeres, y cómo es un ámbito de la actividad económica que está completamente precarizado, y que también muchas veces implica que las mujeres, para liberarnos de esta carga, contratamos a otras mujeres que no tienen a quienes contratar para hacer esa tarea.

Entonces no hay una distribución equitativa de tareas entre varones y mujeres sino que otra vez para poder aliviarnos estas tareas, y quizás desarrollarnos profesionalmente, obtener un trabajo, salir a trabajar y tener mejores ingresos, igual éstas tareas que están precarizadas y que son mal pagas, recaen en otras mujeres. ¿Qué pasaría si esas tareas no fueran precarizadas y si estarían bien pagadas?

No hay una progresividad en la conquista de los derechos, o si hay una progresividad pero esa progresividad se puede perder en un ratito, creo que tenemos un montón de ejemplos de esto y en la historia también, entonces, no dar por sentado que el capitalismo va a mejorar, bueno hay algunas cosas que mejoran y otras cosas que empeoran, y tenemos que estar atentas.

Mirá la entrevista completa.






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