Trabajadores y trabajadoras de diferentes universidades chilenas, nos organizamos para defender nuestros derechos y demandas. Tras vivir la imposición constante de las autoridades universitarias, y jefaturas que buscan aumentar los ritmos de trabajo con sobrecarga y baja dotación, poniendo en riesgo nuestra salud mental y con ello, nuestras vidas.
Miércoles 27 de noviembre
La agrupación Nuestra Clase: trabajadores de universidades, surge en el marco de una decadencia de organización democrática de las asambleas de base. Esto porque durante los últimos años, quienes tienen una responsabilidad sindical, se han acostumbrado a hablar en nombre de los trabajadores, sin mayor representación real, asumiendo como vía de resolución de nuestros conflictos, las mesas “de dialogo” con las autoridades, siendo estos últimos, los únicos que imponen sus palabras y decisiones.
Al mismo tiempo los dirigentes sindicales de nuestras asociaciones de trabajadores, como son la FENEFUCH, AFUSACH, ANFUTEM se han supeditado, al ritmo político, que el gobierno de Boric, ha impuesto a nuestras necesidades como trabajadores, lo que ha significado, una inactividad y pacificación de nuestra fuerza.
Mientras tanto la derecha y la ultra derecha en Chile se niegan a cualquier conquista básica de nuestras demandas y los grandes empresarios fortalecen sus ganancias a costa de nuestro esfuerzo.
La Situación de las trabajadoras y los trabajadores de Universidades
Como pudimos ver en el conocido caso de la Universidad San Sebastián y el salario millonario de Marcela Cubillos, los recortes sistemáticos al presupuesto educacional por parte del Estado, expresan el porqué de la crisis en la educación.
La entrega de financiamiento del Estado a las universidades privadas, la falta de presupuesto, sumado a que la administración de este queda en manos de las autoridades universitarias, que gozan de salarios millonarios, ha generado una brecha abismal entre las condiciones de trabajo y la calidad de vida de miles de funcionarios/as.
Actualmente somos precisamente las trabajadoras y trabajadores quienes tenemos lidiar con la falta de financiamiento de las universidades, lo que se ve reflejado en infraestructura inapropiada, falta de insumos, inestabilidad emocional, mental, económica y sobrecarga laboral debido a la falta de personal. Precariedad que incluso le costó la vida a colegas, como el caso de Margarita Ancacoy, en la universidad de Chile, y Hugo Morales en la Moneda.
Se suman a esta situación los ataques hacia quienes somos considerados el último eslabón: funcionarios y funcionarias sin participación en las decisiones de las casas de estudios donde trabajamos. Estos ataques continuos se expresan desde los diferentes gobiernos.
Durante estos días hemos visto que desde el gobierno de Gabriel Boric ,con su representante en la Contraloría General de la República Dorothy Pérez, buscan arrebatarnos a través de un dictamen general, una conquista histórica de las y los trabajadores del Estado, como lo es la figura de “confianza legítima”, que en la actualidad significa tener 2 años de trabajo en la institución, cuestión que la nueva contralora pretende aumentar 5 años para conseguir esta condición, arremetiendo así contra la ya inestable condición laboral que tenemos los y las trabajadoras del Estado y empujarnos a miles de despidos, de cara al cierre del año.
A pesar de lo anterior, nosotros sabemos que somos clave en el funcionamiento de las universidades, por eso desde nuestro origen rechazamos estas y otras medidas de manera absoluta y rotunda, ya que como agrupación Nuestra Clase: trabajadores de universidades, defenderemos nuestros derechos y demandas.
Nuestra Clase Trabajadoras y Trabajadores de universidades
Nuestra agrupación, impulsada por militantes del Partido de Trabajadores Revolucionarios, PTR, y por compañeros independientes, tiene una misión clara y definida: luchar por los derechos y la dignidad de las y los trabajadores. Creemos firmemente en la democracia directa en asambleas, donde estas sean el máximo órgano de decisión del sindicato u organismos de agrupación de las y los funcionarios, con el poder de destituir y revocar a los dirigentes cuando sea necesario. Promovemos la participación triestamental y activa de todos los funcionarios, académicos y estudiantes en la toma de decisiones y garantizamos la libertad de expresión y opinión.
Nos declaramos independientes del Estado del Gobierno, de los empresarios y de los partidos políticos tradicionales y pro patronales, que nos han demostrado que fracasaron en la cobertura de necesidades básicas para las grandes mayorías y que están al servicio de las minorías, vale decir, de los poderosos dueños, entre otras cosas, de las universidades privadas.
Somos anti-burocráticos, combatiendo a los dirigentes que se aferran a sus privilegios. Entendemos que la clase obrera a nivel mundial padece del mismo cáncer, el yugo de la explotación y la carestía de la vida, provocado por los intereses de una minoría, bajo la protección de los Estados corruptos como cómplices y la pasividad de las direcciones burocráticas. Nuestro compromiso es con la independencia de clase, asegurando que nuestras acciones y decisiones sean siempre en beneficio de las y los funcionarios y no de intereses externos.
Planteamos también la lucha por la educación gratuita universal y decimos “basta de precarización laboral” por eso exigimos el paso a planta de todos los y las trabajadoras de las universidades.
Creemos en la necesaria unidad con los estudiantes y una perspectiva de universidad abierta a la clase trabajadora, y todos los sectores populares. Echando abajo la idea de una universidad empresarial o de la educación como un negocio.
Luchamos por la administración, planificación y el desarrollo triestamental de nuestras universidades. Para conquistar espacios democráticos y organizativos, en pro de garantizar el acceso irrestricto y no selectivo a las universidades para el conjunto de la clase trabajadora y nuestras familias.
Somos conscientes que son las mujeres y diversidades sexuales, quienes padecen de manera más brutal la violencia del sistema de vida capitalista en el que vivimos, por lo mismo nos posicionamos contra toda expresión de violencia machista patriarcal.
Además, fomentamos la solidaridad de clase internacionalista, y la lucha contra el imperialismo, comprometiéndonos a apoyar la lucha de los trabajadores y pueblos oprimidos en todo el mundo. Levantamos las banderas de la causa Palestina gritando fuerte y claro “Alto al Genocidio” y exigimos que las universidades y el Estado chileno rompan relacionas y todo vínculo con el Estado genocida de Israel. ¡Viva Palestina Libre!
Nuestra Clase: Trabajadores y trabajadoras de Universidades
Nuestra agrupación, impulsada por militantes del Partido de Trabajadores Revolucionarios, PTR, y por compañeros independientes, tiene una misión clara y definida: luchar por los derechos y la dignidad de las y los trabajadores. Creemos firmemente en la democracia directa en asambleas, donde estas sean el máximo órgano de decisión del sindicato u organismos de agrupación de las y los funcionarios, con el poder de destituir y revocar a los dirigentes cuando sea necesario. Promovemos la participación triestamental y activa de todos los funcionarios, académicos y estudiantes en la toma de decisiones (...)