El ataque fue en la calle Araoz al 1900, cuando Cristian “Yaco” Jacobsen y su novio Pablo Cavaignac estaban caminando por la zona hasta que un grupo de hombres los siguió y los golpeó. "Estamos haciendo ruido porque todavía no tenemos una respuesta por parte del Estado", afirmó Yaco para este medio luego del hecho sucedido en Palermo.
Yaco y Pablo caminaban por Palermo durante la noche del último miércoles, cuando tres hombres desconocidos les pegaron por la espalda por darse un beso. Vecinos del lugar lograron frenar el ataque cuando escucharon los gritos de la pareja.
Esa noche habían salido y a la vuelta deciden darse unos besos en la calle. “Lo siguiente que sucede es que me revolean una trompada, me tiran al piso con más golpes. El golpe me dio en la cabeza y en el brazo. Además, una de las tres personas tenía un palo”, denunció Yaco.
La causa la lleva la Fiscalía Penal, Contravencional y de Faltas Nº 8, a cargo de Maximiliano Vence. El hecho fue descrito por los oficiales de la comisaría como “sólo un acto homofóbico”. “Cuando llegué a mi casa vi esa forma que tuvieron de escribir que fue ‘solo un acto homofóbico’. No entienden ningún contexto, ninguna perspectiva, fue justamente eso, no nos fueron a robar, nos lesionaron por lo que somos”, dijo Pablo.
"Lo que nos pasó es complejo e integral, no es solamente la Policía. Pienso que hay mucha visibilidad porque existe la Ley de Matrimonio Igualitario pero aún así no es suficiente. Falta mucha Educación Sexual Integral y hay que hablar del sueldo de esos docentes, es algo estructural, todo tiene que ver con todo", afirmó Yaco para La Izquierda Diario.
Según el último informe del Observatorio Nacional de Crímenes de Odio, se registraron durante los primeros seis meses de 2020 -desde el 1o de enero hasta el 30 de junio- sesenta y nueve (69) crímenes de odio en donde la orientación sexual, la identidad y/o la expresión de género de todas las víctimas fueron utilizadas como pretexto discriminatorio para la vulneración de derechos.
Pero este odio no nace de la nada, lo fomenta la Iglesia por ejemplo, y la policía hace lo propio. Dos instituciones que son enemigas históricas del colectivo LGTBI. La misma policía que detiene a las travas de Once, mata a Facundo Castro o quiere desalojar a los que no tienen una casa, la Policía que recibió un salariazo por parte del Gobierno.
Pero volviendo a Pablo y Yaco, su historia no pasó desapercibida gracias a la solidaridad de muchos conocidos que tienen y así cuentan cómo van a seguir su causa. "Estamos haciendo ruido porque queremos agilizar la causa y que no se estanque, que no nos pase como otro daño por lesiones leves porque es un acto de odio".