Un adolescente tetuaní huye de la miseria enrolándose en el ejército que va a luchar contra la república española, un joven regresa desde Madrid a su Guinea Ecuatorial natal con la idea de contribuir al progreso del país colonial, una peruana descendiente de colonos y colonizados viaja de España a Perú tras la muerte de su padre, una investigadora se propone seguir las huellas del colonialismo español en Marruecos.
Estas son las historias que recorren tres novelas y un ensayo que, desde distintos ángulos, inciden en las raíces colonialistas imperialistas españolas, tan borradas desde un presente con amnesia selectiva que sirve para justificar el expolio y la violencia del imperialismo actual. Cuatro textos y cuatro autores que merece la pena recorrer, especialmente en estos días que rodean la celebración patria del 12 de octubre que con himnos y banderas tapa ese origen sangriento y exige silencio mientras la Unión Europea -y el gobierno del Estado español- se arma hasta los dientes, protege e incentiva a sus empresas extractivistas por el mundo, militariza las fronteras y mantiene los pactos con el estado genocida de Israel.
Cuando los montes caminen
La primera historia es narrada por Youssef El Maimouni en Cuando los montes caminen (Roca Editorial, 2021). Hay quien dice que es un autor migrante a pesar de que un mes después de su nacimiento en Ksar el Kebir ya vivía en un pueblo de Tarragona, una señal que anuncia la urgencia por revisar las categorías tradicionales. La novela, podríamos decir que de aprendizaje o Bildungsroman, acompaña a Yusuf desde el verano del 36 en el que decide alistarse en el ejército para buscar algo más allá de la miseria que le rodea: “Quiero salir de esta vida. Aquí no hay nada que hacer. […] La mayoría nos hemos malvendido para subsistir”.
Con una prosa clara y una narración en primera persona que, desde el extrañamiento de quien es sorprendido a cada paso por una realidad ajena, nos acerca a las esperanzas y sobre todo sufrimientos del protagonista. Así, vamos descubriendo una guerra sucia, cruel, salvaje e injusta, pero desde un punto de vista al que estamos poco acostumbrados en la amplia producción guerracivilista española.
Los peligrosos ateos y comunistas de los que iban a rescatar España eran pueblo mal alimentado, los supuestos salvadores del bando fascista eran despiadados, en las tropas moras se encuentra el resentimiento y sed de venganza nacido en la colonial Guerra del Rif, los batallones como el de Yusuf son utilizados en la batalla “como carne de cañón” y el soñado regreso al hogar con las manos rebosantes no es más que precisamente eso, un sueño.
La novela está construida sobre un sólido proceso de documentación, salpicada de anécdotas de anteriores generaciones, cuentos de tradición oral y nanas, discursos reales y referencias de distinto tipo, algunos de ellos figuras históricas. Es el caso del oscuro personaje Ben Mizzian con el que Yusuf se cruza en varios momentos bisagra de la narración. Se trata de un fanático general marroquí al servicio de Franco: “estamos aquí para devolver la fe a este país devorado por los bárbaros, por una pandilla de cerdos insaciables”, que de hecho llegó a ser Capitán General de Galicia durante el franquismo, entre otros cargos.
Una opera prima que irrumpió en el corpus de narraciones sobre la Guerra Civil española, como irrumpe su segundo libro, Nadie salva a las rosas (Roca Editorial, 2023), en el panorama de la literatura que mantiene vínculos con el desplazamiento, con una novela policiaca atravesada por la cuestión LGTBI.
Los poderes de la tempestad
Donato Ndongo es uno de los escritores ecuatoguineanos más conocidos internacionalmente, impulsor del africanismo en España, periodista, historiador, antiguo director del Colegio Mayor África de Madrid o el Centro de Estudios Africanos de la Universidad de Murcia. Desde cada uno de estos ámbitos el centro de su trabajo ha estado en la denuncia del colonialismo español sobre Guinea Ecuatorial, y la relación de ese pasado con el difícil presente del país tras su independencia, precisamente un 12 de octubre, en 1968. Es este impulso el que dio vida a la novela Los poderes de la tempestad (Sequitur, 2022), publicada originalmente en 1997, reditada en 2014 y de nuevo hace un par de años, con intacta vitalidad.
Se trata del segundo libro de una trilogía hasta que comenzó en 1987 con la conocidísima novela Las tinieblas de tu memoria negra (Sequitur, 2022). En Los poderes de la tempestad se relata el regreso a Guinea Ecuatorial de un joven tras pasar varios años formándose como abogado en España. El viaje, que realiza junto a su mujer española y su hija, se convierte pronto en una pesadilla expuesta a través de descripciones que no eluden la podredumbre más absoluta: “entre patas de mono sanguinolentas, bananas podridas y antílopes rebozados en un enjambre de moscas”; a la vez fotografía y metáfora de la decadencia y el dolor de los fusilamientos, la tortura y la cárcel que van apareciendo a lo largo de las páginas de la novela.
El propósito del protagonista era contribuir a la mejora de la situación del país, tomado por la dictadura de Macías tras un dudoso proceso de independencia de la España franquista. Pero el abogado se enfrenta nada más llegar a una distancia con una tierra de la que comenzó a ser alejado aún antes de abandonarla mediante una educación colonial católica, acrecentada durante sus años en Madrid, que ahora explota ante un país destrozado y extraño:
“Dios mío, ayúdame a sobrevivir en este mundo que es el mío pero que ya se me escapa como si no fuera el mío, tengo tanta confusión en mi alma como si me despertara de repente en una tierra ajena, mi mentalidad ha cambiado tanto que ya no me reconozco como negro, como bantú, como africano, como guineano nacido en la misma tribu, en el mismo clan, en el mismo poblado, entre la misma gente que el primo Mbo”.
La primera persona de la narración expresa esta distancia y también la sorpresa ante el cierre informativo: “¿No llegan a España noticias de Guinea? ¿No sabéis allí que esto se ha convertido en un infierno?”. Se mezcla, sin embargo, con el relato en segunda persona que parece dirigirse directamente al protagonista, o tal vez al lector, haciendo su sufrimiento nuestro y nuestra su obsesión por dar a conocer la historia de su tierra.
Y siguen sin llegar noticias, por eso tal vez no habrás leído que ahora mismo el presidente Obiang, en el cargo desde 1979, está dirigiendo una gran represión contra la provincia de Annobón, una pequeña isla donde se levantan contra la destrucción de sus tierras por parte de empresas y multinacionales con las que el dictador mantiene acuerdos.
Huaco retrato
“Europa, les disparas en sus países, / les disparas en sus colonias, / les disparas en el agua, /les disparas en sus fronteras, / les disparas en sus casas, / les disparas en el corazón. / Mi profesora de geografía en Perú, / la que me enseñó la escala, / la latitud y la longitud del mundo, / le cambia el pañal a tu padre, España. / Ten un poco de decencia”.
Con estos versos, directos a la diana imperialista y colonial de España, cierra Gabriela Wiener su novela Huaco retrato (Random House, 2021). En este libro, como en el resto de su extensa obra, la escritora y periodista residente desde 2003 en el Estado español construye su poética sobre su identidad como mujer, latina, migrada, colonizada en descolonización, poliamorosa y rebelde. Se cuela en las grietas de la hegemonía del espacio literario español, como demuestra su alcance, pero sin renunciar a generar una incomodidad muy productiva.
En la novela que mencionamos Wiener trabaja sobre su experiencia tras la muerte de su padre y el viaje a Perú que es también un viaje por la historia de sus antepasados y una disección de sus contradicciones. La biografía de “la más india de los Wiener” vehicula distintas expresiones del imperialismo, en una relación firmemente entrelazada entre el relato personal y el plano histórico y político:
“Si intentara hacer un resumen similar de mi vida habría que sumar a mi condición de migrante actual de una excolonia española en España, la naturaleza bastarda en la que me dejan las expediciones científicas franco-alemanas del siglo XIX, movimientos geopolíticos que me hacen, a la vez, descendiente del académico y un objeto arqueológico y antropológico más”.
Gabriela Wiener pone el cuerpo, escribe y reescribe su biografía con una novela que transita desde la autoficción y el duelo, al ensayo y la reflexión, para volver al deseo, el humor o la intimidad desgarrada. Y de esta forma nos lleva de un lugar a otro y fuerza el cuestionamiento de la biografía propia pero también la historia que nos han contado y siguen contando, por ejemplo, cada 12 de octubre.
Bonus track: Arena en los ojos
Tal vez bastaría con decir que hay que leer este ensayo de Laura Casielles: Arena en los ojos (Libros del K.O., 2024). El subtítulo es bastante claro, “Memoria y silencio de la colonización de Marruecos y el Sáhara Occidental”. Y por estos silencios transita Laura desde una escritura que rompe los corsés académicos, con una claridad y rigor que no pueden sino escocer al lector o lectora que se ve obligado a mirar donde no se deja mirar y a trazar líneas entre el pasado colonial y el presente.
Y es que efectivamente nos lleva a debates muy presentes:
“Ante la falta de revisiones críticas sólidas, en España sigue viva la idea de que nuestra colonización habría tenido un espíritu diferente a la impuesta por algunos de los vecinos europeos […], Los monumentos coloniales no se quitan, los nombres de calles que celebran al imperio no se cambian, en los libros de texto se sigue hablando del desastre de Annual”.
Se zambulle en las grietas, las llagas y las polémicas, desde la violencia militar sobre Marruecos a la utilización de sectores pobres y desheredados como carnaza en la Guerra Civil; las operaciones ideológicas que sitúan al moro como hermano o como enemigo, según convenga, desde el franquismo a nuestros días; las cunetas que hay también al otro lado del estrecho; las deficiencias de las leyes de Memoria Histórica que no llegan, no quieren llegar, no pueden porque significaría cuestionar algunos mitos de la fundación del régimen, relaciones geoestratégicas y negocios capitalistas:
“4 de octubre de 2022. Se aprueba en el Congreso de los Diputados una nueva ley de Memoria Histórica, entre celebraciones, críticas y polémicas. No contiene ni una sola mención al colonialismo de España en Marruecos, el Sáhara Occidental o Guinea Ecuatorial.
Next.
12 de octubre de 2022. Día de la Hispanidad. El Rey Mohamed VI de Marruecos envía un mensaje de felicitación a los reyes de España con motivo de la fiesta nacional. En él expresa su ‘satisfacción por el nivel privilegiado de las relaciones de amistas y fructífera cooperación que una a ambos reinos’”.
Bien haríamos en emplear esta fecha, este 12 de octubre macabro, para posar una mirada crítica y de denuncia sobre el pasado colonial y presente imperialista del Estado español, como hacen nuestras autoras y autores. Recomiendo, tal vez, comenzar por leerlos.
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