En IzquierdaDiario.es lanzamos la nueva sección “Nuestra clase”, un espacio para dar voz a las luchas en la educación y debatir sobre cómo superar el sistema educativo y la sociedad capitalistas. Abrimos esta sección para impulsar los combates y la autoorganización de la clase trabajadora y la juventud, en la perspectiva de una educación al servicio de nuestra clase.
Lunes 20 de enero
¿Qué ocurre en nuestra clase? Recortes, precariedad, ratios desbordadas, recursos y presupuestos esqueléticos. Sin embargo, los docentes en diferentes puntos del Estado hemos transformado nuestra rabia y angustia en gritos de lucha, huelgas, movilizaciones y asambleas, de autoorganización y de unidad de nuestra clase, ya seamos funcionarias, interinas, sustitutas o monitoras.
El nombre de esta sección de Izquierda Diario, “Nuestra Clase”, da cuenta de que hablamos desde los centros y aulas en las cuales trabajamos y del impacto que para la clase trabajadora y los sectores populares, tiene el sistema educativo actual, que en última instancia intenta reproducir todo un sistema de desigualdad, segregación y explotación. De este modo, os proponemos reflexionar y expresar en común nuestras ideas sobre el modelo educativo desde una perspectiva crítica y transformadora.
Aquí puedes entrar a Nuestra Clase
¿Quiénes somos y de dónde venimos?
Somos docentes de centros públicos de diferentes ciudades, algunas de nosotras hemos sido monitoras de tiempo libre o de educación especial. Desde hace años venimos reflejando la realidad de los sectores más precarizados que muchas veces ni los sindicatos han considerado parte de la educación, como el del mundo de tiempo libre o de soporte especial en las aulas.
También hemos estado en primera línea en las huelgas educativas de los últimos años junto al movimiento estudiantil, contra los recortes y en defensa de la educación pública y de calidad. En procesos de autoorganización como en la Asamblea Menos Lectivas de Madrid, en defensa de la lengua catalana o contra el genocidio del Estado de Israel desde la plataforma Docentes por Palestina” en Barcelona. O contra el “tijeratazo” del Gobierno autonómico de Aragón del PP y Vox.
El sector docente viene siendo estigmatizado como “privilegiado” por trabajar según el calendario escolar, ocultando así que también sufrimos una precariedad representada en ratios altos con aulas llenas. En la alta carga laboral y horas extras interminables, ya que el nuevo currículum a tono al capitalismo neoliberal, exige formar ‘futuros ciudadanos competentes’, para lo cual nos toca programar las nuevas ‘situaciones de aprendizaje’ y actividades de manera industrial, luego corregirlas fuera de nuestro horario y programar según las múltiples “competencias” durante las vacaciones de verano. Por otro lado, a falta de democracia en los centros, los decretos de plantilla que se imponen sin debate han llevado a verdaderos desastres, tal como vimos durante la estabilización de plantillas en Catalunya.
La gestión irracional de los departamentos hizo que al personal funcionario se le adjudican plazas totalmente alejadas de su residencia, obligándoles a abandonar sus casas o viajar muchas horas, duplicando así la jornada laboral e impidiendo la conciliación personal. Y no olvidemos que el 50% de las plantillas están externalizadas: las monitoras de comedor, vetlladoras, trabajadoras de limpieza y cocina, apoyo escolar, extraescolares, educadoras emocionales, entre otras, están contratadas por empresas externas en condiciones de extrema precariedad.
La desigualdad y segregación social repercute en nuestras clases. La educación concertada y la injerencia de las empresas ha convertido al Estado español en uno de los países de mayor segregación de Europa. Por otro lado, a los proyectos educativos en los que se dividen las aulas por nivel o que no consideran la diversidad sociocultural y de clases, se le oponen decretos como el 150 50/2017 en Catalunya, que apuesta por un sistema educativo inclusivo. Sin embargo, atender la diversidad en las aulas, se hace imposible sin aumentar los recursos, soportes especiales o equipos de orientación y, sobre todo, bajando la ratio. Y aún más en los llamados centros de alta complejidad o difícil desempeño según la comunidad, donde al volumen de trabajo se nos añade la programación individualizada. Se traslada la responsabilidad exclusiva al docente de resolver la segregación social que se reproduce en las aulas, aumentando así el volumen de trabajo y explotación.
Todo ello no sólo aumenta nuestra precariedad, sino que profundiza la segregación en el alumnado, con alta deserción escolar, sobre todo de los barrios y regiones más empobrecidas, siendo los hijos e hijas de las familias de las clases trabajadoras o colectivos más vulnerables, son los más afectados. Aquellos que no llegarán a la universidad, cada vez más elitizada y limitada en becas. Y que tampoco pueden recurrir a centros de Formación Profesional porque no hay suficientes plazas en la pública.
Y no sólo nos organizamos contra los recortes y falta de presupuestos a la educación pública tras la gestión de los gobiernos, sean de derechas o “progresistas”. Desde arriba se impone una educación que prioriza los intereses de las grandes empresas y educa de manera “flexible y competente”. La música de fondo de este modelo es la de “El libro blanco de los empresarios españoles. La educación importa” de la CEOE, que promueve una “colaboración pública-privada, para dar una respuesta a los nuevos perfiles laborales”.
Es decir, para explotar aún más a la juventud, sin derechos, ni voz ni voto en el proceso de producción capitalista, alentando el aprendizaje de una sola parte del conjunto de la producción y de un solo oficio, bajo nuevas metodologías para “educar por competencias”. A esta pedagogía restringida a que el niño, la niña o la juventud, solo se desarrollen en capacidades aplicables, se la vacía de contenidos o “saberes” considerados caducos para el mercado.
¿Por qué nos organizamos? Estas son nuestras reivindicaciones para reflexionar y continuar debatiendo:
· Defender una educación pública, gratuita y de calidad, implica no permitir la intromisión de las empresas en la educación. Luchar por la reversión de los recortes y aumento de los presupuestos. Poner fin al sistema de centros privados y concertados, trasladarlos al sistema público en una red pública única, nacionalizado todos sus sus recursos y personal docente.
· La separación entre Estado e Iglesia, que intenta imponer una educación conservadora, sexista, homófoba y reaccionaria.
· Por una educación laica, respetando la diversidad de creencias. Que defienda la igualdad de género, las disidencias sexuales y la libertad sexo-afectiva. Por aulas libres de discursos homófobos, racistas y transfóbicos. Promover el pensamiento crítico frente a las problemáticas que afectan al alumnado como las desigualdades, la crisis climática, las guerras o el impacto de las nuevas tecnologías, entre otras.
· Proyectos que rompan con una educación elitista y vincule los conocimientos con los ámbitos técnicos, económicos y sociales a la realidad del alumnado, con el fin de incorporarlos al mismo proceso educativo y a aliviar las cargas que el capitalismo ha volcado sobre el mismo; lo cual se traduce en desmotivación, deserción escolar, abusos e impactos negativos en su salud mental. El sistema educativo ha de actuar como guía de su desarrollo creativo, no un disciplinador escolástico, liberal y transmisor de competencias útiles para el mercado.
· Defendemos la autodeterminación de cada comunidad territorial a favor de una educación según la diversidad lingüística, sin ningún tipo de cuota y en total libertad.
· Por la contratación pública de todas las plantillas externalizadas (monitoras, soporte de aula, infantil, personal de cocina y limpieza, etc), con los mismos derechos y salarios. Contratación fija para el personal interino.
· Exigimos la ampliación del personal docente, la bajada de ratios, el reparto de horas de trabajo sin merma salarial.
· Luchamos por una Formación Profesional pública. Queremos que los programas no estén adaptados al mercado laboral, que los docentes se dediquen a la enseñanza y no estén sobrecargados de labores burocráticas, y que todos los estudiantes tengan prácticas remuneradas en espacios de gestión pública.
· Por la gestión democrática en los centros educativos a través de asambleas de docentes y no docentes, junto a la comunidad educativa.
· Por la unidad y coordinación con el movimiento estudiantil universitario, secundario y de FPs, en asambleas democráticas que respeten la libertad de tendencias políticas y sindicales, para debatir en común cómo luchar por nuestras reivindicaciones. A las prácticas burocráticas de las direcciones sindicales hay que imponerles la autoorganización desde abajo. La lucha por una educación 100% pública y al servicio de la clase trabajadora se hará aún más efectiva con la unidad y coordinación con luchas de todos los sectores públicos, junto a la lucha de la vivienda, sectores de trabajadores en lucha y de la juventud.
· Por la eliminación de la PAU o EBAU, las tasas universitarias y cualquier traba académica y económica para el exceso a la universidad. Por una Universidad libre y gratuita para todxs.
·Por el fomento y el cuidado de la salud mental en los centros educativos, con la incorporación de atención psicológica y de enfermería en cada centro.
Nuestra clase: perspectivas en debate
Mientras defendemos la educación pública, no nos conformamos con el sistema educativo tal cual es. Por ello, nos proponemos debatir y reflexionar también sobre cómo contraponer desde nuestra clase, una perspectiva pedagógica que cuestiones los proyectos pedagógicos que legitiman un statu quo en el cual, una minoría social vive de la explotación y el trabajo de la mayoría trabajadora. Una pedagogía que pueda hacer de nuestras clases, espacios libres de segregación y desigualdades.
A favor de un aprendizaje alejado de la fragmentación de las diferentes especialidades, integrador de lo social y cultural con lo biológico, que bregue por una ciencia al servicio de las necesidades de las grandes mayorías, que promueva el desarrollo del arte y la cultura, la perspectiva de lucha por la reducción del tiempo de trabajo para aumentar el tiempo libre con el máximo nivel de tecnología disponible, donde la educación, el mundo del trabajo y lo social y cultural, se unan en el intento de liberar al máximo las capacidades humanas.
Sabemos que los centros educativos deberían ser ámbitos de debate y creación de pensamiento crítico. Pero también sabemos que los centros educativos solos no pueden. Por todo ello, abrimos este espacio a todo el sector docente para debatir sobre una educación ligada a un proyecto político de transformación social, donde el sujeto sean los niños, niñas y adolescentes junto a sus familias y la comunidad educativa, apelando a valores sociales que breguen por la construcción de un nuevo orden social sin explotación y opresión, para liberar toda la creatividad del ser humano en función de sus deseos, intereses y necesidades sociales. Una pedagogía que acompañe las luchas y la autoorganización de la clase trabajadora y la juventud, en la perspectiva de una educación al servicio de Nuestra clase.