La dirección del Sindicato de Telefonistas (STRM) votó una nueva “prórroga” de huelga contra Telmex, anunciando que esta vez la estallará de manera “definitiva” el próximo 25 de agosto.
Viernes 23 de julio de 2021
También acordó “romper” la mesa de negociación con la empresa y declararse en “resistencia activa” para buscar la intervención del gobierno, ante la insistencia patronal por “modificar” la cláusula jubilatoria por tercera vez.
Ante las críticas de la base sindical sobre las “prórrogas” de huelga que aplica la dirección del STRM como método para “presionar” al patrón, el equipo de Hernández Juárez ha salido a defender su política conciliadora con el patrón asegurando que estos amagos habían permitido “contrarrestar” la estrategia de la empresa durante tres años, pero hasta ahora se ha dado cuenta que:
“[…] es evidente que la administración ha desestimado la voluntad de diálogo del Sindicato, por lo que la prórroga simple agotó sus posibilidades”.
¿Qué busca realmente la familia Slim?
La presión de Telmex hacia las jubilaciones no es nueva. A partir del 2009 realizaron una primera modificación a la cláusula que garantiza esta conquista, aumentando de 53 a 60 años la edad mínima jubilatoria y de 25 a 29 el mínimo de años de servicio.
Luego aplicaron, desde el 2012, un “Programa de Permanencia Voluntaria”, para presionar al sector activo con más antigüedad a laborar “cuatro años más” de lo pactado en el Contrato Colectivo. Pasando por una segunda reforma contractual desde el 2015, en la que se amplió de 60 a 65 años la edad mínima para el retiro. Con estos tramposos arreglos con la dirección sindical, Carlos Slim ha acumulado siete años de explotación adicional sobre miles de trabajadores que ya merecían retirarse y recibir su pensión hasta el final de sus días.
La nueva "amenaza" surge como resultado de la aprobación final de la “separación funcional” de Telmex en la “mesa intersecretarial”, pactada entre el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT), la Secretaría de Gobernación, la Secretaría del Trabajo, Telmex y la cúpula del STRM a inicios del 2020. Escenario que ha sido aprovechado por el patrón para volver a presionar al sindicato con el falso discurso del “insostenible peso del pasivo laboral” sobre sus finanzas.
De aquí que la familia Slim pidiera a la “mesa intersecretarial” su aprobación para modificar las tarifas de interconexión y acceder al mercado de la TV por cable. Pero también para poner a funcionar su “plan accionario” y regresar a Telmex a la Bolsa de Valores, sobre la base de cambiar “voluntaria” e “individualmente” parte de las pensiones jubilatorias de cada trabajador por acciones bursátiles. Demandas que continúan pendientes en dicha mesa de negociación gubernamental y que presiona a que se resuelvan cuanto antes, con ayuda de la dirección sindical, para dar por cerrado el tema de la “separación funcional”.
Prórrogas y simulaciones de lucha
Resulta cínica la reivindicación que la cúpula dirigente del STRM hace de los más de tres años de prórrogas de huelga, afirmando que han servido para “contrarrestar” la estrategia del patrón. Cuando, lejos de servir para frenar la “separación funcional” de Telmex, garantizaron la desmovilización de los trabajadores todo el tiempo requerido para que se avanzara en la constitución de la Red Nacional Ultima Milla (RNUM); que solo se haya detenida por orden de la Secretaría del Trabajo mientras termina la pandemia por Covid.
Peor aun, cuando más allá de solo interponer “amparos” y “demandas” legales, no ha luchado contra la “reforma en telecomunicaciones” ni contra ninguna de las “reformas estructurales” de Peña Nieto que aun se mantienen. Por eso incluso su negativa de llamar a la Unión Nacional de Trabajadores a rodear de solidaridad la huelga del SUTNotimex, pues un triunfo de este sindicato contagiaría a muchos más a salir a enfrentar las políticas más anti-obreras del gobierno federal y el sector empresarial.
Ahora, en lugar de pelear por obligar al hombre más rico de Latinoamérica a hacerse cargo del “pasivo laboral” y de restablecer las finanzas de Telmex, lo ayudan a llevar a cabo su “plan accionario” y a conquistar sus demás pendientes en la “mesa intersecretarial”, presionando con un conflicto laboral que “constantemente” está a punto de “estallar” si no se reúne la mesa y le resuelve sus demandas.
De los discursos a la acción
La senil dirección del STRM debe demostrar acciones reales de lucha, como la preparación efectiva para estallar un movimiento de huelga el próximo 25 de agosto. Convocando más allá de acciones “simbólicas” a organizar paros escalonados a nivel nacional, para demostrar un verdadero ánimo por enfrentar a la envalentonada familia Slim.
Pero para conquistar un plan de lucha verdadero y llegar al estallamiento de una huelga, la base telefonista requiere organizarse en asambleas y desde allí presionar a la cúpula sindical a luchar en serio. De lo contrario las decisiones seguirán estando en las manos de un reducido grupo de funcionarios aliados del patrón.
Pero para conquistar un plan de lucha verdadero y llegar al estallamiento de una huelga, la base telefonista requiere organizarse en asambleas y desde allí presionar a la cúpula sindical a luchar en serio. De lo contrario las decisiones seguirán estando en las manos de un reducido grupo de funcionarios aliados del patrón.
Como ha quedado demostrado en estos cuatro años de simulaciones de “lucha”, ni la Secretaría del Trabajo, ni la de Gobernación, tampoco el IFT o los distintos gobiernos han “ayudado” al STRM a frenar el ataque hacia sus jubilaciones, o detener la nociva “separación funcional” o la neoliberal reforma en telecomunicaciones. Demostrando el carácter pro-patronal de estas instituciones, incluso bajo un discurso de “reforma”.
Tampoco el “cabildeo” entre los partidos del Congreso o la vía de las demandas y amparos legales, han servido para detener ninguna de estas políticas gubernamentales y empresariales que pesan sobre el STRM. Planteando la necesidad de pasar de los discursos “alegóricos” a la acción.
Los verdaderos aliados del sindicato de telefonistas están en los millones de trabajadores que igual resienten los efectos de la precarización laboral, del desempleo y la explotación. Como el valiente SUTNotimex que enfrenta una férrea lucha contra el gobierno federal, contra los despidos y recortes a su CCT; o como los miles de trabajadores tercerizados de Telmex que laboran bajo condiciones de superexplotación, peor aún en pandemia.