En el informe "Coyuntura Laboral en América Latina y el Caribe" la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) y la Organización Internacional del Trabajo (OIT) resaltan que producto de la pandemia, en América Latina, se observa una alta precarización del trabajo, largas jornadas laborales, inestabilidad en el empleo y "falta de representación" de los trabajadores.
Jueves 17 de junio de 2021 15:18
Los organismos internacionales resaltan la contracción del PIB en América Latina del 7.1 por ciento en 2020 y una tasa de desocupación en la región del 10.5 por ciento. Por otro lado, tras la respuesta tardía e ineficiente para el manejo de la pandemia por parte del conjunto de países, la salida a la crisis no queda clara y se auguran nuevos episodios de crisis económica y social.
El informe señala que junto a la crisis se expandieron y cobraron fuerza nuevas formas de precarización laboral. La extensión del home office y el trabajo en plataformas digitales agudizó la precariedad empeorando las condiciones de vida de las y los trabajadores y en muchos casos negando el reconocimiento mismo de la relación laboral.
Frente al último de estos problemas los organismos llaman a encontrar "mecanismos de regulación"; un eufemismo que oculta el despojo de derechos de los trabajadores y la necesidad de conquistar para estos, en primer lugar, su reconocimiento como trabajadoras y trabajadores así como plenos derechos laborales y de sindicalización.
Frente al fenómeno de la llamada "uberización de la economía" y las condiciones laborales de los trabajadores de reparto y de apps de movilidad se menciona que, si bien, esto significa una nuevo mercado de "oportunidades de empleo" esto sucede a costa de largas jornadas e inestabilidad laboral.
Sin mencionar que la alta precarización echa mano de sectores típicamente discriminados del mercado laboral, por ejemplo, se informa que en Argentina y Chile el 66 y 84 por ciento de los trabajadores de reparto son inmigrantes. A la vez que en Argentina, Colombia y República Dominicana el 8% de ocupados trabaja para aplicaciones digitales.
El informe reconoce que producto de estas duras condiciones en Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, México y Perú, aunque a diferentes niveles, se han desarrollado procesos de autoorganización y que comienza a haber interés por la sindicalización, pesé a que salvo a algunas excepciones, la tendencia en Latinoamérica mantiene índices bajísimos de afiliación sindical.
Frente al riesgo que representa la autoorganización de los trabajadores por fuera de la contención de las burocracias sindicales, incluso de aquellas que se reivindican democráticas, es que el informe apunta sobre la necesidad de "regular el trabajo en las aplicaciones digitales" sin que esto se ponga en perspectiva de, por la vía de la organización y la movilización, conquistar plenos derechos para los trabajadores, dado que es sobre la base de la alta precarización que las plataformas han cimentado sus enormes ganancias.