Sorpresivamente, los delegados de la Revista Veintitrés se enteraron el viernes 7 de noviembre que ya no pertenecían al Grupo que lleva el mismo nombre, propiedad de los empresarios Sergio Szpolski y Matías Garfunkel. La noticia tomó por sorpresa a los trabajadores de la revista que fuera fundada en 2001 por Jorge Lanata con el nombre "XXI" (Veintiuno). Los encargados de darla fueron directamente el nuevo dueño Alejandro Olmos y el saliente Sergio Szpolski, que se apersonaron en el edificio de la calle Serrano al 1600 en el barrio porteño de Palermo.
Martin Espinoza @martinespi05
Viernes 14 de noviembre de 2014
El Grupo Olmos, de los hermanos Alejandro y Raúl Olmos, se ha quedado ahora con uno de los medios del Grupo más favorecido económicamente por la Casa Rosada. Tal como denuncia un comunicado de la comisiones internas de Crónica y BAE; Veintitrés es el "grupo de medios que más pauta oficial recibió entre 2009 y 2013: 390 millones de pesos, casi el cuádruple de los 101 millones recibidos por el Grupo Crónica, el séptimo de la lista en orden de beneficiados."
Por su parte, la patronal de Szpolski-Garfunkel parece desplazarse hacia otros negocios como el mercado de las telecomunicaciones con la compra de Nextel Chile y los intentos de quedarse con el desarrollo de la red de telefonía 4G. A su vez, ya cerraron las Revistas Premium como Newsweek y Auto Bild, y anteriormente se deshicieron del diario Diagonales de La Plata, con amenazas de despidos a la orden del día.
Sus sucesores al frente de la Revista Veintitrés no parecen menos ambiciosos. El grupo de los hermanos Alejandro y Raúl Olmos, otro de los grandes favorecidos por la pauta oficial en todos estos años, ya controlan Ámbito Financiero, Crónica TV, diario Crónica, BAE, El Atlántico de Mar del Plata, la revista Democracia y es dueño de un tercio del paquete accionario de la productora de televisión que dirige Sebastián Ortega (Underground). Además, en el rubro de la salud, los Olmos gerencian desde hace años la obra social de la poderosa Unión Obrera Metalúrgica (UOM) y poseen también la prepaga BASA Salud.
A la ambición imparable del Grupo Olmos en el mercado de medios, le corresponde un avance en el ataque contra sus trabajadores y la organización sindical. Así lo denuncian en su comunicado las comisiones internas de Crónica y BAE que señalan: "La persecución y las prácticas antisindicales continúan en la redacción y en el taller gráfico de Pompeya. Allí trabajan los compañeros y delegados de Crónica y BAE que resisten la precarización y la multitarea que el grupo Olmos logró imponer en la nueva redacción de Combate de los Pozos, con el traspaso a la nueva empresa Aconcagua de la mitad de los trabajadores de Crónica y 20 de BAE bajo amenaza de despido. Para ello impusieron una “comisión interna” adicta que avala todas las acciones de la empresa".
Además, los delegados denuncian el despedido de un obrero de circulación de 35 años de antigüedad y de un chofer de BAE que traslada a los periodistas de Crónica y BAE de la redacción de Pompeya, y agregan: "A esto se suma que durante todo septiembre hubo varios despidos en la planta gráfica de Pompeya, también propiedad del Grupo Crónica. El taller gráfico es el reino de la precarización laboral y la arbitrariedad patronal: se impide la libre elección de delegados y se trabaja fuera de convenio, luego de que el sindicato Federación Gráfica Bonaerense entregara la organización gremial de Crónica y fueran despedidos más de 100 trabajadores a comienzos de 2010".
El comunicado, por último, agrega: "A los trabajadores nos preocupa que la creciente concentración de medios en pocas manos, como muestra la ’convergencia’ en Crónica y BAE, no sólo va en detrimento de los puestos de trabajo y las condiciones laborales y sindicales, sino que afecta la calidad de los productos, elimina voces y socava el derecho a la información de la sociedad".
En todos estos años de vigencia de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual, es innegable el avance imparable de un puñado de empresarios ligados al gobierno kirchnerista que han visto crecer sus negocios en forma exponencial en el mercado de los medios y también ahora en el terreno de las telecomunicaciones.