El "regalo" del que habló Berni: el periodista amigo del poder Germán Sasso respalda en su libro el accionar de la jueza María Gabriela Marrón, señalada por Cristina Castro y la querella como la principal responsable de que no haya imputados en la causa. El intento de encubrimiento de los policías implicados está a la orden del día.
Jueves 19 de agosto de 2021 13:29
“La secta del gatillo es también la secta de las manos en la lata”, decía Rodolfo Walsh, autor de la Operación Masacre (la clásica obra de no ficción publicada en 1957). Esa investigación reconstruyó, en base a testimonios de testigos y sobrevivientes, un hecho importante del terrorismo de Estado perpetrado por la “Revolución Libertadora”. Con este material, Rodolfo Walsh sacaría a la luz el fusilamiento clandestino de cinco civiles que fueron sospechados de ser parte de un levantamiento contra la dictadura de 1955.
¿Por qué llamar entonces Operación Facundo a un libro que durante todo su recorrido busca desvincular a la Policía Bonaerense de las responsabilidades en el caso y justificar el accionar del poder político de Villarino y el Poder Judicial bahiense? La analogía con Walsh además de ser de mal gusto, es hipócrita. El libro, que se sospecha de estar financiado por el ministro de Seguridad Sergio Berni, es una respuesta impotente ante un hecho que caló hondo en el país, la certeza de que a Facundo lo desapareció y lo mató la policía y que la investigación está repleta de maniobras para desviar la búsqueda de la verdad.
Quieren instalar la hipótesis de que Facundo se suicidó o que tuvo un accidente, ahogado en una zona donde el agua en su marea más alta aquellos días apenas alcanzó los 20 cm de profundidad, no es casualidad que aparezca la comparación con el caso de Santiago Maldonado. Pero también intentan mostrar a Facundo y su entorno ligados al narcotráfico en la zona, en la misma ciudad donde se encontró el cargamento más grande de cocaína de la historia argentina y aún no hay imputados, como recordó Leandro Aparicio en la última conferencia de prensa que brindó la querella junto a la Comisión Provincial por la Memoria y Amnistía Internacional
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La Justicia bahiense se dedicó este último tiempo a perseguir a la juventud en nombre una “cruzada contra el narco”. El fiscal Mauricio Del Cero y el juez federal Guillermo Mercuri pidieron las detenciones de veinte jóvenes presos por plantar en Puán (diez siguen en la cárcel, cuatro con domiciliaria) y los videos de los allanamientos en sus casas (con burdas tergiversaciones como filmar armas de caza que se comprobaron obsoletas o dinero del sueldo de uno de los jóvenes) fueron utilizados por Berni para mostrar una ”peligrosa banda narco”. Estos jóvenes están acusados de ser parte de una “asociación ilícita”, el mismo delito por el que fueron condenados recientemente algunos integrantes de la Triple A en Bahía, sólo uno de ellos con prisión domiciliaria (el único condenado por uno de los 24 asesinatos de la banda), el resto salió caminando del recinto luego del juicio.
En esta primera entrega se hará énfasis en la manipulación de la información sobre las pruebas que apuntan directamente a la policía y la reivindicación que hace el periodista del accionar de la jueza María Gabriela Marrón. El ataque permanente al perito adiestrador de canes Marcos Herrero no solamente quedó redactado en las hojas de este ejemplar, sino que pasó a los hechos y se hizo público, en los próximos días desde La Izquierda Diario detallaremos la denuncia completa sobre este hecho. En una segunda parte hablaremos sobre los testigos de la causa introducidos por la policía bonaerense, hecho que Sasso adjudica al "azar", para continuar con los negocios de lo que Walsh llama “La secta de las manos en la lata”.
Las palabras y las cosas
Quienes no conocen a Germán Sasso pueden leer este artículo. El primer agradecimiento del periodista va para Miguel Ángel Pierri, abogado, autor del prólogo del libro y asesor del ministro Berni, nombrado por el mismo Axel Kicillof. Este personaje en varias librerías aparece directamente fichado como el autor del libro, también asesora la cartera de la ministra nacional de Seguridad, Sabina Frederic.
Otro saludo destacado es el dedicado a Pablo Duggan. El periodista de C5N responde el saludo desde su programa “Buenos vecinos” en Radio 10, alertando de que desde ambos lados de la grieta se compran fakenews; “hay un libro extraordinario del periodista que más sabe del tema, que es Germán Sasso, a quien yo por supuesto consulté muchísimo, él me consultó mucho por el libro, yo le hinché bastante para que sacara el libro”. No hay demasiado que decir sobre el tema, solamente recordar cuando Cristina Castro lo cruzó en vivo diciendo "Tenemos certezas, tenemos pruebas de que ha sido la Policía Bonaerense la que ha desaparecido a Facundo. Yo le digo a usted que deje de mentir, de inventar noticias, porque no es así [...] "Usted es un periodista funcional a Berni y al medio La Brújula y La Nueva”.
Efectivamente es un libro que oficia como guión, un material para “armar a la tropa” con un relato de los hechos que no se condice con la realidad de la causa. Esta es la característica principal y permanente del escrito a lo largo de sus casi 300 páginas. Es como si el accionar permanente de este periodista, la jueza María Gabriela Marrón, de las autoridades políticas de Villarino y el mismo Ministro de Seguridad Sergio Berni hablaran con una misma voz.
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En sus 14 capítulos el libro que ya cuenta con una página publicitaria propia se esfuerza en dudar sobre la veracidad de las pruebas halladas y que complican cada vez más a la Policía en la desaparición forzada seguida de muerte, justificar y defender el accionar de la jueza Gabriela Marrón y del fiscal Ulpiano Martinez en sus negativas a los pedidos de la querella, hacer una defensa moral de los policías implicados y sus superiores, atacar a la querella insinuando que tienen intereses personales espurios en el caso y la región, y hacer reflotar la supuesta vinculación de Facundo con el narcotráfico, construyendo una relación conflictiva con su expareja y con su mamá.
A las pruebas me remito
Las pruebas más atacadas son el hallazgo de la vaquita de San Antonio encontrada en el viejo calabozo de la comisaría de Origone y la turmalina, encontrada en el baúl del Toyota Ethios que fue localizado el 8 de mayo -AVL mediante- a 800 metros de la zona donde fue encontrado el cuerpo de Facundo ¿Por qué este ensañamiento?.
De más está decir que la turmalina se corresponde con la que tienen los amigos de Facu, ambas partes pertenecen a una misma pieza y que la última vez que el celular de Facu se activó fue en la jurisdicción de la comisaría a la que pertenece el Toyota Ethios, que estuvo detenido sin moverse dos días en plena cuarentena. Los celulares de Facundo aparecieron junto a otras pertenencias suyas en la mochila un mes después al hallazgo de su cuerpo y a cuatro kilómetros de distancia. Las tres pruebas que relacionan a la Policía con la desaparición de Facundo (las dos turmalinas y la vaquita) fueron halladas por Marcos Herrero, perito de parte que aportó la querella y que está denunciando un nuevo ataque intimidante. No es de extrañar que el periodista busque respaldar la respuesta de la jueza Maria Gabriela Marrón, quien desautorizó al perito y ordenó una investigación en su contra.
En la conferencia de prensa Cristina respondía “Marcos Darío Herrero en Bahía Blanca hizo un trabajo excelente en el caso Micaela [...] Mónica Cid -mamá de Micaela- me ha autorizado a dar su nombre porque nos horroriza ver como este periodista nefasto habla y de la forma que habla de Marcos Darío Herrero. ¿Ustedes quieren saber quién es Marcos Darío Herrero? 35 días después encontró el cuerpo de Micaela, más de 70 después encontró pruebas [...] Preguntenlé al señor Mario Salto quien es Marcos Dario Herrero y cuál fue su participación y cómo fue que encontró los restos de Marito”
Mientras desarrolla un furibundo ataque a Marcos Herrero (utilizando frases como “el show de la mentira”, “la truchada del amuleto”, “irregular y fuera del protocolo”,etc) Sasso incorpora la última imagen de Facundo con vida tomada por Jana Curuhinca, en la que Facu está de espaldas junto al policía Mario Sosa con el patrullero de fondo en Mayor Buratovich. Lo increíble es que esta foto es incorporada como un elemento de muestra de veracidad en las declaraciones de los oficiales Curuhinca y Sosa, ya que ellos aseguraron haber infraccionado a Facundo. Lo que no dice el periodista y tampoco dan cuenta en sus testimonio los policías es por qué en esa foto Facundo aparece de espaldas en lugar de frente, probablemente esposado, con su ropa como si hubiera sido tirado al suelo.
Esta foto es enviada a Andrés Daniel Gerbatin -responsable de la subestación de la alcaldía de Buratovich- con otra del DNI de Facu … el policía González de Origone había negado que tuviera documento, pero sus colegas ya lo tenían registrado en el retén anterior según los mismos mensajes enviados, el DNI que por última vez tuvieron los policías en sus manos nunca apareció. La respuesta desde Buratovich fue “si se ase el pajero vajalo” (sic),aunque periodista afirma que solo se respondió con un emoticón sin hacer referencia al destino del DNI.
María Gabriela Marrón, la mejor abogada de los policías
Otro dato aportado por la querella últimamente es sobre una de las dos pericias de los celulares de los policías. “También quiero contarle de lo que ellos hablan en los teléfonos celulares que estaban muy rotos” comentó Cristina en la conferencia de prensa “se los voy a decir literal como lo dicen ellos, ellos hablan de los huevos que tiene la jueza María Gabriela Marrón para enfrentarse a los fiscales y a esta querella[...] La ayuda que tuvieron estos policías no la tuve yo, no la tuvo mi hijo, no la tuvo nadie”.
Sasso refuerza el argumento manipulador de que no se presentaron pruebas preexistentes del amuleto de Facundo y sobre el origen espurio del hallazgo que según Marrón pone en duda su legalidad y validez: “no hay una sola prueba de que el chico tuviera un elemento igual y, mucho menos, que lo portara el día de su desaparición”, hablan de pruebas plantadas. La defensa moral de los policías implicados que recorre el libro también es un elemento a destacar, siempre aparecen como víctimas de un gran montaje; “Se acusó perversamente a personas de un crimen que no cometieron, de un crimen que nunca ocurrió. Se fabricó una infamia para culpar inocentes”, salvo cuando habla de Néstor Riffo y Roberto Carlos Berríos como personajes que siempre “tuvieron ruido”, -Berrios ya había sido denunciado por Cristina por el amedrentamiento, las detenciones y golpes a los pibes del semillero cultural, incluido Facu.
De esta forma tan liviana el periodista se refiere a dos agentes que fueron desafectados el 8 de mayo de 2008 por Carlos Stornelli, en aquel momento Ministro de Seguridad. El artículo aplicado en esta sanción se utiliza en casos de demostrada violación a los derechos ciudadanos y su integridad mediante el uso de la fuerza y en la connivencia con el crimen, es decir en casos de corrupción policial.
Sasso intenta librar a Berrios de la sospecha original de la querella diciendo que al momento de la desaparición de Facundo ya no revistaba en Buratovich, lo mismo que Riffo. Es más que curioso que a Berrios le den el traslado en julio del 2020. Pero no termina ahí el asunto, lo que tampoco dice Sasso es que el Ethios que localizaron en el cangrejal y en el que se encontró el otro trozo de turmalina pertenece a la Unidad de prevención local de Bahía Blanca, donde trabaja la pareja del agente. Intenta hacer lo mismo con Sosa y Curuhinca, publicando parte de sus conversaciones que fueron interpretadas por la jueza como una muestra de espontaneidad y de “deseo de que se encuentre o que aparezca la víctima”. Este recorte de la realidad no logra tapar lo que realmente sucedió.
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Las pistas que se fueron encontrando refuerzan la hipótesis de la desaparición forzada, en la causa se encuentra acreditado que el último contacto de Facundo con vida fue con la policía, que estos contactos fueron múltiples y fueron cada vez más violentos. Luciano Peretto dejó claro en la conferencia de prensa que “Respecto de esos teléfonos celulares básicamente lo que podemos decir es que vienen a confirmar estos contactos no declarados con facundo, esos falsos testimonios que dieron los policías porque en realidad no estaban declarando de manera objetiva, estaban defendiéndose o tramando un relato para tratar de encubrir lo que realmente pasó.”
Es por eso que “El rumbo de la investigación ya quedó trazado cuando la carátula de la causa pasó de un vago “averiguación de paradero” a la “desaparición forzada” y estamos cada vez más convencidos de que pase lo que pase, opere quien opere, presione quien presione…" continúo el abogado Peretto, ”Y saquen los libros que saquen” -refuerza Cristina-. Es claro que ya nada de todo esto va a poder borrarse del expediente y tampoco de la certeza de miles de jóvenes y familias trabajadoras que siguen acompañando con fuerza la lucha por justicia por Facundo Castro.