El dispositivo portátil con una cámara inteligente que permite una mayor autonomía a personas con ceguera o disminución visual inalcanzable por su alto precio.
Katherine Vargas @dragonmoon1522
Miércoles 6 de diciembre de 2017
OrCam MyEye es un dispositivo que consta de una cámara y un auricular, la cual se adhiere a la patilla de los anteojos, y una unidad de procesamiento del tamaño de un teléfono móvil que se puede llevar en la cartera o bolsillo.
Creado por la empresa OrCam Technologies, y distribuido en Argentina por Tiflo Tecnológica Battipede, es una de las propuestas más completas disponibles actualmente, a la hora de facilitar el acceso a la información.
Señalando con el dedo índice o activando un botón, el dispositivo analiza lo que se desea leer, y lo transforma en voz para que pueda ser reproducido por el auricular.
Lee textos cercanos o lejanos. Libros, diarios, revistas, menús de restoranes, productos de supermercado, medicamentos, pantallas de computadoras o smartphones, y todo tipo de texto en general. Además, mediante el aprendizaje, puede reconocer rostros de amigos o familiares, Objetos de su entorno como tarjetas de crédito, billetes, y cualquier objeto de uso cotidiano.
Tiene una memoria con una capacidad de 32GB, la cual le permite almacenar la información que va a prendiendo, y una batería que, con una carga de 4 horas, tiene una autonomía de 6 horas, aunque, con la capacidad de apagarse cuando el dispositivo no está siendo utilizado.
Este producto es parte de las tecnologías de asistencia, su precio es de más de $80.000, solo una élite puede acceder a él. Son pocas las obras sociales, que mediante engorrosos trámites médicos pueden ser adquiridos por personas con discapacidad visual.
Según datos de la OMS, hay unas 285 millones de personas con discapacidad visual, de las cuales 39 millones son ciegas y 246 millones presentan baja visión. En el marco donde se avecina un cambio de modelo de salud pública de la mano de la gestión macrista. En respuesta a los pedidos del Banco mundial y la OMS, entrando a escena la CUS: Cobertura Universal de Salud, aparece más inaccesibles estas tecnologías que mejorarían considerablemente la calidad de vida a las personas con discapacidad visual.