×
×
Red Internacional
lid bot

Descartables. Otro caso que destapa que Coca Cola primero te rompe y después te despide

Luego de casi 18 años de antigüedad en la empresa, Fabián Alba fue despedido a fines del año pasado sin mediar explicación, luego de una licencia por una lesión provocada por el mismo desgaste de trabajar tanto tiempo en la línea de producción. Otra víctima de turnos rotativos y condiciones de trabajo que obligan a los trabajadores a dejar la salud en la fábrica.

Jueves 9 de febrero de 2023 12:40

Escuchá esta nota

En mayo de 2019, luego de casi 15 años de trabajo intensivo en las líneas de producción, Fabián sufre la rotura del manguito rotador. Recibe licencia e indicación médica de realizar tareas livianas. Con estudios posteriores, los médicos resuelven operarlo y, después del posoperatorio, con el alta en mano se presenta en la fábrica. Tras varias demoras por parte de Coca Cola, se le otorgan tareas livianas en el sector de Control de Calidad. Sin embargo y, a raíz de una merma de trabajadores en el sector de las líneas de producción, Coca Cola le exige a Fabián que retome tareas laborales en el mismo sector que los profesionales médicos, tanto de la empresa como los particulares, habían aconsejado no realizar. Volver a tomar tareas pesadas agravó las lesiones y Fabián debió tomarse licencias médicas y todas las vacaciones adeudadas para luego, ante el último alta médico, encontrarse con la noticia de su despido.

El hecho es claro: la empresa reconoce la lesión del trabajador asignándole tareas livianas en el sector de Calidad pero ante la necesidad de cubrir puestos de trabajo debido al fin de la pandemia, le indican que debe volver a la línea de producción, es decir retornar al puesto donde hasta los mismos médicos de la patronal le aconsejaban no realizar tareas.
Los antecedentes de despidos de esta empresa con relación al personal que padece problemas físicos, los “rotos”, hacen que los trabajadores se vean forzados a trabajar poniendo en riesgo su salud, ocultando dolencias para mantener el trabajo. Aunque hay antecedente en que la Justicia falló a favor de los trabajadores en este tipo de situaciones, la realidad es que la empresa se maneja con total impunidad con el aval de la comisión interna, de la lista Verde, que responde a la dirección del sindicato. Una vez que los trabajadores presentan lesiones causadas por el ritmo y tipo de trabajo, para la empresa se convierten en descartables.

Ni los dirigentes del sindicato ni los delegados han hecho nada hasta ahora por Fabián Alba, aunque estaban al tanto de su situación. Ni siquiera le atendieron el teléfono. Es el mismo sindicato que avaló el convenio de turno americano y el quite de conquistas en los 90 y que en 2019 firmó 32 despidos, entre los cuales varios eran activistas de la Agrupación Marrón opositora, dejando en la calle a todas esas familias, sin sueldo y sin cobertura médica.

En Coca Cola los ritmos de trabajo son de 12 horas con turno rotativo. Estas condiciones laborales se dieron en el marco de los convenios colectivos de trabajo firmados en la década del 90. Bajo el gobierno neoliberal de Menem se impuso el turno americano, que consiste en jornadas de 12 horas rotativas, eliminando de un plumazo (y con la connivencia de la burocracia sindical) el plus de alta tecnología y los francos compensatorios. Los feriados dejaron de ser optativos, obligando a trabajar los fines de semana como si fueran días normales. Este turno, además de cambiar el sueño de las personas con el impacto que esto genera en la salud, les impide participar muchas veces de los cumpleaños de sus hijos, de involucrarse en su cuidado cotidiano y de verlos crecer. Sin posibilidad de estudiar o dedicar tiempo al ocio o a un hobby.
Según un estudio de la Unidad del Sueño del Instituto Dexeus en Barcelona y del Servicio de Neurofisiología del Hospital de Madrid, los turnos rotativos producen insomnio, irritabilidad, angustia, depresión, enfermedades cardiovasculares, diabetes y trastornos digestivos, entre otros problemas.

Como indica el estudio antes citado “desincroniza al ser humano fisiológicamente al sufrir una reducción de sus defensas inmunitarias por insuficiencia de luz, sino que también le produce desequilibrios sociales y psicológicos al verse abocado a vivir al revés que los demás".

Pero Fabián no es el único: son muchos los trabajadores y trabajadoras que dejan literalmente la vida en las fábricas. Ganancias para pocos, con el sacrificio de muchos. Nada de felicidad destapa Coca Cola, destapa despidos y discriminación.


Celina Demarchi

Nació en Berisso, provincia de Buenos Aires. Docente y actriz, participa en la sección Cultura y en distintas producciones audiovisuales de La Izquierda Diario.