Entre las propuestas del paquete de reformas de AMLO está la reducción del congreso y la eliminación de los legisladores plurinominales. ¿Qué significa esto? ¿Para qué sirven estos legisladores?
Óscar Fernández @OscarFdz94
Jueves 8 de febrero
Es usual que de repente a la ciudadanía se le acerquen políticos y sus representantes locales (por ejemplo, líderes vecinales corruptos) a recaudar cada tanto firmas para proponer la eliminación de los legisladores plurinominales. La lógica detrás de esto sería eliminar curules en el congreso de gente por la que "nadie votó".
Pero la figura del diputado y senador plurinominal es parte de una vieja disyuntiva en la política: ¿importa más el voto en sí o la representación de los intereses de los ciudadanos? Vayamos, pues, a un repaso histórico breve de esta figura en México.
¿Cómo funciona la representación plurinominal?
Actualmente el Congreso de la Unión se divide en dos cámaras: la Cámara de Diputados, quienes representan directamente a los ciudadanos en los municipios y distritos electorales, razón por la que sería la "cámara baja", y la Cámara de Senadores, la "cámara alta" y que representa a los estados de la república.
La Cámara de Diputados actualmente se compone de 500 representantes, de los cuales 300 son por mayoría absoluta y 200 son por mayoría relativa. Por su parte, el Senado se compone de 128 senadores, de los cuales 64 (dos por cada entidad federativa) son de mayoría absoluta, 32 de la llamada "primera minoría" y otros 32 de representación proporcional.
¿Qué significa cada legislador? Los diputados y senadores de mayoría absoluta son aquellos que son electos directamente en las elecciones. Sus nombres aparecen como los titulares de las boletas electorales de cada distrito electoral y el partido que gane más votos en ese distrito o demarcación es el que los representa en las cámaras. En el senado, la primera minoría se otorga al partido que haya ocupado el segundo lugar en los resultados electorales.
Finalmente, los legisladores plurinominales se les asigna un curul dependiendo en qué demarcación plurinominal se encuentren. De los 32 senadores y 200 diputados restantes, cada lugar se asigna de manera que ocupen el porcentaje mínimo obtenido.
Ilustremos con un ejemplo
En las pasadas elecciones federales de 2018, millones de mexicanos fueron a las urnas a votar por sus representantes (y el presidente). Según la página de la Cámara de Diputados, 52 legisladores representan a la Ciudad de México. De esos 52, 23 corresponden a legisladores que resultaron ganadores en sus respectivos distritos electorales federales. Los otros 29 corresponden a diputados de elección proporcional (o sea, plurinominales).
Si bien la Ciudad de México tiene 16 alcaldías (llamadas anteriormente delegaciones), éstas no necesariamente son asignadas a un solo distrito electoral federal. Iztapalapa, por ejemplo, tiene cuatro diputados, mientras que Coyoacán, Tlalpan, Gustavo A. Madero y Cuauhtémoc tienen dos cada una. Todos ellos representan a sus respectivas demarcaciones en la Cámara de Diputados; por su parte, los diputados plurinominales pertenecen a la 4ta y 5ta Demarcación.
En particular la de 2018, como también ocurrió con la de 2000, nos otorga un caso interesante: la masividad de votos. Fue tal la cantidad de gente que votó en su momento por el Morena (y por el PAN antes que él) que no se le asignaron diputados plurinominales. De tal suerte que el resto de los partidos obtuvieron sus curules con base en el porcentaje de votos obtenidos en la elección, así los pequeños partidos, siendo perdedores, son rehabilitados por este sistema de compensación.
¿Por qué existen los diputados plurinominales?
Como dijimos arriba, la discusión detrás de estos legisladores es sobre si importa más el voto en sí de los electores o que se representen sus demandas en el Congreso. Hay sistemas, en especial en Europa, en los cuales el poder ejecutivo no puede gobernar si no obtiene la mayoría del parlamento a su favor, el cual se puede dar ya sea obteniendo la mayoría de los curules o logrando formar coaliciones en el gobierno, todo con tal de que la proporción de parlamentarios que lo respaldan sean mayoría.
El de México sería un sistema mixto: tiene legisladores electos por los votantes y aquellos que son asignados dependiendo del porcentaje obtenido en la elección.
Este sistema fue introducido en México por dos motivos: el primero, porque la elección de 1976 suscitó un escándalo al ser José López Portillo el único candidato a la presidencia. Asimismo, López Portillo aumentó en su momento la cantidad de diputados: de 300 a 400, siendo 100 los primeros plurinominales. ¿Qué propósito tenía esto? El de permitir la presencia de partidos pequeños que por su tamaño no podrían por sí solos pisar el recinto legislativo; de igual forma, los curules plurinominales permitirían poner un contrapeso ante un congreso históricamente dominado por el PRI.
El objetivo de la presencia de legisladores plurinominales es romper un poco las mayorías aplastantes para disfrazar las aplanadoras, pero dando la ilusión de más democracia, permitiendo a los grandes partidos establecer alianzas con "la chiquillada". Los pluriominales son legisladores complementarios asignados (a partir del resultado electoral), pero con el propósito de jugar un rol de balanza entre los grandes partidos, sistema que llevó a la gran corrupción que impera en las cámaras, pues "las chiquilladas" normalmente se venden, al ser partidos cuasi-inexistentes, estando dispuestos a otorgarles sus votos/curules a cambio de hacerles ganar tal o cual votación.
Lejos estamos de la situación de los años 70, en la que la fuerza de la oleada de 1968 (y no el "beneplácito" y la "bondad" del PRI y López Portillo) llevó al Estado a legalizar a los partidos de izquierda, cuyos militantes antes eran perseguidos. Tal fue el caso del PMT de Heberto Castillo, el viejo Partido Comunista Mexicano (PCM) y el PRT, de corte trotskista, los cuales fueron generados como contrapresión a las masacres en las calles y la Guerra Fría. Con la desaparición del PRT en 1997, lo que quedó es la corte de mini-partidos de derecha que son funcionales, en mayor o menor medida, a esa pseudo-democracia burguesa parlamentaria.
¿Qué consecuencias traería la reforma propuesta por AMLO?
La reducción de los legisladores y la eliminación de los "pluris" volvería a traer un congreso al cual solamente los grandes aparatos partidarios podrían tener acceso. Los partidos de estas características son concretamente el PAN, el PRI y el Morena; incluiríamos también al PRD, aunque es dudoso que siga manteniendo la fuerza que una vez tuvo (igual que un adulto senil, este partido se encuentra en soporte vital).
Es decir, significaría el regreso a un congreso dominado por un partido hegemónico (antes el PRI, hoy el Morena).
¿Es positivo entonces la eliminación de los "pluris" o no?
La figura de los legisladores plurinominales no actúa en el vacío. Si bien puede sonar atractiva la idea de eliminar diputados y senadores por los que "nadie vota", el verdadero problema reside en el monopolio que tienen los capitalistas de los espacios de toma de decisiones.
¿Qué diferencia hace para los trabajadores, mujeres y jóvenes que existan "pluris" (o no) si a fin de cuentas, programáticamente, los partidos del Congreso defienden a ultranza los intereses de los empresarios? Si algo ha quedado claro es que el INE ha sido históricamente un organismo que se encarga de proscribir a la izquierda obrera y anticapitalista, como lo mostró la elección de 2021, donde no permitieron las candidaturas independientes por "no conseguir las firmas suficientes" (sin importarle que nos encontrábamos en semáforo rojo de contingencia) y posteriormente les impuso una multa por protestar.
El problema de fondo es que resulta imperiosa la necesidad de construir una alternativa política independiente cuyo programa no defienda los derechos e intereses de los burgueses y grandes empresarios, sino los de las masas trabajadoras, indígenas, campesinas, de mujeres y jóvenes que movemos este país, con un programa de izquierda obrera, socialista, internacionalista y antiimperialista que confronte la dependencia de México a los países imperialistas y pretenda forjar la alianza de los trabajadores a través de las fronteras.
Esta es la perspectiva que defendemos desde La Izquierda Diario México, a la cual te llamamos a colaborar con nosotros para forjar esta alternativa política.
Óscar Fernández
Politólogo - Universidad Iberoamericana