Esta primera semana de marzo se dio a conocer la creación del Parque Nacional Glaciares de Santiago, aprobado por el Consejo de Ministros para la Sustentabilidad, constituyéndose en una nueva área silvestre protegida presentada por Piñera para demostrar el ‘gran interés’ de su gobierno por combatir la destrucción de la naturaleza y enfrentar la sequía que nos golpea
Martes 8 de marzo de 2022
"Además de su belleza infinita, los glaciares son las reservas de agua dulce del mundo más importantes y han venido retrocediendo, perdiendo masa, derritiéndose desde hace ya demasiado tiempo" diría Piñera en la presentación del primer parque nacional de la región Metropolitana que incluye glaciares dentro de su espacio. El parque consta de 75.000 hectáreas y se encuentra emplazado en el Cajón del Maipo, abarcando 368 masas de hielo acumulado que representan el 56% del agua almacenada en la región.
Esta medida tomada finalizando ya la nefasta administración de Piñera, debe entenderse en un contexto en el cual la derecha ha intentado por todos los medios seguir depredando los recursos naturales de nuestro país sin ninguna regulación, poniendo en riesgo los ecosistemas y la degradación de los territorios que dejan vulnerables a sus habitantes y coartan su capacidad de enfrentar las consecuencias cada vez más adversas del cambio climático.
El hecho de que existan glaciares de grandes proporciones en la región Metropolitana, como el Glaciar La Paloma, aún siendo explotados, en este caso por la gran minería al alero de Anglo American, pone en riesgo la protección de otros espacios en la misma zona cordillerana. Esto debido a que el rol de bajar la temperatura que cumplen los glaciares se va perdiendo a medida que disminuyen su masa, por tanto, la protección de una superficie glaciar junto a la desprotección de las zonas contiguas a la misma, solo retrasa en poco tiempo el calentamiento cada vez mayor de la tierra que contiene estas grandes masas de hielo.
Una medida acorde a los tiempos actuales de grandes cambios climáticos y lenta regeneración de la naturaleza sobre sus recursos, implica proteger una proporción mucho mayor del espacio, que incluya las quebradas y la biodiversidad de la precordillera vinculadas igualmente a la mantención de la alta montaña donde se alojan gran parte de los glaciares. En miras de sostener las reservas de agua dulce estratégico para superar los años de sequía que se avecinan, se debe apelar a una regulación de todo el espacio que contiene la superficie glaciar, incluyendo aquellos donde existen actividades económicas de gran escala que hacen uso de este recurso de manera indiscriminada.
German San Martin
Sociólogo, trabajador municipal candidato a concejal por Santiago Centro